Capítulo 22
1147palabras
2023-02-09 14:46
Luego de que Hannah respirase hondo y se preparase mentalmente, ingresó a la villa.
"¡Zas!".
Un cenicero se estrelló justo a sus pies y se hizo añicos.
Sorprendida, se detuvo abruptamente en seco y tembló; entretanto su rostro se tornaba pálido.
"¡Z*rra!, ¿Cómo te atreves a regresar a este lugar?", gritó Davis apenas la visualizó.
Así pues, la chica respiró hondo antes de seguir caminando.
Cuando entró al gran salón, levantó la vista; y observó que el hombre y Lana no eran los únicos quienes se encontraban sentados allí. También estaba Melissa llorando; tanto que sus ojos se hallaban hinchados como nueces.
"P*rra, fuiste tú. Fuiste tú quien ocasionó que Kevin rompiese el compromiso conmigo. Juro que te mataré el día de hoy", chilló la susodicha; corriendo como una desquiciada. Levantando la mano, con la intención de abofetearla.
Sin embargo, Hannah reaccionó; sosteniéndola y sacudiéndola con fuerza...
"¡Ah!", exclamó Melissa; incapaz de recuperar el equilibrio. Tambaleándose unos pasos y cayendo al suelo.
"Veo que ahora eres rebelde. ¿Cómo te atreves a golpear a mi hija nada mas volver?", interrogó Lana con los ojos inyectados en sangre; al contemplar como empujaban a su pequeña. Enojada, maldijo en voz alta; también cargando para darle a nuestra protagonista una sonora cachetada.
Percatándose como la mayor se precipitaba hacia ella, Hannah supo claramente que podía evitarlo. Pero, permaneció en su lugar y dejó que sucediese.
La fuerte bofetada no solo le produjo que se tambalease por unos instantes, sino que la comisura de sus labios comenzase a sangrar.
"Mamá, arruinemos esa cara bonita que tiene. Quiero dañarle…", dijo Melissa aún tendida en el piso; mientras señalaba a Hannah y lloraba.
Entonces, Lana le atisbó con odio nuevamente antes de acercarse para ayudar a su niña a levantarse. Suavemente, le acarició la espalda y consoló: "Pórtate bien. Hoy, tu padre y yo te ayudaremos a vengarte. Quédate quieta, y asegúrate de no lastimarte de nuevo".
"Mami, deseo que la asesines. Solo después que muera mi ira se aliviará", insistió Melissa con el rechinar de los dientes; observando a Hannah con un fuego furioso en sus pupilas.
"No te preocupes. Te ayudaremos a vengarte", apaciguó la mayor a Melissa; mientras observaba a Davis, que permanecía de pie a un lado en silencio. Molesta, dejó de fingir amabilidad y amenazó de inmediato: "Esposo, mira a esta hija tuya. Mira cómo intimida a Mel. Es tan viciosa que le está forzando al borde de la muerte. Si no le das una buena lección hoy, me marcharé con nuestra pequeña y el bebé en mi vientre".
Tras contemplar a su familia, ojeó a Hannah y rugió: "Dime, ¿Cuál es tu propósito al regresar aquí? ¿Es para seducir a Kevin y destruir su matrimonio con mi hija? ¿Sabes que lo que estás haciendo es arruinarnos?".
En efecto, Hannah perseveró en el sigilo; en tanto miraba al ruidoso grupo. A continuación, levantó las comisuras de sus labios y con una leve sonrisa, manifestó: "Papá, consideraré la bofetada que acaba de darme Lana como un agradecimiento por haberme cuidado durante tantos años. ¿Te gustaría hacerlo tú también? En ese caso, estaríamos a mano. De ahora en adelante, mis lazos con los Porter se rompen; ya no tendremos nada que ver el uno con el otro".
"Tú...", empezó; sin lograr controlar la rabia. Fijando sus ojos en los de ella, la señaló, entretanto todo su cuerpo temblaba.
