Capítulo 3
1616palabras
2023-02-01 13:49
Nan Qi se quedó atónita y luego dijo riéndose: "¡Si es que aún tengo padres! Ellos querían que me casara obligada con el joven maestro de la prestigiosa familia Chi, pero como me negué rotundamente, me vi obligada a cortar todo tipo de nexo con mis parientes".
Como no temía quedar mal ante él, ella le contó toda la verdad.
A Bo Yanxi le dolió la cabeza al escuchar eso y dijo frotándose la frente con impotencia: "Eso quiere decir que te expulsaron de tu casa y no tienes dinero ni un techo donde vivir. ¿Entonces piensas dar a luz y criar ese niño sola?"
Nan Qi sonrió y dijo inocentemente: "Estoy trabajando en una tienda de té con leche y gano 3.000 yuanes mensuales".
Él se quedó atónito ante su respuesta.
Definitivamente, era una niña que no tenía la más mínima idea de lo debía enfrentar.
Bo Yanxi se sintió impotente ante eso, pero ¿qué podía hacer?
Esa chica era la futura madre de su hijo y no tenía más remedio que responsabilizarse de todo.
Como no entendía la situación, ella permitiría que él decidiera en su lugar. "En vista de que no tienes a dónde ir, ven a mi casa y la semana que viene nos encargamos de tramitar el certificado de matrimonio", le propuso Bo Yanxi.
¿Por qué él había hablado otra vez de casarse?
Nan Qi dijo sorprendida: "Pero... nosotros no estamos enamorados. ¿No crees que es muy pronto para hablar de boda?"
Una señal de peligro brilló en sus ojos y después dijo con frialdad: "Estás embarazada de mí, pero te quieres casar con otro?"
Nan Qi nunca esperó semejante resultado.
Aunque dijo que sólo había ido para informarle que sería padre, pensaba que él podría tener los pies un poco más sobre la tierra.
No se trataba simplemente de que le ofreciera mil millones de yuanes como cualquier otro idiota.
Nan Qi permaneció en silencio un buen rato, y en ese momento él se percató de que había perdido el control.
No podía obviar el hecho de que ella era una chica muy joven y que quizá se había asustado un poco, al escuchar todas esas cosas de un solo golpe.
Él respiró profundo para calmarse un poco y luego le dijo con la mayor franqueza: "Cásate conmigo y ten al niño. Estoy dispuesto a pagar lo que me pidas".
Nan Qi no procesó muy bien la propuesta, pero de igual manera le contestó: "Está bien; quiero mil millones primero".
Bo Yanxi respondió sin tan siquiera pensarlo: "De acuerdo. ¡Trato hecho!"
Nan Qi dudó al escucharlo y respondió: "No..."
Él la miró furioso y dijo: "No puedes retractarte porque ya me diste tu palabra".
Ella contestó poniéndose la mano en la frente: "Es que no estaba hablando en serio".
Tras un silencio incómodo, Bo Yanxi se frotó la cara con desesperación y le preguntó: "¿Quieres tener un hijo ilegítimo? ¿Eres consciente de cómo se burlan y acosan a esos niños?"
Nan Qi estaba atónita pues sabía que él había sido un hijo ilegítimo.
Aún en ese momento, medios de comunicación malintencionados o prejuiciosos seguían hurgando en su pasado.
Con razón él insistía tanto en casarse, pues ya había sentido esa situación en carne propia.
"Desde niño, la gente me decía b*stard*, p*rr*, bestia salvaje... y cosas aún más desagradables".
La sonrisa de Nan Qi fue desapareciendo poco a poco.
Luego Bo Yanxi suspiró lentamente aliviado y le dijo mirándola con detenimiento: "No voy a permitir que mi hijo sea un niño ilegítimo. Puedes pedir lo que desees: un auto, una casa, acciones de la empresa o dinero. No me importa el precio que exijas, con la condición de que yo pueda pagarlo.."
En ese instante, Nan Qi guardó silencio.
De pronto, levantó la cabeza y dijo sonriente: "Está bien".
Bo Yanxi pensó que había escuchado mal y volvió a preguntar: "¿Qué?"
Ella inclinó la cabeza en el asiento del copiloto y dijo sonriente: "Ya me decidí; me voy a casar contigo".
Ella había decidido tener ese hijo y por ende, debía asumir la responsabilidad hasta el final.
El soltero más codiciado y con un patrimonio de 10 mil millones de yuanes estaba dispuesto a casarse con una extraña que estaba embarazada de él; y ella a su vez aceptaría tener un matrimonio de fachada por el bien del bebé.
Después se hablaría de lo que pudiera pasar en el futuro....
......
Una hora después, llegaron a la casa de Bo Yanxi.
Era una villa blanca de estilo europeo.
El patio estaba lleno de rosas, y muchas de ellas parecían trepar los blancos muros, lo que le daba un toque elegante a la casa.
Tras salir del garaje, Bo Yanxi la llevó directamente al salón y le pidió al jefe de la servidumbre que llamara a los demás.
