Capítulo 55
1631palabras
2023-05-17 03:10
-Tendrá que mandar a hacerse lentes nuevos porque la voy a golpear -dije llegando a casa de Valeria. Ella es la única que pudo haber revelado estas cosas sobre mí y no se lo iba a perdonar le había rogado que guardara el secreto.
-Nathalia no me avisaste que venías, desde que empezaron las clases nunca has venido a visitarme –me dijo Valeria luego de abrir la puerta, era cierto, sabía dónde vivía y nunca tuve la oportunidad de reunirme con ella, prefería hacer los trabajos desde mi casa.
-Pude haberte llamado, pero tengo que decirte algo personalmente –expresé de forma seria.
-Ok, Adelante.
-No Valeria, no voy a pasar, solo quiero hablar contigo -dije cuando visualicé que detrás de la puerta estaba algún familiar, necesitaba hablar sola con ella.
-Dime ¿qué necesitas? ¿Respondiste todos las cuestionarios de matemáticas? Me tuve que venir temprano.
-Me di cuenta. Te busqué en la escuela después de clases y no te vi –Era cierto, luego de la desdichada conversación con Darwin y soltar unas cuantas lágrimas en el baño salí a buscar a mi amiga y no estaba en todo el territorio colegial.
-¿Quieres un café? Lo tengo servido, si quieres puedes quedarte a almorzar.
Ella insistía en ser amable conmigo y yo con una cara seria sin hallar como empezar la discusión.
-No Valeria, ahorita me iré. Primero dime ¿Por qué le hablaste de mí a Darwin? Te dije que guardarás el secreto -exprese así con enojo.
-¿Qué? ¿Por qué yo qué? -Preguntó extrañada. Yo no hablo con el profesor de matemáticas, solo le pregunto cosas de las actividades, jamás le hablaría sobre ti.
-Pues. Él sabe más de lo que debería saber y arruinó mis planes –le dije.
-Bueno, entiéndete tú con él yo no tengo nada que ver con eso –Aseguró.
-Si no hablaste con Darwin, seguro que se lo comentaste a alguien y se lo dijo a él. Algo dijiste que llegó a sus oídos, yo no lo he mencionado a nadie, eres la única que lo sabía –Dije a manera de reclamo.
-¿Qué sabía qué Natalia? ¿Por qué tan airada? ¿De qué chisme tan terrible me estas acusando? –Interrogó enojada.
-Darwin ya no quiere salir conmigo, no quiere saber nada de mí. Me dijo tantas cosas desagradables, que está decepcionado. Porque yo al parecer le mentí. Y que no soy la que él Pensaba que era. Aseguró que sabe porque soy cariñosa con su hija.
-Seguramente alguien más le metió un chisme de ti, quizás las sifrinas, alguien que estaba celosa de que estuvieras con él. No sé por qué me reclamas a mí.
-Entiende que lo de la niña no se lo dicho a más nadie, probablemente sabe que lo voy a quitar a la niña y eso es un obstáculo para mis planes. Así que la próxima vez no te metas en mis asuntos, no voy a confiar más en ti, no te cuento mis cosas.
-Eres la peor persona que conozco Valeria, arruinaste toda mi vida entera.
Ella pareciera no entender lo que yo le estaba diciendo me fui de allí con la ira por dentro, con la rabia, con el dolor, con la humillación ahora iba a tener que actuar de manera negativa.
****
Narración por Darwin.
Toda la discusión que tuve con Yoskarly hace varios días llegó a mis recuerdos, en realidad yo era el que estaba exagerando la relación, ella tenía razón, su objetivo era expandir la empresa de peluquería y yo evitaba que lo hiciera. Como pareja debo apoyarla si su objetivo es que todo el dinero sea para invertir y está esperando mercancía como me lo dice debo creerle. Ella es una buena madre, debo hacerlo por el bien de nuestra familia – me dije entrando a mi habitación.
Abrí la puerta y la divisé ella, tan bella como siempre, sus piernas se cruzaron entre la cama mientras con la espalda recta usaba su celular.
-¿Cómo estás mi amor? -Le dije, me acerqué y me senté sobre la sabana le di un beso en la mejilla y otro en el cuello. Ella no me respondió ni volteo la cara, su vista seguía fija en el celular.
Empecé a besarla del cuello hasta su espalda por arriba y por debajo de su blusa corta de tiros, mi mano bajó por el contorno de su silueta hasta llegar a sus nalgas. Y subía para explorar sus senos.
-Ya Darwin, no tengo ganas -me dijo retirando mis manos de su cintura.
-¿Te sientes mal? ¿Estás enferma? ¿Estás en tus días? -Le pregunté.
-Estoy bien, solo ocupada.
-¿Revisando tus redes sociales? ¿Eso es más importante que darme placer? -Le pregunté con seriedad.
-Solo no estoy de ánimo, te dije.
-Llevas varias semanas que no quieres estar conmigo, sé que es por algo más. ¿Me está siendo infiel?- Le pregunté.