"Davis, ve lo que acaba de decir. Nos está tratando a todos como enemigos; solo ha vuelto para vengarse", gimió Lana a un costado; intentando exagerar la situación. Fuera como fuera, tenía que encontrar una manera de hacer que él le enseñase una buena lección.
"Bien. Ya que nos tratas como adversarios y quieres romper los lazos con la familia Porter, entonces te mataré a golpes primero", anunció; apresurándose hacia la muchacha y levantando la mano hacia su rostro.
No obstante, Hannah se quedó allí de pie sin moverse un centímetro; con una expresión obstinada en la cara.
"¡Detente!". Un poderoso sonido bramó por toda la estancia.
Sorprendido por la repentina voz, Davis detuvo su acción involuntariamente.
Y no solo él, incluso Lana y Melissa giraron la vista en dirección a la puerta; sus ojos abriéndose en estado de shock cuando se dieron cuenta que era Kevin quién había irrumpido.
Cuando nuestra protagonista echó el vistazo hacia atrás, y vio al caballero, quien obviamente fue por ella, no pudo evitar sorprenderse.
¿Cómo supo que ella había regresado a la residencia Porter? ¿Y cómo supo él que estaría en problemas si volvía a ese lugar?.
"Kevin, ¿has venido después de escuchar que me corté mi…", comenzó Melissa.
"Hannah, ¿estás bien?", preguntó el caballero; encaminándose directamente hacia la joven y estrechándole en sus brazos.
En ese momento, su mirada estaba llena de culpa y cariño.
Aunque la damita tenía curiosidad por saber por qué Kevin vendría a ayudarla, no habló. En cambio, se limitó a observarle y sacudir la cabeza ligeramente: "Estoy bien".
"Kevin, ¿has venido por ella?", cuestionó la hermanastra; tan pronto como le atisbó sosteniendo a la mujer y preocupándose por ella. Se enojó tanto que casi explota. Sus lágrimas empezaron a brotar nuevamente cuando dijo lastimosamente: "¿Sabes que ésta fue quien me hizo cortarme la muñeca, y ahora incluso volvió a presumirnos, manifestando que tú...".
"¡Cállate, Melissa!", le reprendió; observándola con una mirada feroz que nunca antes había reparado. Agregó: "A partir de ahora, jamás volveré a creer en lo que tú y todos los miembros de la familia Porter digan, excepto Hannah".
"Oye, ¿de qué estás hablando? ¿Alguien te instigó? ¿O tal vez estés confundido por las palabras de esa tonta?", interpeló Lana, con los ojos muy abiertos; mientras advertía en su hija con pena y angustia. Abrazándola, añadió: "Sabes cuánto te ama Mel, ¿verdad? De hecho, está dispuesta a hacer cualquier cosa por ti".
"¿Incluyendo matar a Hannah? ¿Y ser para siempre algo que ella no es delante de mí?", replicó; justo cuando ella culminó sus palabras.
"¡No, por supuesto que no! Nuestra Mel...", comenzó a explicar.
"Kevin, ¿de verdad confías en mi hermana en vez de nosotros...", interrumpió su prometida.
"¡Ya basta!", gritó el hombre; siendo incapaz de soportarlo más, e interrumpiéndoles a ambas. Así pues, con un resoplido frío, enunció a Davis: "Por el bien de Hannah, te hablaré amablemente por última vez. Si tu familia alguna vez se atreve a tocarla e intimidarla de nuevo, todos los fondos de Canics Group invertidos en Porter Enterprise se perderán sin dejar rastro".
Entonces, bajando la voz y dulcificando sus ojos expresó a Hannah: "Andando".
Ella le contempló en silencio. Seguidamente, asintió y se dio la vuelta para abandonar la estancia con él; dejando al grupo atrás en estado de shock.
Sin duda, temía que la matasen a golpes si continuaba allí; lo que sería mucho peor de lo que habría imaginado que resultarían las cosas desde el principio.
......