Capítulo 3
2257palabras
2023-02-09 13:39
Ver el instituto desde adentro fue más asombroso, mis ojos y boca estaban abiertos mirando lo bello que era por dentro.
-Cierra la boca te entrarán moscas- Me dijo Jay sonriendo- El edificio en sí es tiene muchas cosas buenas por lo que te vas a asombrar mucho, a este internado vienen chicos con padres con mucha plata por lo que los directivos siempre quieren darle lo mejor.
-Estás diciendo que todos los chicos de acá son niños consentidos

-Por lo que sé tú también lo eres- Me dice parando su caminar y mirándome- Mandaron toda tu información cuando pidieron que te incorporaran al instituto y como soy el profesor a cargo sé que tu mamá no era pobre.
-Mi mamá no era pobre- Afirme- Pero no soy una niña consentida, mi mamá me daba lo que necesitaba y no todo lo que le pedía. Por lo que dudo que me parezca a cualquier persona que esté en este edificio
Él me mira como si no me creyera para después dirigir su mirada hacía mis grandes maletas
- Creo que si te hubiesen dado solo lo necesario no tendrías dos maletas hasta reventar- Me susurra acercándose a mí más de lo necesario- Pero en una cosa tienes razón, no creo que te parezcas a nadie de este edificio, es como si no fueras la verdadera hija de Isabela.
Cuando el nombre de mi madre salió de su boca me quede muda, él conocía a mi madre, no entendía como o porque, pero él la conocía y tenía ganas de preguntarle el porqué la conocía, sin embargo, nada salió de mi boca.
-Profesor Miller- Lo llamo una mujer de cabello celeste y cabello castaño- Deja de hablar de más y ve a llevar a la Señora Elena a la casa de los Clutterbuck, Seguramente ella tiene mucho que informarle a la abuela de la señorita Clutterbuck. 

Él asiente y antes de irme me dirige una mirada como si me estuviera prometiendo decirme algo después.
-Señorita Clutterbuck sígame- Me dice la mujer con una sonrisa en sus labios- es mejor que le muestre su habitación para que pueda descansar antes que los chicos vuelvan de su entrenamiento porque dudo que la dejen descansar cuando vuelvan.
-¿Chicos?
-Este internado es mixto por lo que chicas y chicos comparten dormitorio- Me explica y yo la miro horrorizada, no podía creer lo que me estaba diciendo- No tienes por qué preocuparte, vas a tener una chica también en la habitación, creo que su nombre era Ainé Commonseeker, ella entró al instituto hace dos semanas si no me equivoco por lo que eso las convierte a ambas en las más nuevas.

-¿Con cuántos chicos voy a compartir la habitación?
-Tres- Me contesta- Los gemelos Donovan y Emmet Stone, los tres son buenos chicos, muy respetuosos, estudiosos y jamás faltan a sus clases.
-¿Los baños también son mixtos?- Pregunte con temor- Perdone por todas las preguntas es que jamás compartí nada con nadie y mucho menos con un chico o un hombre, siempre fuimos mi mamá y yo.
A la mención de mi mamá la señora deja de caminar de golpe y su rostro se vuelve serio como si algo le molestara, pero no dijo nada más hasta que empezó a caminar nuevamente.
-Los baños están en cada habitación- Al escuchar eso yo suspiré tranquila- Con las únicas personas que vas a tener que compartir el baño van a ser con los que compartes habitación.
Caminamos unos cinco minutos más calladas, solo escuchando las rueditas de mi maleta, hasta que llegamos a un sector donde había muchas puertas y muchas personas salían de ellas con maletas.
-Muchos se irán a pasar las fiestas con sus familias- Me informa parando en una puerta- Me informaron que a ti te vendrán a buscar mañana y luego nuevamente te traerán.
-Lo dudo- Contesto- Les dije que no estaba de ánimos para pasar las fiestas con personas que no conozco, prefiero quedarme y leer un libro.
Ella sonríe, una sonrisa que me hizo acordar mucho a mi madre.
-Eres igu...-Se corta antes de continuar- Me olvidé de presentarme, soy Casandra Miller- La mira asombrada, ese mismo apellido era el que tenía el profesor, por lo que ellos tenían que ser parientes, sin embargo, no se parecían en nada -la directora del internado, si necesitas algo puedes preguntarle a cualquiera de tus compañeros donde está mi oficina, por lo pronto te dejo, esta es tu habitación, tus compañeros ya saben que hoy vendrías, pero como dije los chicos están en su entrenamiento y la única que seguro esta es Ainé
Yo asentí y vi cómo seguía caminando mientras los chicos la saludaban.