Rápidamente, el personal se distribuyó en dos columnas y el Sr. Cao, un especialista en administración doméstica, egresado del Royal National College del País X, aparentemente se sonrió con cierta malicia y sin quitarle la vista a Nan Qi dijo: "Señor, la dama es... "
Bo Yanxi los recorrió a todos con la mirada, mientras decía en tono amenazante: Les presento a mi esposa, la Srta. Nan. A partir de este momento, ella es la anfitriona de la casa".
Se sentía en el ambiente una gran presión sobre el personal de la villa.
Aunque el Sr. Bo solía ser un hombre callado, nunca había sido tan estricto. Era evidente que su nueva esposa significaba mucho para él.
Por eso, si alguien se atreviera a faltarle el respeto, definitivamente le iba a ir muy mal.
El Sr. Cao fue el primero en reaccionar, al dar un paso al frente haciendo una gran reverencia, mientras sonreía con tanta fuerza que comenzó a temblar. Después afirmó: "Señora, soy Cao, el ama de llaves. A partir de este momento, usted sólo debe decirme lo que desea comer o qué atuendo desea ponerse, y yo me ocuparé de atenderla al instante".
"Es un placer conocerla, señora",
El resto del personal también se presentó, mientras veían de reojo a la nueva señora de la casa.
No esperaban que el Sr. Bo, una persona por lo general tan mística, fuese a contraer matrimonio, pues ni siquiera sabían quién era esa chica.
"Hola a todos; encantada de conocerlos".
Nan Qi los saludó sonriente y suspirando de gran emoción.
La familia Nan no la había recibido de esa manera a su regreso, y los sirvientes aún la veían con cierta intriga.
Por ello, le parecía realmente irónico que un hombre con quien se había acostado una vez la hubiese tratado mejor que sus parientes consanguíneos.
"Mi esposa está embarazada. ¡Así que contraten a un nutricionista profesional y al personal necesario para que la atienda lo más pronto posible", dijo Bo Yanxi lanzándole otra bomba al personal.
"¿No te parece que estás exagerando?", dijo Nan Qi, para darle a entender que ella no era una chica tan frágil.
"Quiero varios guardias de seguridad para que vigilen las 24 horas del día, a la mayor brevedad posible", siguió ordenando Bo Yanxi al ama de llaves.
"Yo sé cuidarme sola...", replicó ella, pues pensaba que era innecesario asignarle esos guardias para protegerla.
"Contrata a otro conductor con más de 20 años de experiencia...", continuó él, haciendo caso omiso de sus quejas.
"No, escúchame...",
"Ponte en contacto con varios diseñadores de interiores para que empiecen a decorar la habitación del bebé cuanto antes. Quiero ver todos los diseños personalmente..."
"¿No crees que estás exagerando un poco?", lo interrumpió Nan Qi porque no aguantaba más.
Apenas tenía cuatro semanas de embarazo.
Bo Yanxi dijo mirándola seriamente: "Incluso los mejores materiales para decoración tienen un compuesto químico llamado formaldehído. Por eso, mientras más tiempo se ventile la habitación, más seguro será para el bebé".
Esta vez, se quedó muda.
¿Entonces era un problema de formaldehído?
Después de que todo se organizara como él quería, no le venía a la mente qué más necesitaría. Sin embargo, de pronto se levantó del sofá y dijo: "Vamos a subir a descansar un rato".
Nan Qi sintió que no tenía nada más que decir, y lo siguió sin replicar.
Los sirvientes no pudieron evitar chasquear la lengua.
"El señor Bo se ve tan distante que no esperaba que sería tan amable con su esposa e hijo", dijo uno de ellos.
"Esa chica es realmente afortunada porque ya no tiene que preocuparse de nada por el resto de su vida", afirmó otro.
El Sr. Cao no pudo contener más su emoción y empezó a llamar por teléfono: "¿Hablo con la agencia de control de interiores XX? Quisiera una inspección de la vivienda que incluya todo el mobiliario, la parte interior del automóvil, la ropa..."
El Sr. Bo salía temprano de casa y regresaba tarde. Por ello, como había muy pocas cosas que hacer en la casa, el Sr. Cao pensaba que podía ser despedido en cualquier momento.
Sin embargo, la situación había cambiado a su favor con esta noticia, porque ahora podría ocuparse de la esposa e hijo del Sr. Bo.
La señora Zhang, quien se encargaba de la cocina, también estaba muy emocionada y preguntó: "¿Esta finca XX es ecológica? Apúrate y envíame una lista de tus productos. Asegúrate de poner los más sanos y de mejor calidad...."
Nan Qi, quien ya estaba en el tercer piso, no pudo evitar fruncir los labios al escuchar tanto alboroto.
¡Apenas estaba comenzando su embarazo! ¿Por qué estaban exagerando tanto?
Bo Yanxi pensaba que no estaba haciendo nada malo. Al llegar al final del pasillo, empujó la puerta y le dijo: "Puedes quedarte aquí mientras tanto y si necesitas algo, sólo dile al Sr. Cao".