Capítulo 33
1030palabras
2023-02-14 13:54
Era cierto que Hannah tenía suerte en ciertos aspectos. No obstante, como recién llegada, no importaba cuán difíciles fuesen las cosas, sería mejor que las soportase. Por lo tanto, sonrió amablemente y respondió con total indiferencia: "Sí, he vuelto para buscar algunos documentos".
"Oh, ya veo", replicó Willow arrastrando las palabras; levantando las cejas deliberadamente. De repente, rio y abandonó la tarea de pelar la manzana que tenía en mano. Así pues, se inclinó lentamente hacia ésta; y susurrando entre dientes, manifestó: "Solo han pasado par de días, y ya lograste seducir al Señor Presidente. ¿Buscas la muerte?".
Al oírle, Hannah no pudo evitar temblar. En efecto, dio un paso atrás casi de inmediato y se alejó. Contempló a la recién llegada en estado de shock.
"Jaja, ¿tenía razón? Hmm...", interpeló.
"Oye, has vuelto Hannah. Tengo algo que preguntarte", dijo Bella acercándose; con una sonrisa en el rostro. Dándose cuenta que, la misma se hallaba en la estancia.
En ese instante, Hannah encontró los documentos que su amiga necesitaba, así que los sacó de la carpeta. Tratando de calmar sus emociones, se los alcanzó y enunció: "Este es el que quieres...".
"¡Ay!", exclamó.
"¡Oh querida! No quise lastimarte. ¿Estás bien?", preguntó Willow. Y es que, en el momento en que nadie miraba, aprovechó de la ocasión para levantar el afilado cuchillo con el que pelaba la fruta y blandirlo directamente hacia la mano de Hannah a la velocidad del rayo.
Como era de esperar, gritó del dolor e indudablemente la sangre comenzó a gotear. Pronto, los documentos sobre el escritorio se mancharon del líquido rojo.
"¿Qué pasó?", chilló Bella; corriendo hacia allí. Y en el momento en que visualizó la herida, le agarró ansiosamente la mano y exclamó: "Oh, Dios mío, ¿cómo te has hecho un corte tan grande?".
"Lo siento. Fue un accidente. Hannah, ¿estás bien?", preguntó Willow con el rostro lleno de culpa apenas la otra se les acercó. Tras una pausa, añadió: "Es todo culpa mía. ¿Por qué me dio por pelar una manzana en el despacho de repente? De ahora en adelante, no lo volveré a hacer".
Entretanto, Hannah frunció el ceño y cerró los ojos. Soportando el dolor del corte, negó con la cabeza: "Estoy bien, Bella".
Y era su única opción. Porque no existía manera en que pudiese acusar directamente a Willow de lastimarla intencionalmente. Además, no podía simplemente pedirles a todos que la vengasen y se ocupasen de ella, ¿o sí?
Suspiró... Restaba olvidarlo. Solo empeoraría más las cosas.
"¿Cómo podrías estar bien con una herida tan grande?", preguntó Bella; sosteniendo su mano con fuerza y observando a la otra intérprete. Percatándose de la culpa en su rostro, la chica se sintió mal por acusarla; así que, le dijo a Hannah: "Vamos. Te llevaré a la enfermería para que te limpien esto".
"Vale", respondió.
......
"Señor Presidente, Hannah está herida. Me temo que no podrá ser su intérprete durante el almuerzo. El Señor Albert me ha comunicado que Willow ocupara su lugar", informó Annabel en compañía de la sustituta; un minuto antes de que comenzase el banqueta, entretanto William se dirigía allí.
Al principio, ya se habría estado sintiendo extraño cuando no visualizó la figura de la joven entre la multitud, pero esto...
Con la mirada tan profunda como la de un águila, contempló a Annabel y Willow. Sin la menor vacilación, declaró con voz solemne: "Mientras Hannah no se haya vuelto muda o sorda, y aún pueda caminar, llámela ahora mismo".
"Señor Presidente...", empezó.
"¿Qué sucede? ¿Intentas decirme lo que tengo que hacer?", interpeló; antes de que la mujer pudiese expresar nada más. Claramente, había una fuerte sensación de desagrado en su tono.
El corazón de Annabel se estremeció, e inmediatamente replicó: "No, Señor Presidente. Iré a buscar a Hannah para que venga aquí en este preciso instante".
Tras hablar, y sin demora alguna, se giró y se alejó. Mientras tanto, Willow mantuvo la cabeza gacha; sin siquiera atreverse a mirar a William. Así pues, no tuvo más remedio que seguir a la secretaria.
......
En la sala médica, el doctor ya habría esterilizado la herida de Hannah y actualmente se encontraba vendándole. Bella, de pie a un lado, atisbaba el largo corte, cuando se le puso la piel de gallina; experimentando el dolor incluso con echarle el vistazo. En cambio, Hannah ni se inmutó durante todo el proceso.
"¿Has terminado?", gritó Annabel entrando a la sala.
"¿Qué pasa?", cuestionó Bella tomando la iniciativa.
Annabel, no logrando controlar sus emociones, inconscientemente gruñó: "Date prisa. El Señor Presidente y los demás te están esperando".
"¿No acababas de decir que él tendría a Willow para reemplazarla? ¿Por qué Hannah tiene que estar allí ahora?", interrogó la chica confundida.
"Nunca dije que fuese una orden del Señor Presidente. De todas maneras, todos te están esperando ahora. Ya sea que vayas o no, dependerá de ti decidir, Hannah", enunció Annabel sin mayor explicación.
"El almuerzo comenzará pronto. Hazte un simple vendaje", agregó. Y la muchacha que hasta hace un momento se hallaba tranquila, empezó a ponerse nerviosa apenas echó un vistazo a la hora en su reloj de pulsera; percatándose de que ya casi sería el evento.
De hecho, esperaba que Willow ocupase su lugar por la tarde porque así se sentiría cómoda y no la molestaría en el futuro. No obstante, dado que el Sr. Presidente habría solicitado por ella, no podía negarse.
"Todavía habrá muchos reporteros de los medios en el lugar, y si no le vendo correctamente, será malo. Además, todos en la Mansión del Presidente cuestionarán mi trabajo. Es mejor que me tome mi tiempo y no apresurarme", expuso el doctor con una sonrisa.
"Sí, creo que es mejor. Sería malo si el Presidente de Fliysau visualizase un vendaje poco profesional", estuvo de acuerdo Bella.
Fijando sus ojos en los del médico, Hannah asintió en silencio. Afortunadamente, fue su mano izquierda la que resultó herida. De lo contrario, habría sido muy llamativo si tomase notas con la derecha.
Y aún cuando expresó tomarse su tiempo, el hombre aceleró el paso; tomándole un minuto terminar la labor. En efecto, con las habilidades del mayor y su piel de tez clara, todo encajó perfectamente.