Capítulo 31
1543palabras
2023-02-14 11:56
En el despacho del Presidente de Canics Group.
Al regresar a la oficina tras una reunión, Kevin visualizó una figura familiar sentada en el gran sofá. Sin embargo, lo único que pudo sentir fue repugnancia.
"Kevin", saludó Melissa apenas le vio ingresar; con una sonrisa coqueta en el rostro.
No obstante, al caballero no le importó. Ahora, sólo pensaba en cómo ella lo habría engañado; y del daño hecho a Hannah solo para casarse con él. Realmente la detestaba.
Así pues, su rostro se oscureció de inmediato; y sin poder contenerse un minuto más, gritó a la secretaria que se hallaba fuera de la puerta: "¿Quién la dejó entrar?".
"Lo siento, Señor Byrne. Pero, la Señorita Porter insistió en ello. No logramos detenerla", explicó la mujer inocentemente; acercándose a la oficina.
"Kevin, escúchame. Estoy aquí solo para informarte que Hannah está mintiendo...", comenzó su prometida.
"¡Cállate!", interrumpió el joven enfadado. Seguidamente, ordenó a su secretaria: "Llama a los guardias de seguridad para que la saquen".
"Kevin, ¿por qué no me escuchas? Yo te amo con todo mi corazón y nadie más en el mundo lo hará tanto como yo. Hannah no te ama en absoluto; y si lo hiciese, no habría dado a luz a un hijo de otro hombre. Ella ya ha sido tomada; en cambio, yo soy toda tuya", empezó nuevamente; agarrándole del brazo al ver que sería echada. Así mismo, con una mirada lastimera y los ojos llorosos, lo miró.
"¿No fue obligada por tu familia a dar a luz al hijo de otro hombre?", preguntó enfadado.
'Pero, ¿cómo iba admitirlo?', sopesó la susodicha; sacudiendo la cabeza desesperadamente. Mientras lágrimas corrían por su rostro, se lamentó: "Kevin, no escuches sus tonterías. ¿Cómo podría obligarle mis padres a hacer esas cosas? ¿Qué beneficio nos aportaría? No se atesoraba así misma, menos la relación que tenía contigo. Debió haber tonteado con otros hombres, lo que provocó que quedase encinta, y mis papás no tuvieron más remedio que dejarle dar a luz a ese niño".
"Entonces dime, ¿se fugó Hannah con el desconocido o se fue al extranjero a estudiar después de parir?", cuestionó; sin quitar sus ojos de los de ella.
"Por supuesto, que se escapó con éste", respondió. Y sin dudarlo, espetó: "Mis padres les dijeron a todos que se fue al extranjero a estudiar para proteger su reputación y la de nuestra familia. Apuesto a que el hombre la dejó y ella regresó porque ya no puede permanecer más en aquel lugar. Su propósito al volver es seducirte y destruir nuestra relación porque sabía que todavía sientes algo por ella".
"Buenos días a nuestra audiencia, el Presidente de Fliysau comenzará oficialmente su entrevista con el nuestro a las 10 a.m. Por ahora, estaremos transmitiendo en vivo la ceremonia de bienvenida de nuestro dirigente, el Sr. William Scott, y el vicepresidente, Sr. Gerald, así como los demás jefes y ministros de Fliysau", sonó la locutora de noticias desde la televisión no muy lejos; y dado que Canics Group tenía la intención de trabajar con una de las empresas de Fliysau, Kevin no pudo evitar prestar especial atención.
Y apenas ojeó por encima inconscientemente, se sorprendió cuando notó a la persona que iba detrás de William y el Presidente recién llegado.
De hecho, ya había enviado a alguien de antemano para llegar al fondo del asunto; y sabía de la existencia de una joven intérprete llamada Hannah, que dominaba cuatro idiomas diferentes, y que se habría unido recientemente a la Mansión del Presidente.
Es más, cuando estuvieron juntos, la chica mencionó alguna vez que su sueño era ser la mejor intérprete de Lecharia.
Y ahí, entre el grupo de hombres con un carisma extraordinario, la figura alta y esbelta de Hannah, su rostro joven y hermoso, así como su larga cabellera color negro azabache la hacían destacar.
En ese instante, Kevin con la mirada fija en la pantalla sin siquiera parpadear, despertó la curiosidad de Melissa. Sin embargo, la escena habría cambiado cuando volvió su ojos a ésta; observando que el Presidente de Fliysau le ofrecía un abrazo amistoso a William.
"Kevin, tienes que creerme. Nunca te mentiría; siempre te he amado...", insistió su acompañante.
"Es suficiente. Ahora, lárgate de aquí", rugió el caballero con fuerza; justo cuando Melissa quería seguir calumniando a Hannah. Entonces, la empujó. Y como la susodicha estaba en un par de tacones de más de 10 centímetros de alto, tropezó y cayó al suelo.
"Kevin...".
