Capítulo 49
1255palabras
2023-02-23 00:01
Después de colgar el teléfono, Hannah le indicó al conductor que cambiara de dirección para ir al Hotel Majestic Cavern.
Ese era un hotel de seis estrellas y uno de los mejores de Sashie. Además, su especialidad eran los platillos de Fliysau, los cuales eran realmente deliciosos. Aunque ella había oído hablar de ese lugar, nunca lo había visitado. Si recordaba correctamente, Canics Group tenía acciones de esa empresa, por lo que Kevin era uno de los dueños.
De repente, ella se arrepintió de haber aceptado la invitación de su amigo, sin embargo, ya era muy tarde, pues sería demasiado grosero de su parte llamarlo para decirle que no asistiría.
Ya que se había comprometido, ahora debía cumplir. De todos modos, ella no corría ningún peligro a su lado.
Eran casi las ocho de la noche, y aunque la gente había salido de sus trabajos hacía mucho tiempo, encontraron en el camino varios embotellamientos, ya que las calles de la ciudad estaban atestadas de carros. Afortunadamente, Hannah no tenía prisa por llegar, así que se relajó en el asiento trasero del taxi y contempló la bulliciosa vista nocturna a través de la ventanilla. Estaba un poco aturdida y mil ideas pasaban por su mente.
Antes de que ella pudiera darse cuenta, el coche se estacionó frente al majestuoso edificio del Hotel Majestic Cavern.
"Señorita Porter, hemos llegado". Como Hannah estaba sumida en sus pensamientos, el taxista se volvió hacia ella.
Al oír que la llamaba por su nombre, ella se quedó muy asombrada. "¿Usted me conoce?".
"¡Por supuesto que sí! ¡La vimos en la televisión y usted es el ídolo de mi hija!", respondió el chofer con una sonrisa honesta. Luego, preguntó tímidamente: "Señorita, ¿podría darme su autógrafo? Estoy seguro de que mi hija se pondrá feliz si se lo llevo".
"¡Claro! ¿Tiene algo donde pueda escribir?", respondió ella con amabilidad.
"Mis amistades no me creerán cuando les diga que la llevé en mi taxi", dijo el hombre mientras sacaba rápidamente su bolígrafo y buscaba una hoja de papel en la guantera del auto.
Entonces, ella tomó las cosas y escribió cuidadosamente: "Estudia mucho y se te abrirán las puertas de un futuro brillante". Luego, ella estampó su firma y le dio el papel al conductor. "¿Cuánto fue del viaje?".
Él tomó el autógrafo de sus manos con alegría y leyó lo que Hannah había escrito, luego, agitó la mano y dijo: "No es nada. Ha sido un honor para mí ser el chofer de la intérprete de nuestro presidente".
Sin embargo, ella sonrió asomándose a ver la cantidad que marcaba el taxímetro y colocó unos billetes sobre el asiento delantero. Luego, abrió la puerta y se despidió: "Gracias, salúdeme a su hija".
Inmediatamente después, ella se bajó del taxi.
De repente, vio a Kevin esperándola en el vestíbulo del hotel, así que se dirigió hacia allí.
"¡Qué bueno que llegaste!", dijo él yendo a recibirla hasta la entrada.
Hannah se dio cuenta de que él estaba muy emocionado y le ofreció una tímida sonrisa.
Al darse cuenta de eso, él se puso más contento y se acercó a ella: "¡Vamos, entremos!"
Dicho eso, él puso su brazo alrededor de sus hombros.
Al darse cuenta de que él la estaba abrazando, ella frunció el ceño ligeramente y pensó en quitárselo de encima, pero, en ese momento, estaban pasando muchos transeúntes por la entrada del hotel y le dio un poco de vergüenza. Por otro lado, él era el director de Canics Group y ella la famosa intérprete del presidente, por lo tanto, una escena desagradable podría afectar la reputación de ambos.
Después de reflexionar un momento, decidió dejar las cosas como estaban y asintió levemente caminando hacia el interior del hotel a su lado.
