Mi cuerpo chocó contra una pared del pasillo.No podía retroceder más,pero para Hunter aún quedaba espacio para seguir avanzando.Se aproximó hasta que me acorraló,hasta que las puntas de sus zapatos bien limpios y cuidados tocaron la punta de los míos,y me observó cómo si buscará algo en mi rostro.
—Con que eso pensabas ¿No? pensábamos delatarnos...pensabas...delatarme—susurró.
Su cálido y fresco aliento golpeó mi mejilla me erizó la piel.Le temía,joder,claro que le temía,pero algo,quién sabe que otra absurda cosa era,me decía que no me lastimaría,pero también me indicaba que demostrarle mi temor también era un error.

—No—respondí con firmeza—No pensaba hacerlo.
Hunter se quedó en silencio por unos segundos.Imaginé que me refutaría,que insistiría en qué estaba mintiendo,pero simplemente se alejó,él creó una buena distancia entre ambos y se encogió de hombros.
—Bien,porque si lo haces te van a buscar y te matarán,y no importa el lugar en el que estés siempre te van a encontrar,y no solo a tí,si no a todo aquel que lleve tu apellido,todo aquel que tenga una relación contigo ¿Lo sabías? eso incluye a tus padres,o a cualquier otro—expulsó con simpleza.
Inhalé hondo y me separé de la pared.Delatarlo ya no parecía una de las mejores opciones.Y lo recordé:estaba en peligro,el peligro es real,y tanto como él y como los otros que había visto al pasar la entrada de aquella cueva del bosque,eran asesinos reales.Todo es real,así que el simple hecho de pensar que podían asesinar a mi familia,me removió las emociones,los sentimientos y toda mi existencia.
Sentí un nudo en la garganta pero me contuve.
Hunter se paseó por la sala de estar,mirando cada cosa que se encontraba en ella como si estuviera en algún tour en un museo.Observó,con mayor detenimiento,las fotos de cuando era niña:una yo pequeña con dibujos,una yo pequeña con lentes,una yo pequeña en una bicicleta,una yo pequeña jugando fútbol,una yo pequeña patinando,una yo pequeña en clases de natación,una yo pequeña manejando Skate.

Una yo que aún no conocía ese secreto.
—Es decir,te quedarás ¿No?—comentó al mismo tiempo que pasaba y miraba una artesanía que había hecho mi papá cuando tenía cinco años,a mi papá le gusta tener cosas de su niñez.
—Se supone—me límite a contestar,estudiaba cada una de sus acciones—.No toques nada,todo es muy frágil y se puede romper.
—Jamás he roto nada que no quiera—dijo y apartó su dedo del objeto—¿Tienes miedo?—preguntó como si fuera algo normal.

