Capítulo 23
1062palabras
2023-03-24 16:14
La memoria de Jayde siempre había sido asombrosa, por lo que respondió con certeza: "El 11 de este mes, jueves, en tres días".
Teresa asintió y preguntó: "¿Jenny te alentó a que me ayudaras a cancelar las otras ofertas y espectáculos de la marca?".
"Sí". Jayde se sentía tan culpable que no se atrevía a mirarla.

"Entonces recuerda guardar capturas de pantalla de los correos electrónicos que pertenezcan a todos los socios potenciales. Necesito usarlas el jueves". 
Hizo una pequeña pausa y agregó: "Espero que de ahora en más pienses mejor antes de actuar, ahora Jenny está confirmada como la amante y si te quedas a su lado, ¿qué pasa con tu futuro?".
De hecho, esa había sido una mancha que Jenny no pudo quitarse jamás. 
Jayde tuvo la sensación de que la mujer con la que hablaba no era ninguna tonta, porque no se supo de ella durante tres años y, cuando reapareció en la escena pública su popularidad comenzó a crecer y la de Jenny, a caer en picada. 
Y no era de extrañar: Jenny se hizo famosa gracias al apoyo financiero de Ashton; Teresa, pisando a Jenny. La única habilidad con la que esta última contaba era la de seducir y, en este caso, no tenía cómo competir con Teresa.
"No te preocupes, tendré más cuidado".

"Durante el tiempo en el que serás mi gerenta, compórtate. No quiero caer por tu culpa", enfatizó Teresa mirándola fijamente a los ojos como una advertencia de que no se le permitiría distracciones ni devaneos en el futuro.
Era la primera vez que Jayde estaba ante una artista tan asertiva y dispuesta a hacerse cargo de sus asuntos. 
Parecía que las habilidades de Teresa en todos los aspectos eran superiores a las de Jenny y que muy muy pronto podría llegar a controlar Spark Entertainment. 
Teresa salió de la empresa, subió al auto y cerró los ojos en señal de cansancio.

"¿Ese cabrón de Aston te está trayendo problemas otra vez?", Brittny preguntó enojada. 
"Habló de separación". Por primera vez, a Teresa se le notaba el sentimiento de fracaso. "A él ya no le importa esta relación, podría decirse que la única que le importa es Jenny. No me quiere cerca", vaticinó impotente.
"Ese hombre es un monstruo. ¿Cómo puede tener el descaro de decir eso después de haberte engañado?", protestó Brittny, estaba tan enfadada que quería irrumpir en la compañía y darle una paliza, pero se contuvo cuando pensó en la situación actual de Teresa.
"Hay que verlo como lo que es: un imbécil. Al menos ya no invertirás más tiempo ni energía en él".
"Vámonos a casa, no quiero hablar más de él", se resignó Teresa.
Jamás hubiera imaginado que Ashton se iba a dejar controlar por Jenny, como un perro faldero que hacía cualquier cosa que la pidiera sin importar lo horrible que fuera, así que debía deshacerse de ella lo antes posible para que su vida transcurriera sin problemas. 
Teresa llegó a su casa y se acostó un rato en la cama; cuando Howie regresó, la vio allí, agotada, y pensó que el día anterior aún en el extranjero, estaba llena de vitalidad. 
Veinticuatro horas después, la encontraba tirada en la cama inmóvil, así que algo malo debía haberle sucedido.  
"Si no te sientes bien, llora; no te guardes nada", la consoló Howie y le dio unas palmaditas en la espalda.
Al escucharlo, Teresa ya no pudo contener las lágrimas y rompió en llanto en los brazos de él. 
"Está bien, te sentirás mejor. No tienes que fingir ser perfecta cuando estás conmigo". Howie le acarició suavemente la cabeza; la madurez y la seguridad que él le transmitía hacían que Teresa se sintiera muy contenida. Después de tanto llorar, el cansancio la invadió y la tristeza se fue desvaneciendo. 
"¿Te sientes mejor?", preguntó Howie.
Teresa se secó las lágrimas y preguntó con cargo de consciencia: "Regresaste tan tarde... no debes haber comido todavía, ¿verdad? Yo...". 
Él negó en un tono tranquilo y cálido que la reconfortaba. 
"Teresa, puedes confiarme cualquier situación por la que hayas pasado; en casa, somos una familia y tenemos que ser sinceros. Somos una pareja y confiamos el uno en el otro, ¿no?", Howie dijo con ternura. "Tuviste un día difícil hoy, ¿no es así? Aquí estoy para cocinarte algo delicioso", dispuso Howie mientras enfilaba hacia la cocina. 
Teresa lo abrazó por detrás y dijo con la voz quebrada: "No te vayas, por favor. ¿Puedes quedarte conmigo un rato más?".
"Uno habla cuando está listo, ¿no es así?". 
Teresa asintió, se levantó de la cama, tomó el brazo de Howie y dijo con coquetería: "Iré contigo, ¿de acuerdo?". 
Entonces ambos se dirigieron a la cocina para preparar juntos una apetitosa cena y, cuando terminaron, se ducharon, uno después del otro. 
Mientras Howie se ocupaba de su trabajo, Teresa cerró los ojos e intentó dormir, pero no pudo. 
"Howie, no puedo conciliar el sueño". Teresa se levantó de la cama y dijo expectante: "¿Me leerías un cuento?". 
De repente, se había convertido ante él en una mujer frágil, delicada y sensible que sentía deseos de acurrucarse en los brazos de su marido. 
Por su parte, Howie ya no era el jefe que solía ser y la tranquilizó con paciencia.  
Teresa, apoyada en su hombro, deseó que el tiempo se detuviera en ese instante. 
Podía parecer insignificante, pero Ashton nunca pasaba tiempo con ella y, por el contrario, el gran jefe de la industria del entretenimiento, Howie, se hizo el tiempo para estar con ella. Eso demostraba que tener mucho trabajo era solo una excusa, si la otra persona quería, podía. 
No demoró en quedarse profundamente dormida y, a la mañana siguiente bien temprano, la despertó el teléfono: era Jayde. 
"No hay nadie en tu apartamento. ¿Dónde estás?", indagó.
"¿Qué pasó?", Teresa evadió la pregunta inicial.
"Desde que Spark Entertainment anunció que ibas a promocionar ese producto de baja calidad, los seguidores en internet piensan que lo único que te motiva es el dinero y suscitar polémicas. Algunos incluso dijeron que si te atrevías a hacerlo, dejarían de seguirte al instante".
"Jenny ha logrado su objetivo".
"Sí, ella eligió adrede este acontecimiento para acabar con tu prepotencia y arruinar tu reputación. ¿Qué hacemos ahora?".
"No te preocupes. Todavía no llega el jueves, no sabemos quién ganará. Deja que critiquen, no hay de qué preocuparse", la tranquilizó Teresa.