Capítulo 31
1574palabras
2023-04-12 06:25
-¡Hey! Señorita. ¡No estés desperdiciando el agua! ¡¿Acaso no sabes que es costosa?! ¡Te lo pueden descontar de tu sueldo!
-¡¿Cómo?! No es mi culpa. Esto estaba roto. –Expresé con enojo y nerviosismo.
Ese hombre se acercó y de un apretón a la manilla calmó ese tormento acuático. Estaba casi empapada, quería llorar, pero debido a la pena que sentía seguí con el movimiento para culminar con los platos, vasos y cubiertos que tenía sucios en mi área.

-Lava estas, las necesito para ahorita. Parecía un cocinero por su uniforme, me dejó varias ollas gigantes embarrotadas de pegostes de comida.
-¡Ya casi terminaba! -Me quejé, pero al hombre no le dio importancia y se retiró para continuar cocinando.
¿Qué iba a hacer? Debía continuar con mi trabajo. Lo bueno es que nadie me conocía, ¿qué dirían mis amigas si supieran que estaba en esas condiciones? O mis enemigas, las sifrinas insoportable, o más aún mi profesor detestable, Darwin…
-‘‘¿Qué estará haciendo él en estos momentos? Sé que solo da clases por las mañana, son como las tres de la tarde, quizá está descansando’’- Moví la cabeza para alejar ese pensamiento de mí ¡Por qué tiene que aparecer en mi cabeza ese sujeto!... Ojalá olvidara su existencia para siempre. Ya tengo la evidencia para la prueba, solo necesito el dinero. Por eso aguanto esta humillación.
Sabía que el secado de cabello estaba arruinado, el delantal estaba empapado y había dejado traspasar el agua hacia mi ropa, pero cuando sentí mis dedos de los pies húmedos y un olor desagradable en el ambiente hizo alterar más mis emociones e inmediatamente me puse de pie para averiguar lo que pasaba.
-¿Que sucede? –Pregunté al ver un río de agua roja que bañaba mis zapatos.

-No es nada, solo el frízer que lo están descongelando.
-Y esta agua que corre es por… Ya mi mente me estaba diciendo la respuesta, pero mis palabras no podían pronunciarlo por lo agobiado que estaba mi cuerpo.
-Líquido de las carnes, de la res y el cochino –expresó el almacenista con tranquilidad como si fuese costumbre ese proceso.
-¡Ahhh! –Las lágrimas se me salieron y no esperé hasta el horario de salida para irme a mi casa.

