Capítulo 5
2275palabras
2023-01-12 00:59
Sentí que el camino se hizo eterno,hasta que finalmente la estructura del instituto se encontraba en frente de mí,el instituto central de Riverdale.Los edificios que constituían el edificio seguían teniendo ese aire tradicional.Era como el castillo de Chapultepec por lo antiguo,llevaba muchos años,así que tenía altos muros eran de color ocre y tenía grandes ventanales,parecen tabletas de chocolate algo así estilo Wili Wonka.Pero con el pasar de los años ya le habían agregado anexos,sobre todo cuando se aprobó la petición de que el instituto también sirviera como primaria debido eso,los estudiantes eran desde niños hasta adolescentes,y siempre eran demasiados.Siempre había muchísimo ruido,jamás me había sentido tan agusta con ello,hasta ese momento.
Ver a todo el gentío me tranquilizó.Con tanta gente a mí al rededor ¿Quién podía reconocerme? Avancé por lo largo del camino,flaqueando por un pasto brillante,el pasto que dividía el camino principal para llegar a las puertas de vidrio de la zona de descanso,luego me desvíe y atravesé la entrada sintiendo un cierto grado de protección al estar dentro de la institución.No podía pasarme nada,no con los profesores y todo el directivo rondando por todo el instituto.
Después de que entre en el salón de clases de matemáticas y me senté en mi asiento,lo habitual,junto a Jules la encontré con su vista fija en un libro.No era nada raro en ella,pues a ella le encanta leer mucho más que a mí y claro más que a Georgia.No es que no les es que si lo hacía,pero Jules estaba metida de cabeza en los libros la gran mayoría del tiempo.

Acomode mi libreta y junto a ella mí lápiz alcé la vista ante la escandalosa voz que se escucho en todo el salón.
—¡BUENOS DÍAS!
Georgia se apartó un mechón de la cortina de su cabello rubio que le estorbaba en la cara y mostró su perfecta sonrisa oculta bajo sus labios—pintados de un color rosa—Era hermosa y ella lo sabía,y no dudaba en nada exponerlo al mundo.Algunos respondieron a su saludo.
Cualquiera que la veía podía pensar que Georgia,siendo tan bella,tenía que cumplir el papel de la rubia malvada y popular del instituto;lo único cierto era que tenía mucha carisma.Se ganaba a la gente muy rápido,no era nada cruel,solo era muy sincera y las personas a su alrededor parecían reconocer la diferencia,la gran diferencia intencional que había entre la maldad y la sinceridad algo así tipo Star Wars el lado oscuro y el lado de la fuerza,si hubiera una descripción gráfica sería esa.Nadie podía detestarla,ni siquiera por ser tan bullosá,y extrovertida y a veces un poco dulce.
—Parece tu vocación bajarnos el autoestima—le dije en un tono de broma.
Las mesas eran para dos,pero Georgia solía sentarse sobre la nuestra para hablar hasta que la profesora llegará.

Era como esos tipos de clichés que encuentras en Wattpad.
—Nunca hago nada a propósito—respondió rápidamente,mirando por encima de nosotras a los demás mientras repartía saludos,parecía una reina de belleza o una duquesa—.Ya saben que no suelo ser así...solo me gusta alegrarles el día a otras personas y solo lo puedo hacer si soy alegre también.¿Saben que la alegría significa escándalo? cómo emoción ¡Como las admiradoras del equipo de fútbol! me gusta darle los buenos días a todos.
—¿Cómo sería la vida de estas personas sin los buenos días de Georgia?—soltó Jules con un gran sarcasmo acumulado sin apartar la vista de su libro.
—Me he preguntado exactamente lo mismo y he llegado a la conclusión de que sin esos buenos días nadie sufriría una erección tan temprano...—contestó Georgia con una nota de genuino pesar.

Jules alzó la mirada,frunció el ceño y tomó el libro de geografía que había en su lado de la mesa.La tapa del libro mostraba una imagen del planeta tierra,lo coloco de tal modo que Georgia pudiera verlo bien.
—¿Ves esto?—le preguntó a la rubia,señalando la imagen de la portada, Georgia asintió con curiosidad—.Es el mundo con tus saludos.Ahora ¿Ves esto? —agrego y dio la vuelta al libro y mostró la misma imagen del planeta tierra que había en la contraportada—.Es el mundo sin tus saludos ¿Hay alguna diferencia? ¿No? por supuesto que no,porque no la hay.
Georgia comprendió al instante y hundió tanto las cejas y hundió tanto la nariz que el gesto hizo que estallara una risa en mí.
—Eso es en tu mundo amargo.En el mundo de las personas felices no le hacemos caso a las personas que se creen chistositas,pero que no lo son—rebatió Georgia y le enseñó el dedo del medio.Jules esbozó una sonrisa triunfante y volvió a ponerle su atención al libro.En ese momento la rubia volvió a tomarme por sorpresa—.Te veo bastante bien,Bella,pensé que no vendrías hoy por eso de la fiebre y de tu tos ¿A caso viniste por obligación?
