Capítulo 56
1232palabras
2023-05-17 03:12
-Debería meter un reposo para no venir a trabajar, en realidad no me siento bien. La depresión me envuelve y me siento solo teniéndolo todo, todo sin el cariño de una mujer. Yoskarly prácticamente me dejó, me confesó sus engaños y que no me quería, haría su vida fuera del país. Debería sentirme bien, ya que yo pensaba dejarla, yo era el que estaba cansado de sus escapadas, de su ausencia y de su interés solo por mi negocio. Pero en realidad me siento desgraciado, aquello lo había pensado para establecer una relación con Nathalia, esa jovencita me había cautivado por su belleza y por su personalidad. Y ya no, me decepcionó totalmente lo que me enteré de ella, no quiero saber nada de esa chica.
-Buenos días profesor Darwin. –Me extrañó la presencia de esa alumna de tercer año, cuando yo me encontraba pensativo en un aula de la sección de último año.
-Buenos días Valeria que haces por aquí.
-Quiero comentarle algo.
-Dime –Ojalá no sea sobre Nathalia, es su amiga y estoy cansado de escuchar chismes de adolescentes.
-¿Que le dijeron a usted sobre Nathalia que ahora ella me reclama a mí que hablo de ella a sus espaldas?
-No quiero tocar ese tema por favor. Tú no tienes que ver en eso –Negué con la cabeza.
-Bueno, me gustaría que se lo aclararas, porque a causa de usted volvimos a ser enemigas nuevamente.
-¿Que le aclare qué? Yo a ella no la vuelvo a tratar con confianza.
-Que yo no fui la del chisme. No sé qué romance oculto tengan ustedes, pero no quiero que me involucren en sus problemas.
-No hay ninguna especie de romance Valeria. Entre ella y yo solo había una amistad, que se acabó al enterarme de que es una chica mentirosa, de malas mañas e interesada en el dinero y en aprovecharse de los hombres con negocios.
-¿Qué fue lo que usted le dijo para que me juzgara a mí? ¿Quién le habló de ella? –Me interrogó. No entendía por qué Nathalia la había pagado con ella, pero no tenía por qué esconder el nombre del informador de los acontecimientos pasados de aquella.
-El señor Suarez –confesé.
-¿El profesor de deportes? ¿Y qué le dijo? –Me preguntó extrañada.
-Que ella es consumidora de estupefacientes, que antes se la pasaba con el grupo mala conducta de la escuela, grosera y falta de respeto. Tan joven y se la pasaba cambiando de hombres como cambiar de ropa interior. Entiendo que son así para sacarles dinero. En lo que se enteró que yo era un hombre de negocios no dudó en introducirse en mis peluquerías para que la contratara y así estando más cerca lograr seducirme, y su plan casi funciona. Menos mal que me enteré de ello y evité quedar con el corazón destrozado.
-Lo que dices no es cierto, ella no es así –dijo tratando de defenderla.
-Probablemente ella te envió para que cambiara de parecer, para que lo sepas no soy fácil de convencer.
-Nathalia me odia, me insultó porqué creyó que fui yo la que comentó sobre ella.
-Entonces es verdad, y lo sabes. Ella es así y no quería que lo supiera. Si te culpó a ti es porque tenías su secreto guardado. No te preocupes, que puedes estar en paz, me enteré por otra persona.
-Yo a ella la conocí en el primer día de clase de este año escolar, me contó un poco de sus cosas anteriores, pero ella ha cambiado, luego del tiempo en el centro de rehabilitación mejoró mucho, y no es la clase de chica que era antes.
-¿Centro de rehabilitación? –Pregunté, esa frase no la había escuchado en el comentario que me habían hecho.
-Acaso no sabes. Pues te cuento.
-Dime, ¿qué más sucedió? -Yo quedé extrañado esperando una explicación.
-Nathalia hace dos años era una chica muy popular, abierta y tenía grupos de amigos que la incitaban a tomar y a consumir drogas. Ella lo hacía era para encontrar algo que la alejara de la depresión de una vida sin padres. Su vida estaba destruida pero ese ambiente la hacía sentir en onda. No buscaba a hombres por su dinero como lo mencionas. Simplemente como cualquier adolescente dominada por el alcohol se dejaba seducir por pretendientes que se le acercaban en medio de las fiestas. Salió embarazada sin saber de quién, fue un desliz.
-Y luego tuvo un aborto inducido para no tener esa responsabilidad con la criatura- Interrumpí yo hablando en forma grotesca.
-¿Así te dijeron? Pero no… Dio a luz a una niña, ella la quería.
-¿Y qué sucedió después? -Interrumpí con impaciencia.
-Le tendieron una trampa… no sé algo así me dijeron. Pero Nathalia no le gusta que hable de ella, así que no debo contarte estas cosas. Es más, no debí haber venido –me dijo Valeria y casi retrocedía para salir del salón cuando la detuve.
-Espera por favor, cuéntame más ¿Por qué me dijeron que había abortado?
-Quizá malos rumores.
-¿Y el centro de rehabilitación? ¿Estuvo internada en ese lugar? –Pregunté con curiosidad.
-Sus tíos son muy sobreprotectores. No sé si sabías eso. Ellos dieron la orden para internarla con el objetivo de que se rehabilitara y jamás volviera a caer en esos malos pasos.
-Pero eso es horrible, es escuchado que los tratamientos son fuertes, son para tratar a locos, y es demasiado para una adolescente que solo consumía por juego –Expresé con preocupación- Debió haberse metido en clubes de alcohólicos anónimos o dejar de consumir por su propia voluntad.
-Por eso fue en contra de su voluntad y ni siquiera se lo dijeron con anticipación. Ella me explicó que fue algo repentino y muy duro, apenas acababa de dar a luz.
-Pienso que exageras Valeria, ni siquiera la conocías en aquel tiempo.
-No, pero te digo lo que ella me comentó.
-Ella también te pudo haber mentido, como a mí… ¿te dijo que perdió dos años por quebrarse una pierna al estar en gimnasia?
-No, eso no me lo llegó a comentar.
-Porque es totalmente falso. No puedo decir que no sea mentirosa o que exagera diciendo que loa tuvieron internada en contra de su voluntad. Si es así debió haber cometido algo grave.
-Pues no me creas ¡y que importa lo que ella ha pasado antes, total es diferente ahora! –Exclamó con enojo, quería hacerme entender que lo que me estaba diciendo era cierto. Pero yo no confiaba mucho en estudiantes.
-De acuerdo, quizá lo que me estás diciendo tiene un cincuenta por ciento de verdad. ¿Sabes lo que hace ella ahora? ¿Has ido a su casa? ¿Conoces a sus padres, a sus antiguas amigas?
-No, ella no me los ha presentado.
-Ya ves, oculta sus cosas, y no sabes si aparenta algo que no es.
-Quizá tengas tu razón para desconfiar de Nathalia, pero no vine aquí para que te reconciliaras con ella, solo vine a expresarte la realidad para que cambiaras tu punto de vista con respecto a su personalidad y la entendieras y poco. Lo que me interesa es que ella vuelva a ser mi amiga y no crea que he sido yo la que la he traicionado hablando cosas a sus espaldas.
Me dijo Valeria y se retiró dejándome con la duda un gran análisis. ¿‘¿Será que soy yo el que está actuando mal en desconfiar de Nathalia?’’ –Pregunté en mis pensamientos.