-No volveré más a ese trabajo ¡es un infierno! Dije mediante quejas al llegar a mi hogar.
-Así son esos lugares Nathalia, solo debes usar botas de seguridad –expresó mi tío Bryan con una sonrisa.
-¡No se burlen! ¡Fue culpa tuya tía Carlota! Me deseaste que consiguiera un trabajo donde tuviera que lavar platos.
-No te lo deseé, es el trabajo que consiguen las personas que no tienen profesión, por eso es nuestro esfuerzo para que estudies.
-Carlota tiene razón, de igual modo nos da lástima verte en esas condiciones, ¿cuánto dinero necesitas? Te daremos ese monto cuando acabes este año escolar.
-¡No puedo esperar a culminar el año tío Bryan! Necesito dinero urgente. Ya no volveré ahí, buscaré otro trabajo.
-¿Y de qué trabajarás? Si no sabes hacer nada.
Luego de escuchar ese falso comentario de Carlotas me dirigí a mi cuarto con enojo.
El agua de la ducha limpiaba lentamente mi cuerpo, cuando analizaba que a mis tíos no les importaba mis problemas…
-Y que no se hacer nada –Me quejaba internamente- claro que sí sé… yo se… -En realidad no encontraba un talento el cual pudiera ganar dinero- ¿y si me pongo a vender ropas y cosméticos? –Me pregunté y negué con la cabeza para darme las respuestas- No, la ganancia de esas cosas son pequeños porcentajes, además no quiero que me perciban como una vendedora callejera, ese oficio no es aplaudido.
Encendí mi secador para escurrir el agua de mi cabello lavado. Y el aire caliente me hizo prender un chispazo en la cabeza. -Esto si es algo que hago a la perfección. Tiré la vista hacia la peinadora y observé fijamente los tintes, el maquillaje y las pinturas de uñas.
Una alegría me hizo sonreír al tener al frente las herramientas de mi próximo trabajo. –‘‘Es algo que me puedo dedicar con vocación y sin duda ganaré mucho dinero’’.
****
*Narración por Darwin.
El sol aún no había calentado la ciudad cuando antes de las siete de la mañana frené mi auto, había llegado estacionamiento de la preparatoria. Y al entrar hacia su interior me topé con una colega e iniciamos una pequeña conversación.
-Yo solo estoy aquí por el dinero y la facilidad horaria. Me gradué de Abogada e hice un componente docente. Necesito las tardes libres para cuidar a mi mamá enferma, y este es el empleo que más me conviene.
-Para mí es un trabajo que hago por vocación, sin duda, dar clases me hace sentir bien, procurar que los demás aprendan y sirva como conocimiento en un futuro es mi proyección –Le daba mi punto de vista a la profesora de sociales. Seguí mi camino hacia el pasillo mientras analizaba.
Gracias a dios tenía otros medios para conseguir dinero, mis propios negocios. Y no tenía que depender solamente del pago de la nómina en dirección para cubrir mis necesidades básicas y comprar todo lo que se me antojara.
-Buenos días muchachos –dije al entrar al salón de tercer año.
-Buenos días profesor, seguro que saqué excelente en el examen pasado ¿verdad? –Me dijo la bonita Laura.
-Ahora los voy a entregar, y verán su nota.
Coloqué mi maletín en el escritorio y lo abrí para sacar los materiales de trabajo cuando sentí unos labios femeninos rosar mi mejilla izquierda. Al voltear vi el rostro de Roxelis.
-¿Cómo está mi profesor bello? Su clase es la más interesante de todas.
-Claro, por lo guapo que es usted –dijo Laura- Es verdad que usted está soltero ¿cierto? No habla de su pareja.
-Porque no la tiene, él no se ha casado esperando al amor de su vida ¿no es así?
-No he firmado contrato matrimonial con nadie. Pueden sentarse, voy a empezar la clase –Es lo que le pude responderle. Por su actitud noté que estaban coqueteando conmigo, no les di importancia, tampoco acostumbraba a hablar de Yoskarly. Últimamente hemos tenido una relación algo inestable y mi corazón duda que realmente estuviese enamorado de ella.
-Viste que no tiene pareja.
-Así que Nathalia se equivoca. ‘‘Y qué es un hombre casado y con hijo’’ –dijo Laura de manera sarcástica.
-Ella solo lo dice porque le gusta y quiere que nos alejemos de usted. Pero usted sabe que somos las más lindas de la escuela, ¿cierto?
-Ahí viene la tonta, con su amiga la nerd –expresó.
-Claro, ella solo se la pasa con Valeria para obtener buenas calificaciones, eso no le funciona. Al final sabemos que no estudia.
Quedé mirando como entraba al salón de clase y se sentaba en su puesto, bella como siempre. Me causó un poco de enojo que sus compañeras hablaran tan feo de ella, pero lo que más me impresionó, es que dijeron que les mencionó que yo estaba casado y con hijo. ¿Quién le ha dado permiso para que hablara de mí?
Me levanté y empecé a explicar la clase. Di el plan de evaluación del próximo mes y empecé a entregar los exámenes corregidos a todos los estudiantes.
*Narración por Nathalia.
-Guao Nathalia, ¡felicidades! –Exclamó Valeria al ver las páginas con unas grandes notas. Yo estaba en shock. Creo que nunca en la vida había tenido la nota más altas de la clase.
-En el primer examen saqué nueve, en el segundo que fue el taller contigo, sacamos diez y en el tercero el último examen saqué diez –dije con asombro, todo era en base a diez puntos y mi amiga tenía un punto menos que yo.
-Yo saqué nueve en el primero, diez en el taller y el último examen tuve un error que me bajó la nota a nueve puntos- Aclaró Valeria.
-Bueno, hay que seguir estudiando para los siguientes lapsos –Sonreí y doblé las páginas para guardarlas dentro de mi cuaderno. Salimos del salón.
-Saqué ocho, diez y nueve y estaba contenta hasta que vi las notas de la copiona –Laura se encimó en mí y me jaló el cabello.
-¡Deja! ¿Qué te pasa? –Me enfurecí.
-A ver, que hiciste para tener las notas tan altas, ¿estudiar? No lo creo.
-Aprendí, como cualquiera buena estudiante. Si quieren tener mejores calificaciones que yo dejen de ‘‘sifrinear’’ y pónganse las pilas.
-¿Y qué hiciste? ¿Te acostaste con el profesor?
-Ja,ja,ja ¿ustedes creen? ¿Con Darwin? Si apenas deja alguien se le acerque –expresé con burla.
-¿Y esa es la conclusión que sacan? Nathalia ha aprendido mucho. Se nota que las clases dirigidas le han ayudado bastante –Intervino Valeria.
-¿Así que es cierto? ¿El profe se ha dedicado a explicarte directamente a ti los ejercicios? –Preguntó Laura con asombro.
-Valeria, por favor, la próxima vez no me defiendas –dije mirando a mi amiga con cara seria.
-Vamos a tener que ir a hablar con él. Eso debería estar prohibido, no es correcto tener preferencias de alumnos.
Me quedé mirando a las sifrinas marcharse hacia el área del cafetín, sin hallar como detenerlas, seguramente le iban a reclamar sobre mí a Darwin. Podría surgir un caos, y me hizo prometer que no hablara de su vida privada….
De cualquier modo ya no me importaba, nuestra amistad se había roto hace semanas, y lo único que me interesaría de él sería quitarle a la niña al tener los resultados positivos de la prueba de ADN.