—Sí lo tuviera ¿Estaría mal?
—No,el miedo es agradable—contestó con un tono de voz más bajo.
—Tener miedo de morir,es agradable—repetí con toda la intención de que entendiera que sonaba muy estúpido.Pero él solo se inclinó para admirar los grabados en otra pieza de artesanía.
—No,el pánico en sí,lo es.A mí me gusta.No sentirlo obviamente,sino...verlo ¿Entiendes?
—Entiendo,me esperaba cualquier cosa de tí,menos esto.En ningún momento me imaginé que el misterio Hunter Morrison es un asesino,y en ningún momento imaginé que estaríamos en esta sala hablando de que te gusta ver a las personas asustadas.No es algo que se llame...normal.Bueno,tú no eres normal.
—¿Sí? ¿Qué te hizo llegar a esa conclusión?—dijo,con lo que no tenía duda alguna de que era sarcasmo—.Se que lo soy pero sé que tú no lo eres—añadió y dejó de prestarle atención a los objetos.Se volteó hacia mí y su expresión era de suma tranquilidad—Alguien que no entiende cuando le dicen que un niño no puede salir,pero sigue insistiendo,y no solo eso,sino que también se dedica a espiar,no debe ser muy normal ¿O sí?
—Estaba pequeña ¿Ok?—resoplé desviando la mirada.
—Ya no lo eres,y tú curiosidad sigue dominándote—agregó—.Si fueras normal,no estaríamos aquí teniendo está conversación,tampoco estarías en peligro y mucho menos sentirías tanto miedo como ahora.
—Al menos tengo algo que es normal ¿Cierto? Cualquiera en mi posición estuviera muriéndose de miedo—expresé y me deje caer sobre el sofá.
—Vamos a protegerte de ellos—confesó entre una exhalación que pareció más de fastidio que de cualquier otra cosa—.Nosotros formamos un grupo y nos cuidamos las espaldas.Mi grupo es pequeño,pero es muy leal.Quizás por eso lo es más,por ser pequeño.
—¡Eh! un grupo,televisa presenta de los creadores de «Somos asesinos» les presentamos «El grupo de las reinas asesinas» las reinas que ahora saben sobre mí—solté,él me miró sin expresión alguna.
—Supongo que a eso le llaman chiste.
—Ya olvídalo—murmuré,girando los ojos—.¿Y como se les llama a los grupos de asesinos? de seguro deben tener un nombre.
—Somos algo así como las mandas de lobos.Podemos matar a otros de nuestra clase,como los que viste en el bosque.Ese era Walter,seguramente cobrando algunas cuentas.Es muy común que si hay conflictos se pueden solucionar de otra manera pero si el conflicto es muy fuerte se cobra quitando su vida.Pero si formamos nuestro propio grupo y nos enlazamos,juramos lealtad y protección,y cuando juramos algo se cumple hasta la muerte,es como un pacto—explicó mientras se sentaba en el sofá individual que se encontraba en frente de mí—.En mi grupo somos cuatro:Isaac,Penny,Robin y yo.Isaac y yo nos conocemos desde pequeños porque nuestros padres son socios comerciales,anoche le hable de tí y estuvo de acuerdo en integrarte.
—Ehm,parece que no tengo que preocuparme por caerles bien para que me acepten—murmuré sin mucho ánimo—¿Ellos también matan siniestramente?—inquirí de mala gana,aunque luego me di cuenta de que mi pregunta era muy patética.
—Todos lo hacemos pero algunos más que otros,pero lo hacemos—respondió sin culpa—.En realidad,nuestro grupo es más tranquilo a diferencia de otros .Nos reunimos,Robin mata conejos para distraerse,tomamos algo y así la pasamos.
—Sí,matar conejos suena de lo más tranquilo—mencioné,haciendo un fingido gesto de aprobación.
—Lo es,porque otros grupos hacen cosas como despejellar,o cazar que es la práctica de capturar personas;rondas de vigilancia,que es prácticamente el seguimiento de posibles víctimas,y sin contar muchos otros pasatiempos,por decirlo así,por algún modo,escandalizaran a cualquiera.
—No voy ni a preguntar qué son esos otros tipos de pasatiempos—dije,negando con la cabeza,luego exhalé—¿Al menos tengo...tiempo para pensarlo?—pregunté teniéndole a su respuesta.
—Lo puedes pensar por hoy,pero me aparece que sigues sin comprender cuan grande es esto,y no pienso explicártelo con dibujitos o cartas—dijo, levantándose del sofá—es simple,tienes dos opciones;irte o ser parte de nosotros.Si te vas,es posible que puedas continuar con tu vida,pero si te quedas,te matarán si no intentas hacer el esfuerzo de hacerle creer a todos que no eres una persona común y corriente que no metió la nariz en donde no debía.
—Es que...aún pienso que es muy injusto.
—La vida es injusta,y debiste pensarlo mejor antes de haberme seguido por el bosque.
Con esas palabras se levantó del sofá,se dirigió a la salida y desapareció.Quedé entonces postrada en el mismo sitio,aún tratando de entender si lo que sentía además del pánico era disgusto,presión,ataques de irá,o aún era curiosidad,una curiosidad muy peligrosa que me llevo a todo esto,en resumen:no sabía que hacer.
Me levanté del sofá,corrí hacia la puerta y la cerré con llave.Entre la soledad,mis emociones fluyeron todas al mismo tiempo como si estuvieran en una competencia con un estallido de meta.La desesperación fue la que tomó ventaja y me impulsó a subir las escaleras para llegar a mi habitación llevándome al encierro,una intensa e inexplicable rabia se mezclaba con el miedo,el pánico,la paranoia,y di una patada a un cojín que estaba en la esquina de mi habitación,y luego,dejándome llevar,golpeé mi biblioteca haciendo que todos los libros cayeran al suelo,cuanto daría por estar metida en este libro,Orgullo y perjuicio,o en este,After,preferiría estar amarrada a un tóxico que siempre dice que va a cambiar que estar en esta pesadilla.
—¡Mal*dita sea! ¡Maldita cueva!—grité.
Comencé a llorar,las lágrimas empaparon mi rostro,y casi como si me hubiera derrotado alguna batalla,caí sentada sobre mi cama,me movía en ella con impulsividad,en una manera muy agresiva,tenía rabia,temor,y tenía la fuerza que controla al mundo,miedo ¿Cómo él podía decirme lo que tenía que hacer con mi vida y darme solo dos opciones? él intenta manejar mi destino,pero claro nadie me manda a ir de curiosa detrás de él.
Me recosté sobre la cama,tome la sábana y me arropé,recordando que de pequeña había deseado tanto encontrar a él.Y hoy me arrepiento de haberlo seguido,de haberme sentido atraída por tantos años de ese misterio de aquel niño con "anemia" también me sentí estúpida,por siquiera haber creído que será una persona distinta,pero vaya que si lo fue,una persona,un asesino,una terrible razón que ahora compartimos aunque yo nunca he matado a nadie en mi vida,me sentía totalmente cómplice .Había observado un asesinato y no podía confesarlo y ahora debía guardar el secreto,y no solo guardar también debía involucrarme en él.
Mi vida debía cambiar,pero para que eso pasará debía dejar algo atrás,y para dejar algo atrás necesitaba,de una vez por todas,comprender lo que me había estado repitiendo desde esta mañana:
Estaba en peligro,y Hunter es el único que me puede proteger de ese peligro,me va a proteger un asesino y yo tambien tenía que intentar serlo,porque si no,mi familia y yo moriríamos.
De modo que lentamente susurrando esas palabras me hundí en un profundo sueño.
Propio del cansancio.
»A veces los peores secretos son reales«