Cuando regresamos al dormitorio después de comer alguna comida que nos trajeron los chicos después de que se dieron cuenta de que no quería hablar más.
-Disculpa si te dije algo que te hizo sentir incómoda- Me dijo Ainé cuando ya estábamos acostadas, nuestras camas estaban demasiado juntas, solo la separaba una mesa de noche- No era mi intención.
-No te preocupes- Le digo- Yo estoy demasiado sensible, me pongo mal por cualquier cosa.

-¿Extrañas a tu mamá?
Miro hacia donde estaban los chicos dormidos, no quería que ellos pensaran que era una niña llorona.
-Mama siempre estaba para mí- Le contesto arreglando mi cabello colorado- No era perfecta, pero me amaba y ahora no tengo a nadie quien me ame tanto como ella lo hacía.
-Nadie te va a amar como tu madre- Me dice triste- Ni siquiera personas que pertenecen a tu familia pueden igual al amor que te da tu madre, pero tenemos que seguir adelante, por ellas, por todo ese amor que nos tuvieron.
Le sonrió para después taparme con todas las sabanas para poder dormirme, hoy iba a ser la primera noche de muchas en este lugar.
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Jamás pensé que iba a ser tan difícil dormir, sin embargo, aunque lo intente, no pude dormir ni un poco, por lo que me vi en la necesidad de sacar mi celular y distraerme un poco con algún juego, sin embargo, encontré un WhatsApp de Daniel. En el cual me preguntaba si estaba bien.
Sonrió al saber que aún tenía a alguien el cual se preocupaba por mí, era un alivio, ya que desde que había muerto mi mamá me sentía que él iba a desaparecer, sin embargo, acá tenía un msj de él, demostrándome que eso no iba a ser así y que él iba a estar conmigo, aunque estaba a muchos kilómetros de distancia.
"Estoy bien" Le escribí "Aunque estoy sin dormir"
No me imagine que la respuesta llegaría tan rápido, ya que el msj me lo había mandado unas tres horas atrás, sin embargo, antes de que saliera de la aplicación de WhatsApp ya tenía su msj.

"¿Por qué?" Me pregunta "¿Conociste a tu familia?"
"No" Contesto "Me pusieron en un internado, apenas pise Nueva Orleans"
"Mi oferta sigue en pie"Me Escribe "Puedo tratar de hacer algo para que vuelvas y yo ser tu tutor"
"No está bien" Le escribo bostezando "Ya estoy acá y tampoco van a hacer muchos años"
"Un año y meses" Me recuerda "Pero si quieres estar donde estás, está bien respetaré tu decisión, pero puedes mandarme un msj cualquier cosa"
"Lo sé" Escribo "Gracias"
Bloqueo el celular antes de que el escriba alguna respuesta y lo pongo debajo de mi almohada bostezando una vez más, al parecer el sueño estaba viniendo a mí y como sabía que si nos dormía después iba a estar de mal humor, decidí cerrar mis ojos hasta que me quede profundamente dormida. 
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Pensé que si lograba dormir algo cuando me despertara no estaría del humor que estaba en este momento, sin embargo, estaba completamente equivocada, no solo estaba con un humor de perros, sino que también tenía un espantoso dolor de cabeza, el cual en este momento me tenía demasiado mal y todo era culpa de las malditas pesadillas que había tenido.
-¿Quieres ir a la enfermería?- Me pregunto Aine mientras íbamos al comedor- Le puedo mandar un msj a los chicos y decirles que nos guarden algo de comida.
- No- Niego suspirando- Es mejor que vallamos a comer algo y si después de haber comido, el dolor de cabeza persiste ir a la enfermería.
Ella asiente y ambas seguimos caminando ambas solas, los se habían levantado mucho más temprano para ir a entrenar con el equipo de Fútbol o eso es lo que me había dicho Aine cuando me desperté y pregunte por ellos al no verlos dormidos en sus camas.
