Capítulo 10
1249palabras
2023-02-03 11:16
Los chismes y las habladurías de la gente continuaron y, muy pronto, todos los ojos estaban puestos en Hannah. Mientras los invitados la evaluaban, no podían dejar de hacer especulaciones.
Observada escrupulosamente por los asistentes al evento, Hannah alzó sus perfectos labios rojos hasta formar una sonrisa, mientras caminaba por el pasillo con una actitud elegante, sin la menor incomodidad.
"Bienvenida, hermosa. Me pregunto si me harías el honor de beber una copa conmigo. ¡Me gustaría ser tu amigo!", dijo de repente un apuesto joven parándose frente a ella, al tiempo que la miraba, con los ojos brillando intensamente.
Viendo que él bloqueaba su camino, Hannah no tuvo más remedio que detenerse. Con educación, pero con firmeza, ella se negó: "Se lo agradezco, pero estoy aquí para asistir a la ceremonia de compromiso del señor Byrne y la señorita Porter, no para hacer amigos".
Como intérprete de la mansión del presidente, comportarse con integridad era la primera regla. Aunque el hombre frente a ella era guapo, era obvio que era un joven ocioso de alguna familia rica, por lo que no era una buena idea corresponder a su invitación.
Mientras ella contestaba, el joven sostenía su copa de vino tinto, mientras tenía la otra mano metida en el bolsillo relajadamente. Sin ocultar en absoluto su interés por Hannah, levantó las cejas y entrecerró los ojos recorriéndola de pies a cabeza. "¿Estás segura de que no quieres ser mi amiga?".
Sonriendo humildemente, la chica respondió: "Completamente segura".
"Chica, no tienes por qué ser tan mala. Permíteme presentarme".
"Es claro que esta joven no es adecuada para ti. No debes meterte con ella", tan pronto como él iba a decirle que se llamaba Skyler Díaz, un hombre mayor que él se acercó para darle una palmadita en el hombro. Sin embargo, este no dejaba de mirar a Hannah mientras hablaba con una sonrisa.
En cuanto ella entró en el salón de banquetes, los hombres se le acercaron, uno tras otro, y eso atrajo aún más la atención de los invitados. Incluso Lana, que estaba entreteniendo a algunos amigos, se percató de lo que estaba sucediendo.
¿Cómo se atrevía alguien a robarle el protagonismo a su hija el día de su compromiso? ¡Eso era absolutamente escandaloso!
De inmediato, el rostro de la madre de la novia se puso muy serio, mientras ella se precipitaba hacia Hannah.
Sin embargo, cuando estuvo cerca y la reconoció, se quedó boquiabierta.
"Señora Porter, ¿qué sucede?", le preguntó uno de los organizadores del evento con preocupación, al notar que la mujer se había parado en seco.
Al escuchar ese nombre, Hannah volteó a mirar en dirección de Lana.
Cuando sus ojos se encontraron con la mirada sorprendida de su madrastra, se rio entre dientes y le dijo en voz baja al joven que le impedía pasar: "Disculpe". Luego lo rodeó para ir hacia la mujer.
"H-Hannah, ¿e-eres tú?", preguntó Lana mirándola mientras se acercaba. Ella no podía creer que esa impresionante mujer fuera la hijastra de quien no había tenido noticias durante cinco años. De hecho, siempre pensó que ella debía de haber muerto en el extranjero.
Debido al extraño comportamiento de Lana, cada vez más personas volvían su atención hacia ella. De manera que el ambiente en el salón de banquetes, que originalmente estaba muy animado con las pláticas de los asistentes, fue calmándose gradualmente hasta quedar en silencio. Cuando Davis se dio cuenta de eso, caminó hacia su mujer, dando grandes zancadas.
Manteniendo su elegante sonrisa, Hannah caminó hacia Lana y se detuvo frente a ella. "Hola, sí, soy yo".
