Capítulo 8
1101palabras
2023-02-03 10:51
Tan pronto como sus ojos se encontraron, William desvió la mirada fingiendo que no la estaba observando y, sin ninguna expresión, comenzó a hablar por teléfono.
Pasaron algunos segundos y Hannah también se volteó hacia otro lado. Luego, de manera tranquila, ella comenzó a interpretar con precisión sus palabras para el presidente de Flysau. Sin embargo, nadie se daría cuenta de que, en ese momento, su corazón se había desbocado y sus palpitaciones eran tan estruendosas como los golpes de un tambor.
Mientras tanto, Bruno, quien había recibido la llamada de Rya, ya había llegado a la mansión. Sin embargo, como la gerente no quiso anticiparle nada por teléfono, él no tenía idea de lo que estaba pasando, ya que solo le pidió que se apresurara a llegar allí.
"¿Por qué me llamaste? ¿Se le ofreció algo urgente al señor Scott?".
"No", respondió Rya con el ceño fruncido, pero después de un momento, explicó: "Por la mañana, la intérprete que tú recomendaste le dio pizza al hijo del presidente, y eso le provocó malestar estomacal. Como sabes, es el heredero de la familia Scott y su padre lo cuida muchísimo. En consecuencia, ahora él quiere despedir a Hannah y necesita que le recomiendes a otra traductora de confianza".
Cuando Bruno escuchó todo lo que había sucedido, frunció el ceño con preocupación.
Él sabía lo importante que era Tommy para su familia, sin embargo, la medida le parecía inadecuada. "Es indudable que Hannah no tenía malas intenciones al darle de comer al niño. Además, su error no tuvo nada que ver con sus habilidades como traductora. Ella es una mujer sobresaliente y en el tipo de trabajo que ella hace pocas personas están a su altura. De hecho, entre los miembros del equipo de intérpretes, ella es la mejor. Pienso que no debemos...".
"Entiendo lo que quieres decir. Nadie duda de que ella lo haya hecho por amabilidad, pero el señor presidente ya dio la orden y no podemos desobedecerlo". Rya se sentía impotente, porque sabía muy bien que la chica era inocente. Si William no hubiera matado de hambre a su hijo, el pequeño no habría aceptado la comida de nadie.
Después de escuchar a la gerente, Bruno suspiró con impotencia, pero tuvo que estar de acuerdo en que debían obedecer a su jefe. "Está bien, entiendo. ¿Dónde está Hannah? Me la llevaré de vuelta al Departamento de Relaciones Exteriores".
"Debe estar en la oficina del presidente, porque en este momento ella está interpretando la teleconferencia con el mandatario de Fliysau".
Al escuchar eso, Bruno se rio entre dientes. "Está bien. Entonces, la esperaré afuera de la oficina".
....
La teleconferencia duró alrededor de cuarenta minutos y cuando esta terminó, el presidente de Fliysau le preguntó a Hannah su nombre y alabó su excelente trabajo, diciéndole que su interpretación era precisa, pero que ella le daba un toque muy especial al traducir de manera divertida. Asimismo, él elogió su pronunciación, la cual le parecía perfecta, y dijo que su tono era de lo más cordial. Luego, él dijo que cuando la escuchaba, sentía como si estuviera charlando con su familia. Por último, aseguró que era la primera vez que trabajaba con una intérprete tan buena como ella.
"Gracias, señor. Sus elogios harán que me sienta feliz durante mucho tiempo", respondió ella sonriendo con cortesía y deferencia:
"Eso será un honor para mí. No todos los días puedo hacer feliz a una hermosa joven", dijo él a través del teléfono. "Señor Scott, con el debido respeto, ¿podría hacerte una petición egoísta antes de colgar nuestra llamada?".
William, quien estaba sentado con las piernas cruzadas y cara inexpresiva, asintió casualmente. "¡Claro! Por favor, adelante".
"¿Podría la señorita Porter ser nuestra intérprete en todas nuestras reuniones? Quedaré muy agradecido si tú estás de acuerdo".
Cuando el presidente de Fliysau hizo su petición, William miró de soslayo a Hannah. Después de eso, sonrió levemente. "Dalo por hecho, así me deberás una".
"El día que conozca a tu hermosa intérprete, te pagaré el favor", replicó el otro hombre riéndose.
"Está bien, lo tendré en cuenta. Hablaremos pronto".
"¡Hasta la próxima!".
Una vez que colgaron el teléfono, Gerald volteó a mirar a William y dijo con tono burlón: "Parece que dependeremos de Hannah para someter al presidente de Fliysau".
En ese momento, la chica se puso de pie e inclinando la cabeza, dijo cortésmente: "Señores, si están de acuerdo, me retiraré para traducir las notas del contenido de la reunión y entregárselas a la brevedad".
Mientras tanto, William la miraba con sus ojos profundos, pero sin emoción. "Gracias, ya puedes irte".
"Está bien", respondió ella. Acto seguido, se dio la vuelta y salió por la puerta.
Al salir de la oficina Hannah se encontró con Bruno, quien estaba esperándola afuera. "Hola, señor Jones. ¿Estás esperando al señor presidente?".
Entonces, él se acercó sonriendo, mientras negaba con la cabeza, "No, yo vine para...".
Sin embargo, antes de que él pudiera terminar su frase, se escuchó una voz profunda detrás de Hannah. "Ya no es necesario, Bruno. Olvida lo que pedí, puedes irte".
Sobresaltada, la chica se dio la vuelta, y vio a William parado atrás de ella. En ese momento, los latidos de su corazón se aceleraron inexplicablemente, mientras sus mejillas se llenaban de rubor.
Al escuchar al presidente, Bruno miró a Hannah y luego preguntó con una sonrisa: "¿Ha cambiado de opinión, señor?".
Mientras William miraba a la chica por el rabillo del ojo, frunció el entrecejo ligeramente. "¿Cuándo te volviste tan comunicativo?".
Al darse cuenta de su indiscreción, él se rio entre dientes: "Entiendo, señor presidente. Ya me voy".
"Señor Jones, le acompañaré a la puerta", dijo Hannah acercándose al él.
....
Mientras ellos dos iban saliendo de la mansión, Bruno se dedicó a aconsejar a su recomendada. "Hannah, el señor Scott es una persona muy especial. No debes menospreciar a nadie en la mansión, por eso, deberás tener cuidado con lo que dices y sobre todo con lo que haces. Espero que seas muy meticulosa en su trabajo y lo realices con excelencia; no quiero errores". Después de todo, él era quien la había apoyado para que le dieran esa oportunidad; por eso, no quería que pusiera en riesgo su trabajo. Además, la chica de verdad le gustaba, porque era muy dedicada y no era arrogante o impetuosa.
Ella sonrió asintiendo lentamente. "Lo sé. Seré muy cuidadosa, puede estar tranquilo. No pienso hacerle pasar vergüenzas".
Satisfecho, Bruno le dio una palmadita en el hombro. "Si haces un buen trabajo, te aseguro que tu futuro será brillante".
"Gracias, de verdad, estoy muy agradecida con usted".
....