Al parecer ellos siempre entrenaban cuando no tenían nada que hacer porque querían ser los mejores jugadores y porque no querían hacer otra materia extracurricular, por lo que siempre estaban entrenando para tener la escusa perfecta de que no tenían tiempo para nada más.
Aine me había contado que existían cinco clases extracurriculares y todos los alumnos tenían que tener por lo menos una, por lo que ella había elegido repostería porque le encantaba hacer postres, después estaban, danza, lucha libre, canto y fútbol. 
-Señorita Clutterbuck- Me llama un hombre y yo miro hacia donde escucho la voz- Me mando su abuela para que la escolte a la mansión.
Lo quedo mirando un segundo y después le hago una seña a Aine para que siga caminando, no quería que ella se perdiera el desayuno por la interrupción de este hombre.
-Me quedo contigo- Me dice sonriendo- No pienso dejarte sola.
Le sonrió y después miro al hombre que estaba a unos pasos de nosotras, tenía unos cuantos años más que yo, eso era seguro, su cabello era largo, negro y estaba atado en una coleta, su físico era igual o mucho mejor que el de mis compañeros de habitación, pero lo que me llamo su atención fueron sus ojos negros, eran un negro si los veía de noche seguramente me espantaría por el vacío que producía cuando los miraba fijamente.
-No voy a ir a la mansión- Le informo- Por lo que puedes regresar y decirle a la mujer que te mando a llevarme que declino su invitación.
-No puedes decirle que no- Me dice enojado- La señora Clutterbuck es tu abuela.
-Yo no tengo abuela- Le digo enojada empezando a caminar otra vez al comedor- Y tampoco jamás la necesité, por lo que puedes volver a avisarle a la señora Clutterbuck que puede seguir fingiendo que no existo.
Cuando estoy a unos pasos de entrar al comedor, siento cómo jalan de mi brazo y me empiezan a mover hacia la salida, Aine grita como si su vida dependiera de ello mientras yo miro enojada al hombre que me jala.
-Suéltame- Le ordeno completamente furiosa-No puedes obligarme a ir donde no quiero ir.
-Tu abuela me dio una orden- Me dice enojado- Y tú no vas a impedir que yo cumpla algo que me pidieron.
-Ella te dijo que la sueltes- Escucho una vos que no conocía detrás de mí- Idiota
-No te metas en este angelito- Dice entre dientes mientras seguía arrastrándome- Tengo una ordene y la voy a cumplir.
-Suéltala ya- Esa vos extraña me hace sentir escalofríos y no era a la única, al parecer porque el chico que me estaba arrastrando paro en seco y miro hacia donde venía esa vos- Si ella no quiere ir no puedes obligarla.
-Señor
-Señor una mierda- Dice esa vos y yo miro hacia la puerta del comedor, donde estaba Aine y tres chicos que miraban al enviado de mi abuela bastante enojados- No puedes venir al instituto y sacar a alguien a la fuerza porque tu señora te lo pide, este instituto no es propiedad de los Clutterbuck.
No espere a que el idiota que me quería llevar contestara para acercarme a él y darle una fuerte y sonara cachetada por haber tratado de llevarme encuentra de mi voluntad, el chico me quedo mirando entre sorprendido y enojado, aunque no era el único que se miraba sorprendido porque cuando empece a caminar hacia la puerta del comedor Aine y los tres chicos también me miraban sorprendidos.
-Dile a mi querida abuela- Digo agarrando la mano de mi nueva amiga para empezar a caminar hacia el comedor- Que si vuelve a tratar de llevarme contra mi voluntad a algún lado le digo a mi abogado que luche por mi tutela, no estoy para estúpidas fiestas de presentación, mi madre murió y tengo que guardar luto- Luego miro a los chicos que me ayudaron y les sonrió- Gracias por ayudarme.
Ninguno contesto por lo que me adentre al comedor aún con la mano de Aine entre las mías.
Esperaba que todo lo que me quedaba aquí no fuera como este maldito día porque si mi abuela aún quería seguir imponiendo su voluntad en mi vida en menos de una semana le mandaría un msj a Daniel para que luchara por mi custodia.