"¿Por qué no nos dijiste que volverías al país? ¡Debiste regresar a casa! ¿Qué pretendes hacer apareciendo de repente en la ceremonia de compromiso de tu hermana?", la regañó en voz baja su padre cuando la reconoció. La cara del hombre se puso roja de ira, mientras la miraba con severidad.
Hannah miró a su padre y su sonrisa finalmente se congeló.
Habían pasado esos largos cinco años, durante los cuales él se hizo de la vista gorda. ¡Ni una sola vez se preocupó por su bienestar!
Y aunque era la primera vez que se veían después de tanto tiempo, él lo único que hacía era reprenderla enfrente de los invitados.
Aunque ella esperaba algo por el estilo, e incluso se preparó para ello, estaba desconsolada al ver que su padre seguía siendo igual de cruel con ella. ¡Como siempre! De inmediato, la chica sintió como si una daga atravesara su corazón, al tiempo que un profundo dolor se extendía por todo su cuerpo.
Sin embargo, solo le tomó un breve momento ocultar su tristeza. "Papá, únicamente vine a felicitar a Melissa por su compromiso. ¿Por qué más podría estar aquí?", respondió ella con seguridad.
"¡Oh! Ella es Hannah Porter, la hija mayor de la familia".
"¿La hija mayor? ¡No sabía que ellos tenían otra hija además de Melissa!".
"Ajá. Melissa es la menor. Escuché que Hannah se fue al extranjero a estudiar y no había vuelto en mucho tiempo".
"Te lo dije. Ella no podía ser una rompehogares. Con tanta elegancia, estaba seguro de que pertenecía a una familia prestigiosa. ¡Pero parece que los Porter no la quieren mucho!".
"Lo que pasa es que la chica no es hija biológica de Lana, sino de la exesposa de su marido".
"¡Ah! Ya veo. No es de extrañar que no se parezca a ellos".
"Escuché que el señor Byrne tenía una relación con Hannah, pero por alguna razón, la dejó para convertirse en el novio de su hermana".
"¿No es obvio? Como Melissa sí es hija de Lana, le consiguió un hombre rico para que se casara con ella".
Mientras todos los invitados miraban esa escena, comenzaron a susurrar entre ellos y a opinar sobre lo que pasaba entre las familias Porter y Byrne. Cuando Lana escuchó los comentarios, su expresión cambió de inmediato y miró pretenciosamente a Davis mientras reclamaba con tono de queja: "Ella acaba de regresar del extranjero. ¿Cómo puedes hablarle así? Recuerda que también es tu hija".
Mientras hablaba, se acercó a tomar la mano de Hannah y le dijo con una sonrisa cálida: "Querida, debe haber sido difícil estudiar en el extranjero todos estos años. Mírate, has perdido mucho peso. Por suerte, Ya estás de vuelta. De ahora en adelante podrás volver a comer bien".
Mirándola actuar tan hipócritamente como siempre, Hannah retiró su mano de las suyas con calma y le devolvió una sonrisa. "Gracias, Lana. Me va muy bien viviendo sola".
"¡Hannah Porter! No supimos de ti en cinco años, y ni siquiera avisaste que regresarías. Lo que es aún peor, no nos has dicho dónde te estás quedando. ¿Acaso tienes dónde vivir?", sonó la voz furiosa de su padre, justo cuando la chica terminó de hablar.
"¡Davis!", gritó dándose la vuelta Lana. "Háblale amablemente a tu hija. ¡Si tú no te preocupas por ella, yo sí!".
Luego, volvió a agarrar la mano de Hannah y dijo: "Ven, cariño. No te preocupes por tu papá. Vamos al salón. No te he visto en mucho tiempo y tengo muchas ganas de hablar contigo".
La mujer se estaba apresurando a sacar a su hijastra del salón, para desaparecerla antes de que salieran Melissa y Kevin, ya que, si la dejaba ahí, le robaría la atención a su hija e incluso su yerno podría sentirse atraído por ella una vez que la viera.
"Está bien, Lana, solo estoy...", dijo la chica, pero no pudo terminar la frase porque alguien la llamó.
"¡Hannah!".