Capítulo 2
1807palabras
2023-02-01 11:54
En la oficina del presidente de Bo Group, Bo Yanxi colgó la llamada y sumido en sus pensamientos, se sentó en la silla giratoria detrás del escritorio.
Hacía un mes lo habían drogado en una cita a ciegas, y luego lo empezó a seguir un sicario extranjero.
En el momento cumbre, se acordó de que había un protocolo de seguridad en el Hotel Champs Elysees. Entonces aún aturdido, agarró a una chica que llevaba puesto un vestido y le mintió diciéndole que estaba ebrio. Después le pidió que lo llevara al último piso para alojarse en una de las suites presidenciales...

Al despertar al día siguiente, la chica se había ido, dejando únicamente una mancha de sangre brillante en la sábana...
Cuarenta minutos después, su asistente privada llamó a la puerta.
"Sr. Bo, lo solicita la señorita Nan".
"Dile que pase", contestó Bo Yanxi y luego permaneció en silencio unos tres segundos, pero no pudo evitar ver hacia a la puerta.
Cuando ésta se abrió, una joven con un vestido de flores entró caminando lentamente.
Era alta, esbelta, llamativa y de tez clara.

De igual manera, sus hoyuelos poco profundos lucían puros y agradables, y era comprensible que les gustaran a las personas.
Bo Yanxi tenía una vaga idea de ella, pero no estaba seguro de que fuese la misma persona. Por eso, la miró fríamente y le preguntó: "¿Fuiste tú la que llamó? ¿Puedes probar que eres la chica que estaba en el hotel ese día?"
Nan Qi agarró una silla y se sentó frente a él. Acto seguido, parpadeó inocentemente y dijo: "¿Acaso no tengo un lunar rojo en el pecho que, según recuerdo, te encantaba lamer?"
Ella le sostuvo la mirada en todo momento, mientras lo analizaba.