—En realidad,mejoré—dije, tratando de verme lo más tranquila posible—Mamá me hizo unos remedios,y eso hizo que me mejorará.
A veces los peores secretos son reales segunda parte
[...]
—¡Perfecto!—exclamó Georgia y se bajó de mi lado de la mesa para acercarse a un grupo de chicos que estaban a tres sillas de nosotras.Exhalé silenciosamente y giré la cabeza hasta que percibí que Jules me observaba con su vista panorámica.
—¿Y cuál es la verdad?—Me preguntó en un tono de voz bajo.
—¿Cuál verdad?—inquirí como respuesta,haciéndome la que no sabe nada de nada.Jules era intuitiva,no lo podía negar.
—¿De verdad? ¿Tú,anoche,enferma,fiebre?—volvió a mirar su libro y pasó de hoja con tranquilidad—.Eso le dijiste a Georgia,¿Pero cuál fue la verdadera razón por la cuál no fuiste a la fiesta?
—Es que lo de esa apuesta no me agradó en lo absoluto—mentí,
agregándole indiferencia a las palabras para que no pudiera sospechar—.Así que me quedé en casa viendo The Avengers.
Jules puso una cara toda rara:se notaba que no me creía,pero en ese momento tenía que hacer como sí,sí,era lo único que le quedaba como sumirse en su lectura.Sabía que con eso había despertado una chispa de duda,había considerado decírselo porque ella era la más centrada de las tres,incluso la más inteligente.El único problema era qué la situación estaba bastante delicada,grave.Un asesinato no era cualquier cosa,además,era cómplice por haberlo visto y no confesarlo,y eso,junto come el pánico,miedo,y paranoia,me estaban comiendo el cerebro.
En ese momento una extraña sensación me envolvió,como cuándo te sientes observado.Disimuladamente mire hacia atrás y contemple a Hunter al fondo del salón,sentado en una de las mesas de la esquina mirándome no hablaba con nadie,estaba un poco despeinado como de costumbre,tenía los brazos sobre la mesa y la postura ligeramente encorvada,como sí,así pudiera hacerse invisible.Pero lo más inquietante era su mirada que no me costó interpretar en lo absoluto:
Sus ojos eran claros,pero su mirada estaba vacía y se veía un tanto sombría,manifestaba desaprobación.
[...]
Cuando la clase termino todos salieron casi corriendo de sus asientos.Jules y Georgia se adelantaron hablando sobre nuevos descuentos de ropa y maquillaje en el centro comercial—era el único gustos que si compartían—yo me quedé atrás para poder terminar de escribir en mi libreta lo que había escrito el profesor en el pizarrón.Me había pasado toda la clase distraída y tomar los apuntes como tortuga había sido una de las consecuencias.
Cuando ya había finalizado,incluso después de que el profesor se fuera,guarde mis cosas y me dispuse a salir del salón.Sin embargo,justo cuando iba a pisar el pasillo,alguien tiro de mi brazo y me devolvió al salón.Tarde un segundo en comprender que era Hunter quién lo había hecho.Cerró la puerta del salón y me observó con un aire de disgusto.
—¿Te vas a mudar? ¿Ya le dijiste a tus padres?—soltó rápidamente sin hacer pausa en ambas preguntas.
—No pude decirles,no pude—confesé.Él resopló con disgusto y echó la cabeza hacia atrás.Como sí intentará buscar paciencia.Pero de mi parte me quedé quieta,me aferré a las tiras de mi bolso—¡Mamá se puso a decir que demandaría a cualquiera que me quisiera hacer daño!¡No puedo decírselos! ¡No tienes ni la mínima idea de todo lo que ellos harían! ni siquiera me creerían,pensarían que estoy loca y me enviarían a un manicomio.
—No está nada mal,si te enviarían a un manicomio estarías a salvo,no es una mala idea.
Mi cuerpo se estremeció de pavor.No me gustaba aquella palabras o idea.Ni siquiera quería imaginarme siendo considerada una demente.
—¡¿Qué?! ¡Demente si estás! ¡No iré a ningún lugar!
—¡Jo*der,Bella!—rugió Hunter,aproximándose a mí con vehemencia—.Haces que me provoque asesinarte,¿Sabías? cuánta indecisión.Y no soporto la indecisión—Di un paso hacia atrás,teniendo que en realidad hiciera algo contra mí—pero ya te dije que no lo haré,así que relájate.
—Te queda horrible—volvió a hablar.Sentí como sí un balde de agua lleno de hielo me cayera encima y de inmediato pase a ponerme de mal humor—No nos vestimos así.Tampoco nos reímos escandalosamente como hiciste hace un rato.
—No,ustedes son demonios asesinos.Algo más normal.
—¿Crees que es normal?—inquirió con lo que pide reconocer era algo de ingenuidad en sus palabras.
—¡Solo es sarcasmo,Hunter!—exclsmé y caminé hacia la puerta,pero antes de poder irme él me detuvo—¡Suéltame,idiota!