"Cállate y deja de llamarme por mi nombre. Escucharle de ti me disgusta aún más", gritó sin piedad. A continuación, frente a la secretaria que temblaba de miedo, ordenó: "Marca a seguridad para que la saquen. De ahora en adelante, no se le permite ingresar a este edificio".
"Sí, Señor Byrne", respondió.
"¡No!", dijo Melissa; tan ansiosa que instantáneamente sacudió la cabeza llorando. Añadió: "No Kevin, no puedes hacerme esto...".
Al mirarla, su encantador rostro se oscureció. Inmediatamente después, se dio la vuelta para irse porque no podía soportar estar con ella un segundo más.
Si no fuera por su odio a la traición de Hannah y su plan para vengarla, no habría estado con Melissa ni habría pensado en casarse con ésta.
De hecho, en el momento en que se encontró con Hannah en el centro comercial después de estar separados durante casi seis años, supo en seguida que nunca la había olvidado. Además, no había forma de que su actual prometida pudiese ocupar su lugar.
Por ahora, todo lo que podía hacer era culparse a sí mismo por haber sido tan tonto!.
......
Tras la ceremonia de bienvenida, William, el Presidente y los Ministros de Fliysau ingresaron a la sala de conferencias en la Mansión del Presidente para extender sus saludos y mantener una reunión informal. Entretanto, Hannah, que permaneció detrás de su jefe durante todo el tiempo,se limitó a visualizar su espalda recta y su marcado perfil lateral distintivo cada vez que levantaba la vista.
En el pasado, salvo por los medios de comunicación, la chica nunca le había contemplado sonreír. No obstante, ahora que tenía la oportunidad, aprovechaba de ello. Su sonrisa era como un rayo de sol que penetraba a través de todo y brillaba en los corazones de las personas. Era tan encantador... que lucía mucho mejor que en las noticias.
Técnicamente hablando, era la primera vez que se enfrentaba a tantos reporteros de todo el mundo. Pero, no tenía miedo ni estaba nerviosa en absoluto; quizás porque él se encontraba frente a ella. No solo se mostró extremadamente cautivador hoy, sino que incluso el Presidente de Fliysau también fue amable; no sintiendo presión a la hora de interpretar. De hecho, era como si William y el recién llegado estuviesen charlando y riendo como viejos amigos, y ella solo era la responsable de transmitir la felicidad del otro. Es más, se le imposibilitó no contagiarse de dicho sentimiento.
La reunión se extendió por una hora y, cuando culminó, el personal invitó al Presidente y a los Ministros de Fliysau a tomar un descanso de 30 minutos en un salón privado ya dispuesto para la ocasión. Más tarde, se celebraría un almuerzo específico para la especial visita.
"Estimada Señorita Porter, qué guapa está hoy. Definitivamente ha hecho un gran trabajo. Estoy muy satisfecho y espero poder volver a verla o tal vez escuchar su hermosa voz durante el almuerzo", expresó el dirigente de Fliysau.
Hannah sonrió y asintió cortésmente. Respondió: "Gracias, Señor Presidente. Estoy segura de que nos encontraremos más tarde. Tenga un buen descanso".
El mencionado le miró, para después centrar su atención en William y soltar una sonora carcajada. Dijo: "¡Hasta luego entonces!".
"¡Nos vemos!", asintió el Presidente anfitrión en respuesta.
Una vez dentro del salón, William se sentó en el sofá casi de inmediato. Mientras se apoyaba en el respaldo de la silla, cerró los ojos y se llevó la mano izquierda al lado derecho del pecho. Sus cejas se fruncieron gradualmente.
"Señor Presidente, ¿desea beber algo?", le preguntó un miembro del personal.
"Estoy bien. Puedes irte ahora", ordenó en voz baja y suave, con un toque de agonía. Cerró los ojos.
Hannah, que estaba parada justo frente a él, recordó haber visto su mano izquierda sosteniendo la parte inferior de su pecho derecho de vez en cuando durante la reunión. Esa posición era donde se hallaba el estómago de un humano. Además, cuando el Presidente de Fliysau no prestaba verdadera atención, ocasionalmente fruncía el ceño; pero aparte de ello, no había nada inusual.
Ahora que estaba en tal estado, podría ser...
Al recordar la mirada en su rostro cada vez que tenía problemas gástricos debido a su horario de alimentación en el pasado, inmediatamente cayó en cuenta del problema.
"Sí, Señor". A excepción de Hannah, todos imaginaban que William estaba exhausto y que quería descansar bien; por lo que todos se fueron. Sólo ella permaneció allí y no se movió.
"¿Por qué sigues ahí parada?", interrogó el joven aún con los ojos cerrados.
Al verle agonizar, frunció los labios y el ceño ligeramente. Deseaba decir algo, pero al final optó por guardar silencio y se marchó.
Pero, justo cuando ella caminaba hacia la puerta y estaba a punto de abrirla, él abrió los ojos y la observó con una mirada llena de dolor.