Cuando desapareció de mi vista abrí la puerta que estaba frente a mí y me metí con mis dos maletas, mis brazos ya estaban cansados de arrastrarla por todo el instituto.
-Bienvenida al internado Marie Laveau- Me grito una chica saltando frente a mí y haciéndome caer por el susto- Perdón, no pensé que te iba a asustar, es que estoy tan contenta de tener a una chica conmigo en esta habitación que me emocione un poco mucho.
Ella era una chica demasiado hermosa, cabello negro, cuerpo sexi y unos pares de ojos color café
-No te preocupes- Le digo tratando levantarme, pero mi pie me dolía horrores, parecía que me había lastimado con la caída- Yo estaría igual que tú si estuviera sola con tres chicos durmiendo.
-¿Te lastimaste?-Me pregunta preocupada ayudándome a levantarme y después hace que pase mi mano por su cuello- Te voy a ayudar a llegar a tu cama.
-Gracias- Le digo tratando de poner todo mi peso en ella porque en serio me dolía el pie-Por cierto mi nombre es Lilith Johnson, aunque acá creo que todos me van a conocer como Clutterbuck.
-Soy Ainé Commonseeker-Me dice sonriendo- Y en serio lo lamento
-Está bien- Le digo con una sonrisa cuando ella me deja en la cama- Son cosas que pasa.
-Tendríamos que ir a la enfermería- Me dice y yo niego con la cabeza- Es que si tienes el pie así mañana no vas a poder bailar en la fiesta que hace tu familia.
-¿Conoces a mi familia?- Ella niega- ¿Entonces como sabes que van a hacer una fiesta?
-Los muchachos estaban diciendo que los Clutterbuck mañana hacían una fiesta de presentación para un integrante de la familia- Se explica yendo hasta donde estaba mis maletas y trayéndolas hasta donde estaba yo- solamente uni la información, tú eres una Clutterbuck por lo que creo que es tu fiesta de presentación.
-Pensaba que era una fiesta por Navidad- Digo moviendo el pie que me dolía para ver si dolía mucho- Aunque ahora que lo dices Elena me había dicho que no podía faltar porque me iban a presentar ante la sociedad.
-¿Sabes lo que significa eso?
-No- Niego- ¿Qué significa?
-Te van a presentar en sociedad para conseguirte un pretendiente y casarte- Me informa mirándome, yo la miro como si no le creyera mucho lo que dice, sin embargo, tenía mucho sentido- Escuche que la familia Clutterbuck sigue muchas tradiciones y una de ellas es esta.
-Lástima que mañana solo van a tener una simple fiesta de Navidad- Le digo sonriendo- Le he dicho a Elena que no iba a ir a ninguna fiesta y la verdad ahora agradezco mi elección.
-Nadie le dice que no a los Clutterbuck
-Y a mí nadie me obliga a ir a donde no quiero ir- Le digo- Si quieren llevarme van a tener que venir ellos mismo y arrastrarme 
Ella me mira con una sonrisa y después se sienta en mi cama. 
-Me caes bien 
-Y tú a mí- Le digo abriendo una de mis maletas- Y me caerías mucho mejor si me ayudas a guardar mi ropa y mis libros.
Ella asiente con una sonrisa.
Las dos nos encargamos de guardar todas mis cosas en el armario que nos pertenecía a ambas, era bastante amplio por lo que no tuvimos problema en guardar todas mis cosas.
-Al parecer te gusta mucho leer.
-Desde chica- Le cuento- Mama muchas veces me llevaba a los lugares que desfilaba y para que pasara el tiempo me compraba libros, esto no es nada comparado con los que aún tengo en casa.
-Lo lamento- Me mira con tristeza- Yo también perdí a mi madre por lo que sé que se siente.
-Es horrible- Digo mirándola- Sin embargo, tenemos que seguir adelante.
Sin ganas de querer hablar más me levanto y cojo una toalla para ir a bañarme.
-Cuando termines de bañarte iremos al comedor a cenar- Me dice son una sonrisa, yo asiento y me adentro al baño.
Mi ducha es la más rápida que me he dado nunca, no quería que los chicos entraran y me vieran desnuda, porque como olvidadiza que soy no había traído mi ropa para cambiarme en el baño.
Cuando salgo del baño aún no veo a ninguno de los chicos por lo que suspiro aliviada y me dirijo al ropero para ponerme lo primero que encuentro.