De haberme querido hubiese volteado a buscar mi boca, hubiese sentido la necesidad de besarme, de tocarme. De preguntarme cómo me fue y contarme sus cosas, pero no lo hace, siempre está aparte en su celular, en su computadora, me miraba seria y casi no me saludaba cariñosamente. Son las señales que da una mujer cuando no quiere a su hombre.
-¡Ya me cansé de ti!
-¿Qué dices? –Pregunté sin entender lo que se refería.
-Lo que escuchaste, no me apetece estar contigo. Me preguntas si tengo otro, pues es verdad desde hace meses y él sí me complace cómo quiero.
-¡¿Qué?¡ ¡Me estás poniendo los cuernos y me lo dices así de sencillo como si nada! –Dije casi paralizado por lo que acababa de escuchar.
-Te lo iba a seguir ocultando, pero me cansas, me fastidias. Definitivamente ya no quiero nada contigo –Me dijo Yoskarly como si yo fuese un mal hombre.
-¿Nada conmigo? Pero vives en mi casa, somos una familia.
-Estoy contigo por el negocio Darwin –confesó-. Todo lo que averiguaste de mí es cierto y no me avergüenzo de ello. Voy a montar una peluquería en Estados Unidos y le voy a colocar solo a mi nombre. En realidad todo el dinero de la ganancia de la peluquería si lo he agarrado para mí, para mis cosas personales, para mí peluquería y no te debo nada, ni te debo rendir cuenta porque yo trabajo allí, soy la jefa y es mi deber que esas ganancias sean para mí.
-¿Y qué es lo que quieres? ¿Que yo te estoy aguantando eso? ¿Qué vivas conmigo solo por mi negocio y me seas infiel y yo quedé como un tonto? –Interrogué desesperadamente eufórico.
-Mis intenciones eran alejarme de ti y lo haré. Vendí el carro me iré para Estados Unidos definitivamente.
-¡¿Cuándo pensabas decírmelo?! Y yo creí que querías arreglar las cosas. Te estaba perdonando por lo que me habías ocultado y tú siempre pensaste en salirte con la tuya.
-Esperaba que cerrara el mes y llegara a mi cuenta la ganancia de las peluquerías, con eso continuar mi vida allá.
-¿Por qué? ¿Por qué haces esto? -He sido muy bueno y consentidor contigo. Te he dotado de todo mi cariño, Te he dado la confianza, te he dado un techo y todos los gastos de la casa los pago yo y ¿así es como me pagas? –Le dije con enojo y decepción.
-¿Y tú crees que es suficiente para la relación? Tú crees que con eso éramos una familia feliz. No apoyabas mis proyectos Darwin. Tu metido en esa escuela no tienes tiempo de expandir el negocio, simplemente me cansé de ti y quiero hacer mi vida.
-Te vas ¿y la niña? La has criado desde que era pequeña, eres su madre. Qué pensará Ashley más adelante cuando se entere de que su madre la abandonó.
-Ella no es mi hija Darwin, la cuidaba por ti, la criaba para que tuvieras tiempo de pensar en los negocios, pero ¿qué era lo que estaba haciendo? ¡Solo quitándote una carga y responsabilidad!
-Pensé que la querías.
-No Darwin no voy a querer la hija de otra, y también me cansé de ella, me cansé de cambiarle los pañales, de hacerle el tetero y de llevarme ese estorbo para todos lados. Me cansé de ti como hombre, tengo a otro y voy a formar una familia con él.
-¡Eres una Perra interesada! ¡Sal inmediatamente de mi casa! –Grite enojado.
-¡Ahorita no me iré! Es muy tarde. Mañana empezaré a hacer las maletas.
-¡No es cuando tú quieras estúpida! ¡Ya no quiero ver tu cara nunca más! ¡No lo entiendes! –Mis cuerdas vocales se iban a reventar de la ira que se transmitía por mi garganta.
-¡Deja de gritarme Darwin! Que esta casa también es mía, con mis ganancias ayudé a hacer las remodelaciones.
Eso me alteró totalmente mis emociones, sentía ganas de matarla y que desapareciera de la vida para siempre. Mis manos agarraron un puño de su cabello y empecé a estremecer a Yoskarly desde la cabeza.
-¡A ti no te corresponde más nada loca! ¡Me has estado robando demasiado todos estos años!
-¡Suéltame! ¡Aléjate de mí imbécil!
-¡Lárgate de una vez! Solté su cabello y le di un golpe por la espalda para empujarla.
Ella se paró rápidamente.
-Me iré, llamaré un taxi ya veo que por tu carácter eres capaz de matarme -Se acercó al closet y empezó a guardar su ropa en la maleta mientras contenía mis lágrimas producida al enterarme de su traición- Mandaré a mi hermano que venga mañana a retirar mis otras cosas.
Salió y un sonido fuerte se escuchó cuando trancó la puerta del cuarto.
Me acerqué a la cuna y cargué a Ashley que tenía rato llorando. La apreté contra mi pecho.
-Calma, que ya se fue esa loca. Ella no es tu mamá, es solo una traicionera –Era inevitable que mis lágrimas corrieran solas por mi rostro.