Capítulo 11
975palabras
2023-02-16 07:07
POV JONH
Cuando Emmet y Lilith se marcharon del restaurante mi madre me quedo mirando con mala cara, sabia lo que me iba a esperar cuando volviéramos a sus dominios, sin embargo, no me importaba, mi madre no iba a hacer lo mismo que había hecho con Isabella y yo, no se lo iba a permitir.
-¿Sabes que con esto alejaste completamente de nuestro control a tu hija?- Me pregunta y yo asiento con una sonrisa- ¿Por qué lo hiciste?- Me pregunta nuevamente y yo me encojo de hombros- Sabes que la necesitamos, que su hermano gemelo la necesita, o pueden estar separados por más tiempo.

-Eso no te importo antes- Espeto aún con una sonrisa en los labios porque sabía que había muchos ojos puestos en nosotros, por eso Emmet había accedido a traer a Lilith, lo cual agradecía- Por lo que no intentes decirme que te importa en algo alguno de mis hijos porque no es así, ni siquiera yo te intereso madre.
Con eso último me pare y la deje sola en el restaurante, yo solo había venido porque mi hija iba a venir, pero ella ya no estaba por lo que no necesitaba estar más tiempo en este lugar y mucho menos al lado de una mujer que ni siquiera tenía amor de madre.
Mi padre cuando vivía excusaba su comportamiento diciendo que ella no era así, simplemente tuve que ser así para que su familia no sufriera, sin embargo, dudaba mucho que mi padre tuviera razón en cualquier cosa que dijera de mi madre porque él adoraba todo de ella, de una forma que jamás lo entendí, ella lo trataba mal y el más aferrado a ella parecía. Él siempre decía que el amor era de esta forma, se aguantaba todo por amor, sin embargo, con Isabella conocí que no, que las cosas no eran de esta forma, cuando amas a una persona no la haces sentir mal, es más, te esfuerzas todos los días para ser mejor persona para esa persona la cual te hace feliz con solo verla.
Mi madre no era así, mi madre destruyo a todas las personas que una vez la amaron, el único que continuo fiel a lo que sentía por ella había sido mi padre, porque yo ya ni siquiera odio, sentía por ella, lo único que sentía era lástima por una persona que jamás había logrado ser feliz, porque siempre quería más y más poder y por eso mismo quería a mi hija, ya que ella es la solución al cese de poder que se estaba produciendo desde el día de su nacimiento.
Aún no había averiguado el porqué estaba pasando esto y las cosas estaban empeorando, las brujas de Nueva Orleans no podían controlar sus poderes, muchos lobos no podían controlar su cambio y los vampiros cada día mataban a más personas porque no podían controlar su sed de sangre, por lo que tenía que encontrar una solución antes de la luna de sangre porque si no lo hacía estaba seguro de que la única solución que mi madre iba a encontrar era sacrificar a mi hija y con ella a su mellizo, no solo la iba a perder a Lilith, sino que también lo iba a perder a Deimon y no lo podía permitir, ya había perdido al amor de mi vida no podía perder también a mis hijos solo por mera suposición de mi madre.
-Cuanto te extraño- Dije en un susurro mirando al cielo el cual estaba nublado- Te necesito tanto Isabella.

Por ella y por todo lo que prometí tenía que encontrar una solución para poder salvar a nuestros hijos de las garras de mi madre, sabía que si ella aún estoy acá, encontraría una solución para todo esto, ella podría poner a salvo a nuestros hijos, ya que era experta en solucionar cosas que nadie podía, sin embargo, ahora no estaba y la única que me podría ayudar con todo esto ni siquiera sabe que todo esto existe porque Isabella la había mantenido ajena a todo este mundo sobrenatural para mantenerla a salvo y aunque ella había estado en lo correcto al hacer esto en su momento ahora no le iba a ayudar de mucho, no cuando su poder empiece a descontrolarse por no usar su magia.
Solo esperaba que si llegaba a descontrolarse Deimon pudiera encontrar una forma de protegerla, era el único que tenía una conexión tan fuerte con ella para poder contener su magia, ya que yo no podía entrar al internado por petición de la madre y hermano de Isabella, los que quieren mantenerse lo más alejado posible de mi familia y si yo pudiera hacer lo mismo que ellos lo haría, pero estar con mi familia estaba seguro de que me ayudaría a encontrar una forma de devolver el poder a todos los brujos para que mi madre no hiciera el sacrificio de la luna de sangre, un sacrificio que no se hacía desde hace muchos años y que no iba a ser bueno volver a empezar a hacerlo ahora, ya que los sacrificados iban a ser niños.
No sabía qué niños iba a sacrificar, pero sabía que tenía que ser un lobo, un vampiro, una hada y una bruja, sabía quienes iban a ser la bruja y él hada, solo había una hada en Nueva Orleans en este momento y la bruja tenía que ser con la que empezó todo por lo que esa iba a ser Lilith, solo me faltaba descubrir quien iba a ser el lobo y el vampiro, ya que no podía usar a cualquiera, tenían que ser los más poderosos de su especie, y aunque tenía a dos personas rondando en mi cabeza sabia que mi madre no los podía utilizar, no si no quería que todo Nueva Orleans se levantara contra ella y nuestra familia.