-¿Tu mamá era modelo no?- Me pregunta y yo asiento- Parece que a ti no te gusta mucho la moda por lo que veo.
-Pensé que te habías dado cuenta de eso cuando estábamos arreglando mi ropa- Le dije rodando mis ojos- ¿Nos vamos?
-Si- Afirma sonriendo- Seguramente los chicos ya están haya porque hace rato ya tendrían que haber llegado 
Amabas salimos de la habitación callada y caminamos las dos por los desiertos pasillos que nos dirigen hacia el comedor.
-No pienses que siempre todo está tan vacío- Me dice- Casi todos se fueron a sus casas por las fiestas.
-¿Tú no te vas?
-Mi padre es profesor acá- Me comenta- Antes la pasaba con mi mamá cuando mi padre se ausentaba por estar en este lugar, sin embargo, ahora que mama ya no está, voy a pasar las fiestas aquí con papa, si quieres puedes unírtenos si sigues sin querer ir a la fiesta de tu familia.
-No te ofendas, pero prefiero estar en la habitación leyendo algún libro- las dos entramos al comedor donde se veían a pocos chicos- No creo volver a festejar las fiestas de la misma forma que antes.
-Te entiendo- Me dice mirando hacia delante- Mira haya están los chicos.
Dirijo mi mirada hacia donde ella me señalaba, supe de inmediato quienes eran los gemelos Donovan, no porque se parecieran, ya que sencillamente hasta yo podría parecerme a ellos tanto como ellos se parecían entre sí, sin embargo, sus sonrisas eran una copia exacta por lo que me arriesgaría a decir que ellos eran los hermanos Donovan y el chico de cabello negro, ojos azules y cuerpo demasiado bien entrañado tendría que ser Emmet Stone.
Mis compañeros de habitación eran demasiado hermosos para mi propio bien, esperaba que no todos los alumnos de este internado fueran así porque si no estaría en graves problemas con mis notas escolares.
Los tres miraron hacia donde estábamos nosotras y le hicieron señal a Ainé para que se acercara y ella me agarro de la mano para que la siguiera.
Lo único que quería era perderme, jamás había sido buena hablando con chicos y dudaba mucho que hoy me saliera bien. Sin embargo, mi nueva amiga me seguía arrastrando con ella hacia donde estaban ellos.
Al llegar dónde estaban ellos los tres nos sonríen, tres sonrisas perfectas y hermosas estaban dirigidas hacía nosotras y yo estaba a punto de derretirme.
-Llegas tarde- Le dice uno de los chicos mirando a Ainé y después a mí- ¿Ella es Lilith Clutterbuck?
- Si- Afirma sentando- Y no llegue tarde, son las siete, ustedes llegaron demasiado temprano.
Los tres chicos vuelven a sonreír al mismo tiempo y Ainé tira de mi brazo para que me siente al lado de ella.
-Este idiota de acá es Emmet Stone- Empieza hablando Ainé presentándome a los chicos- El que está a su lado es Maikel Donovan y su gemelo Tomás Donovan, aunque la verdad no creo que sean gemelos, ninguno de los dos se parece en nada.
-Como saben soy Lilith Clutterbuck- Les digo mirándolo a cada uno solo por segundos- Espero que nos llevemos bien.
-Eres nuestra compañera por lo que estoy seguro de que nos llevaremos bien- Dice Maikel- Solo sigue las reglas del internado.
-¿Reglas?
-¡Oh! Me olvidé de informarte- Dice Ainé sonriendo- En el internado Marie Laveau existen reglas, no son muchas, aunque si tienes que seguirla al pie de la letra- Veo como los chicos se miran entre sí y hacen una cara extraña, sin embargo, no les preste mucha atención- Tienes que llevar el uniforme a todas las clases, cuando no estamos en clases podemos ponernos cualquier estilo de ropa, tienes que respetar el horario de comida, no se nos permite ir hacia los bosques y no podemos llegar tarde a ninguna clase.
No eran reglas que no pudiera seguir, la verdad que eran reglas bastante fáciles y muchas ellas ya las seguía cuando vivía con mi mamá, ella mi alimentación y mis estudios las tomaba muy en serio, por lo que tenemos reglas como estas, desde que era chica.
El acordarme de mi mamá me hizo que quisiera esconderme en cualquier lugar, la entrañaba más de lo que nunca pensé extrañar a nadie y la necesitaba más de lo que estaba dispuesta aceptar, yo no quería esta vida sin ella, no quería estar acá encerrada en este internado y mucho menos quería que la familia departe de mi padre decidiera por mí.