Capítulo 31
1151palabras
2023-04-12 22:47
POV EMMET
Mi ex me la estaba poniendo difícil, el que sus padres siguieran diciéndole que ella era la indicada para mí, no mejoraba el asunto, me seguía por todo el internado y en el único momento donde tenía un poco de paz era cuando Lilith estaba conmigo porque al parecer Stefania era lo suficientemente inteligente como para enfrentarse a mi compañera.
- ¿Ocurre algo? - Pregunta Lilith mientras come la comida que Aine había escogido para ella, las dos tenían gustos muy parecidos por lo que ambas comían lo que la otra eligiera- Estás demasiado distraído, los chicos te han estado preguntando un montón de cosas desde que llegue a la mesa y no le has contestado a nada.
-Está saturado- Me burla Maikel y yo le lanzó una mirada de advertencia, la cual él ignora- Veraz, tu novio hace un año tenía una novia muy empalagosa, celosa, posesiva y de mal carácter, ella se fue hace unos cinco meses y antes de que se fuera Emmet termino con ella, pero ahora ella ha vuelto y no lo deja respirar tranquilo, cuando tú no estás, esa bruja lo persigue por todo el internado.
- ¿Es así?
Ante la pregunta de Lilith tuve que dejar de mirar a mi amigo y la miré a ella, no estaba enojado, solo estaba mirándome sería, esperando mi contestación, la cual no quería salir de mi boca, no por miedo a que se enojara, sino porque me daba vergüenza el hecho de haber estado con Stefania, ella era todo lo que yo odiaba de las chicas y solo había estado con ella por presión de la manada.
-Si- Afirme suspirando- Fue hace un año y lo termine yo, no porque se iba a ir, sino porque no la soportaba, jamás quise ser novio de ella, pero la manada me estaba presionando, creían que no me gustaban las mujeres por el simple hecho de que no vivía como ellos- Lilith me miraba atentamente mientras yo le explicaba- Por lo que decidí ponerme de novio con Stefania, la cual fue una pésima decisión y ahora sigo pagando esa mala decisión, me persigue por todo el internado solo para que te cuenten que ella anda persiguiéndome y pienses lo peor.
-Voy a suponer lo peor si no eres completamente sincero conmigo- Me responde- Tú tienes que ser el que me hable de las cosas como estas porque si no voy a opinar que lo estás ocultando solo porque sigues sintiendo algo por ella.
-Jamás sentí nada por ella.
- ¿De quién hablan? - Escucho la vos de Stefania detrás de mí y un escalofrío recorre mi cuerpo, suponía que se iba a mantener alejada de mí mientras estuviera mi novia, sin embargo, acá estaba, jodiéndome la vida- Espero que no estés hablando mal de mi cariño.
-Él no es tu cariño- Ruge Lilith parándose de la mesa y poniendo las manos en puños sobre la mesa- Es mi novio, por lo que prefería que no lo llames así.
-Desde chicos lo llamo así- Habla Stefania- Lo conozco hace más tiempo que tú y tengo el derecho de llamarlo como a mí me dé la gana.
-Ella tiene razón Stefania- Dije parándome de mi lugar para ir donde estaba mi novia y ponerle mi brazo sobre su espalda en forma cariñosa- Lilith es mi novia, ella tiene el derecho de llamarme como se le dé la gana y también tiene el derecho de impedir que otras mujeres me llamen como ellas quieren y como loba de mi manada tienes que aceptar lo que ella quiere, ella es mi compañera, lo que quiere decir que es tu Luna y le debes respeto y protección.
-Aún no se ha consumado- Stefania estaba furiosa con lo que le dije, sin embargo, ella tenía razón, la alianza entre Lilith y yo no se había consumado, pero ella había aceptado ser mi compañera ya delante de toda la manada por lo que eso la convertía en una futura Luna- Y aunque se hubiese consumado, ambos sabemos que ningún Alfa de nuestra manada ha conservado a su Luna por mucho tiempo.
La miré furioso, no porque mintiera, sino porque odiaba el hecho de que ella supiera tanto de algo que nadie tendría que saber y menos ella, por lo que después tendría que hablar con mi madre y tratar de que entendiera que no era buena idea que Stefania fuera a la biblioteca de casa, en ese lugar había secretos que no podían ser revelados.
-El que creas tener información sobre mi familia no te da derecho a utilizarla en mi contra- Le advierto- Aparte lo que estás diciendo solo es una maldita leyenda, no tiene nada de cierto y lo sabes, sino mi hermana y yo no existiríamos si mi padre no estuviera con su Luna.
Stefania me mira furiosa y se va a largas zancadas, lo cual me causo gracia, no obstante, no calmo mi enojo, mi madre estaba cometiendo algunos errores por el amor que sentía por Stefania y si seguía cometiéndolos todos descubrirían la verdad sobre la familia y mi padre aún no quería que nadie lo supiera, no hasta que encontráramos una solución.
-Es una loca.
-Demasiado- Le doy la razón a mi novia y luego la atraigo hacia mí y le doy un beso en la frente- Lo bueno es que ya la pusimos en su lugar.
Ella sonríe y me da un corto beso en los labios, para luego apartarse de mí toda colorada, no había esperado ese beso, sabía que no le gustaban demasiado las demostraciones de afecto por lo que me sorprendió mucho que me diera un beso, aun así, se sintió demasiado bien ser besado por ella, amaba que me besara así fuera por mí estaría siempre pegado a ella besándola.
- ¿Qué vamos a hacer para tu cumpleaños? - Me pregunta Lilith haciéndome acordar que la fecha se acercaba- ¿Tienes algo pensado?
-Nosotros si- Contesta Donovan antes de que yo respondiera- Podemos ir a la cabaña el finde y festejar el cumpleaños en el lugar, es lo mejor que tenemos porque la otra opción sería quedarnos en este sitio encerrado sin saber qué hacer.
- Encima la loca seguramente va a estar persiguiéndote todo el finde para regalarse por tu cumpleaños- No entendía por qué seguía siendo amigo de Maikel decía las cosas menos oportunas en los peores momentos- Por lo que es mejor no solo para ti, sino para todos escaparnos el finde semana para estar tranquilos, hasta a mí me cansa que una loca te acose.
Mire a Lilith ante lo dicho de Maikel y veía cómo trataba de contener una sonrisa, a ella le hacía feliz que nuestros amigos trataran de cuidar nuestra relación, aunque de una forma que la verdad no me gustaba mucho, sin embargo, mientras hicieran sonreír a mi novia, no me importaba las formas que utilizaban ellos.