Mientras tanto, aproximadamente a veinte metros del Majestic Cavern Hotel, un lujoso automóvil negro circulaba sin prisa por la calle. En el asiento trasero iba William, quien estaba exhausto después de un ajetreado día de trabajo. De repente, él volteó distraídamente para mirar a través de la ventana y vio la figura familiar y delicada de la chica.
'¡Hannah!', pensó.
Entonces frunció las cejas, mientras sus profundos ojos negros se ponían sombríos.
En ese momento entendió por qué no la vio después de despedir al presidente de Fliysau; seguramente ella había salido corriendo del trabajo, para llegar a su cita.
William vio el nombre del hotel y sonrió con amargura. Pero estuvo de acuerdo en que era una buena opción para las parejas de enamorados que deseaban pasar la noche juntos.
Al ver entrar a Hannah acompañada de Kevin, William se dirigió a Fletcher, quien iba sentado en el asiento delantero junto al chofer, y ordenó con indiferencia. "Comunícame con Frankie".
"Enseguida, señor", respondió su guardaespaldas, marcando el número del hermano de su jefe.
"Hola, William", sonó de inmediato la magnética y gentil voz del joven.
"Buenas noches. Necesito tu ayuda, porque quiero comprar el Hotel Majestic Cavern. Lo mejor será que puedas concretar la adquisición esta misma noche". William apartó la mirada de la ventana, mientras hablaba con un tono extremadamente tranquilo y elegante.
Al otro lado de la línea, Frankie se rio entre dientes y replicó con curiosidad: "¿Por qué de repente quieres dedicarte a la hotelería? ¿Y por qué específicamente el Hotel Majestic Cavern?".
Entonces, los labios de William se curvaron levemente en una sonrisa ambigua. "Bueno, realmente no lo sé, pero creo que es una industria interesante y quiero comprobarlo".
"De acuerdo, trataré de conseguirte lo que deseas". Frankie no hizo más preguntas porque sabía que las decisiones de William siempre eran correctas y no había necesidad de cuestionarlo. "Te daré una respuesta lo antes posible".
"¡Espléndido!".
Fletcher escuchó que él colgó la llamada y volteó con curiosidad hacia la calle.
Acababan de pasar enfrente de ese hotel, pero él no entendía lo que estaba pasando. A través de los años, William había transitado ese camino infinidad de veces. ¿Por qué de repente quería comprar el Hotel Majestic Cavern? Además, lo quería esa misma noche, como si estuviera adquiriendo un par de calcetines. Si bien recordaba, Scott Group nunca se había aventurado en la industria hotelera, ni en los restaurantes. ¡No entendía qué estaba pasando por la cabeza del presidente!
Aunque en realidad, él nunca había sido capaz de leer su mente.
.....
Mientras tanto, Kevin estaba sentado en el restaurante eligiendo los platos y postres que cenarían esa noche. La carta incluía especialidades de un prestigiado chef de Fliysau que estaba trabajando en ese lugar y esos platillos fueron los que él ordenó. Luego pidió la carta de bebidas y eligió una botella de Lafite, que era el mejor vino tinto del restaurante.
Tal vez, debido a que Hannah se había quedado en Edros durante cinco años, no estaba interesada en la comida de Fliysau. Entonces, vio con indiferencia los manjares que pusieron frente a ellos. En realidad, no tenía apetito.
Pero decidió empezar a comer, pues ahora que estaba sentada frente a Kevin no quería encontrarse con su mirada y no saber qué decir. Para ella, en ese momento era más fácil mantener la cabeza baja y concentrarse en su comida.
Sin embargo, justo cuando estaba a punto de tomar una cuchara para meterla en su sopa, la enorme palma de su acompañante la detuvo. Desconcertada, ella levantó la vista y se encontró con los ojos de Kevin.
Aunque Hannah frunció un poco el ceño e inconscientemente trató de alejar la mano que la tenía inmovilizada, él la apretó todavía con más fuerza para impedírselo.