Su imagen coincidía con las fotos que había en internet, y sus rasgos eran acentuados y en conjunto se veían muy bien.
Asimismo, era un hombre extremadamente guapo y de carácter firme.
Sus ojos oscuros mostraban una mirada fría, silente, profunda e infinita.
En fin, era acto para ser el padre de su hijo porque tenía buenos genes.
Ambos se miraron unos segundos y la expresión de los ojos de Bo Yanxi se fue profundizando lentamente. Luego le preguntó: "Tú... ¿viste el video de las cámaras de ese día?"
Nan Qi frunció ligeramente la comisura de los labios y contestó: "¿Acaso sufres de delirio? Mi pasatiempo no es grabar videos".
"Entonces, ¿por qué te fuiste de esa manera, y ahora apareces aquí de pronto? ¿Cómo conseguiste mi número de teléfono?", preguntó él aunque sabía que le había hecho daño a una chica inocente, y quería encontrar la forma de lidiar con esa situación.
Desafortunadamente, ya no había una copia del video de ese día, porque las cámaras de seguridad del hotel habían sido violentadas y no se había podido identificar a ninguna persona.
Ahora bien, la súbita aparición de esa chica, que parecía conocerlo muy bien, lo obligaba a pensar concienzudamente las cosas.
"En ese momento, sentí miedo pero ahora no me quedó más remedio que acudir a ti. En cuanto a tu número de teléfono personal... Le pagué a alguien para que me lo facilitara e incluso vi tu certificado. De verdad, no fue difícil saber quién eras", respondió Nan Qi, sin dejar de sonreír pero con un tono de voz mucho más sincero que el de Pearl.
"¿Por qué decidiste venir a buscarme?" preguntó Bo Yanxi, dudando de la veracidad de sus palabras, y queriendo saber cuáles eran las verdaderas intenciones de esa chica.
"Creo que primero deberías echarle un vistazo a esto", dijo ella, mientras sacaba los resultados del examen del bolso y se los mostraba.
Cuando se acercó, él percibió una delicada fragancia que le resultó extraña y conocida a la vez.
¡Realmente era la misma chica!
Bo Yanxi agarró los resultados con desconfianza porque no entendía esa cantidad de cifras que escribían los especialistas. No obstante, el resultado aparecía al final del informe.
Se leía que la paciente tenía cuatro semanas de embarazo.
La expresión en su rostro cambió de repente, y un aura terrible rodeó su cabeza mientras decía: "¿Me estás diciendo que estás embarazada y que ese niño es mío?"
Nan Qi se puso la mano en la barbilla y le contestó sonriente, mirándolo a la cara: "Yo te recordé que usaras alguna protección pero no podías esperar".
Bo Yanxi soltó una carcajada y respondió: "Aún así, ¿cómo sabes que es mío?"
A Nan Qi no le quedó más remedio que extender las manos y decirle sonriente: "Porque tú has sido el único con quien he tenido s*x*".
"¿Acaso sabías que soy estéril?", le preguntó Bo Yanxi, con la mirada aún más fría.
Para él, todo lo que había sucedido esa noche podría haber sido una conspiración, pero nunca esperó que fuese de ese tipo.
¿Quién estaría detrás de esa componenda?
¿Acaso era contra él únicamente, o esa persona estaba interesada en..?
Nan Qi no sintió ni un poquito de culpa por él. Luego dijo sonriente y con mucha tranquilidad: "No sé nada al respecto, pero de lo que sí estoy segura es que estoy embarazada, y decidí tener este niño porque para mí no es fácil concebir".
De pronto, Bo Yanxi entrecerró los ojos y preguntó. "¿Tú también tienes problemas de fertilidad? ¿Podrías decirme cuál es tu caso?"
Nan Qi se quedó pensativa un instante y le dijo con franqueza: "Es un problema genético porque el médico me indicó que no soy concomitante con el común de las personas. Por ello, mi probabilidad de quedar embarazada es cero, excepto si encuentro a un hombre compatible conmigo".
Bo Yanxi se veía ligeramente aturdido.
¿Eso quería decir que la genética de esa chica era exactamente igual a la suya?
¿Acaso ella había preparado toda esa treta antes de ir a su oficina?
Eso era imposible porque él nunca había ido a un hospital público, y el único médico que estaba al tanto de su condición sería incapaz de filtrar esa información.
¿Acaso milagrosamente sus genes, que eran uno en un millón, eran compatibles con los de esa chica?
¿En realidad, ella estaba esperando un hijo suyo?
"¿Por qué decidiste ir al médico?", preguntó cautelosamente Bo Yanxi, con el corazón a punto de salírsele por la boca, pero logró controrlarse.
"Porqué pensé que tenía gastroenteritis. Pero si no me crees, estoy dispuesta a hacerme otra prueba de embarazo y una prueba de ADN, inmediatamente después de que nazca el niño", contestó ella.
Nan Qi tenía varios días sintiéndose mal e incluso vomitaba en las mañanas, cuando estaba trabajando en la tienda de té con leche.
En el trabajo querían darle algún medicamento, pero el doctor la remitió directamente a la especialidad de ginecología y obstetricia.
Una vez más, el corazón de Bo Yanxi comenzó a latir rápidamente.
Ella debía estar diciendo la verdad, en vista de la seguridad con la que hablaba.
Para disimular la emoción, él suspiró lentamente y apretó un poco los puños, y luego le dijo: "Sólo dime algo, ¿qué quieres de mí?" 
Bo Yanxi anhelaba un hijo porque ya tenía 30 años.
Por ello, si Nan Qui estaba dispuesta a tener ese niño, él le daría todo lo que estuviera a su alcance.
Incluso si ella tuviera otros motivos y luego quisiera chantajearlo, ¡él estaba dispuesto a aceptarlo!
Tras un breve silencio, Nan Qi lo miró seriamente y dijo: "Espero poder contar con tu ayuda, si hay algún problema después del parto y el bebé llegara a necesitar algún tratamiento médico".
Bo Yanxi era el titular actual de todos los bienes de la familia más rica de Yu City, y aunque era un hombre bien parecido y poderoso, ella no estaba interesada en él.
Sin embargo, el niño había sido concebido en circunstancias extrañas y por eso, ella temía que pudiera haber algún inconveniente.
En la vida real, una relación familiar en donde las personas pasan tiempo juntas podría ser más importante que los lazos de sangre, pero desde el punto de vista médico, ese parentesco por consanguinidad es insustituible.
"¿Eso es todo? Puedes hablar abiertamente". Bo Yanxi pensaba que ella no había ido hasta allá, sólo para hablar de cosas triviales pues él sabía muy bien lo que valía.
"No estoy aquí para llegar a un acuerdo contigo. Sencillamente vine a informarte que vas a ser padre, pero que yo tendré la custodia del niño. Sin embargo, tendrás derecho a visitarlo, con la condición de que podamos contar contigo cuando así lo necesitemos".
Nan Qi sabía que él tenía otras cosas de qué ocuparse, pero quería dejar las cosas claras desde el principio.
De pronto, el rostro de Bo Yanxi se tornó sombrío, y le dijo apretando los dientes: "No puedo permitir que mi única descendencia sea un hijo ilegítimo. Por ello, si de verdad estás embarazada, nos casaremos de inmediato".
Según sus principios y la crianza que tuvo, si había un hijo de por medio, él tenía que casarse con esa chica.
¡Por eso, qué siga soñando, si piensa que va a utilizarme!
"¿Casarnos?", preguntó Nan Qi incrédula y  con los ojos desorbitados.
"¿Quieres que el bebé sea un hijo ilegítimo?", dijo él serio y con un tono algo severo.
Ella guardó silencio porque ya había oído hablar y visto a demasiados cr*tin*s irresponsables. Pero, le resultaba muy difícil aceptar la idea de casarse de repente.
Por su parte, él pensó que ella ya había aceptado su propuesta. Por ello, agarró su abrigo para irse antes de la oficina y le dijo: "Vamos a hacerte un chequeo médico ahora mismo".
Nan Qi sabía que todas las personas con dinero sufrían de delirio de persecución y que por ello, eran muy desconfiadas. Por ende, estaba segura de que él la llevaría al médico para disipar cualquier duda.
Ella no opuso resistencia y en tan sólo minutos, llegaron a una clínica privada.
Como ella tenía únicamente cuatro semanas de gestación, el feto era muy pequeño para examinarlo, y por ello sólo tomaron una muestra de sangre.
Los resultados estuvieron listos, al poco tiempo de haberle extraído la sangre a Nan Qi.
Una doctora de unos cuarenta años de edad agarró los resultados y les dijo sonriente: "Felicitaciones a ambos. Efectivamente, tiene cuatro semanas de gestación. Le voy a prescribir ácido fólico para que lo tome, tal como voy a indicarla. Por lo pronto, no hay ningún tipo de problema con el bebé..."
Aunque Bo Yanxi ya estaba preparado mentalmente para la noticia, inexplicablemente no podía controlar el temblor de las manos.
Después de salir del consultorio, él guardó cuidadosamente los resultados en el bolsillo y le dijo directamente a Nan Qi: "¿Dónde vives? Llévame a conocer a tus padres y así aprovechamos para hablar de la boda".
Bo Yanxi pensó que la chica se veía muy joven y que por eso, debía ir a hablar con sus padres.