—Si no vas a mudarte,significa que tendrás que ser una de nosotros—manifestó bajando el tono de voz—.¿Aún no lo entiendes? estás en peligro,Bella,un peligro real.
Le mantuve la mirada por un instante,buscando,quizás,algo en ella que me hiciera dudar.Pero la imagen del asesinato llegó a mi mente y con eso el recuerdo de lo que pude haber pensado que él alguna vez podía ser.
En ese momento fui incapaz de decir algo,lo único que hice fue zafarme de su agarre y salí del salón antes de que pudiera retenerme una vez más.
Me mezcle entre la multitud, malhumorada,sintiéndome ridícula vistiendo mi propia ropa,y con la despectiva opinión de un tipo que solo se escondía detrás de una chaqueta de cuero de todos los jo*didos tonos oscuros del negro que existen,también me sentí estúpida por permitir que me afectara aunque fuera un poco.No obstante,ignoré esa parte de la conversación y me concentre en lo último que había dicho.
El peligro es real,y todo relacionado con el también lo era.
[...]
Asistí a la segunda clase con ganas de que me tragara la tierra y me escupiera en un país europeo.Hunter no volvió a mirarme,Jules no paro de hablarme de un cómic de Marvel,luego me habló de un libro que no podía parar de leer,creo que dijo H de Harry o algo así,y Georgia no se detuvo con el asusto de que su presencia mejoraba el ánimo de las personas y que por eso se ofrecía ayudar con los preparativos de la graduación.
Al parecer sus ideas eran más frescas—y elegantes—que las del comité de eventos y organización.
Una vez finalizó la mañana de clases,el camino a casa fue largo.No me atreví a montarme en el autobús escolar con Jules y Georgia,de hecho,las perdí de vista cuando salí del instituto,así que mientras volvía trate ver la situación desde otro ángulo.Probé desde papá, mamá,Jules,Georgia,y el más sensato era la ante penúltima.Ella habría dicho que llamara a la policía a la interpol incluso a la guardia Nacional,a los linternas verdes,a Christian Grey,que llamara a los alienígenas si es necesario,que llamara a todos y me pusiera a salvo.
Quizás debía tomar el teléfono,y confesar absolutamente todo,delatar a Hunter y tal vez vivir en paz.
Entré a mi casa y me quedé apoyada en el marco de la puerta por un momento.El silencio en el interior era profundo,casi como si todo estuviera en sinfonía con mis temores para dejarme mucho más nerviosa de lo que ya me encontraba.Pasé a la sala y dejé el bolso en el sofá.Observé el teléfono de casa sobre una mesita de vidrio,estaba perfecto el momento,parecía una señal del destino para que lo tomara y llamará,confesar es algo natural,porque sí lo ra,¿No? Di unos pasos cortos dudando,pero ¿Por qué dudaba tanto? lo tomé y marque el primer número y...
Alguien toco el timbre de mi casa.
Di un salto de una manera tan exagerada que deje caer el teléfono y el cable semejante a un largo resorte se extendió por debajo de la mesita de vidrio primero,como si me hubiese picado un alacrán más de cinco veces,imaginé al asesino de gabardina blanca colocando su dedo en el botón del timbre,cuando el veneno del Alacrán imaginarios desapareció de mis venas,lo pensé mejor,podía ser Georgia o Jules,para pedirme que fuera al centro comercial con ellas,o tal vez solo era Jules para sacarme la verdad sobre la mentira que dije en la mañana.
Podía ser cualquier persona.
Volví a la puerta y la abrí de forma positiva,y ahí estaba él.
—Ah,tú,¿También se te olvidó decirle que mi cara es ridícula?—le dije.
La palabras salieron como exhalaciones de alivio.Hunter,frente a mí,entorno los ojos y sin preguntar me apartó con suavidad para entrar a la casa.
—No,porque eso ya lo sabes—comentó con indiferencia mientras cerraba la puerta—¿Estás sola?
—No eres nada educado ¿Ya lo sabías?—bufé, cruzándome de brazos—Y...
—Puedo jurar que lo soy pero en una situación requerida—me interrumpió y avanzó a la sala.Lo seguí rápidamente,pero se detuvo frente al sofá,justo al lado de la mesa donde el teléfono en ese momento se encontraba aún en el suelo.Lo miró y yo también,y había comprendido mi error—.¿Que pensabas hacer?—inquirió dándose la vuelta.
Tienes que mentir Bella,miente miente miente.
—Iba a llamar a Georgia,habíamos quedado en salir—mentí.
Intenté verme todo lo tranquila que pude,y me quedé quiera en el espacio que separaba la sala del pasillo de entrada.Hunter frunció levemente el ceño y eso acentuó la peculiaridad de sus ojos.Eran claros,pero en este momento estaban oscuros,no era tan difícil diferenciar el iris de la pupila de sus ojos,y eso sí que era una extraña característica.
—Estás mintiendo—soltó mientras avanzaba a paso lento hacia mí.Retrocedí ante su movimiento—.Mientes,Bella,sé cuando las personas mienten ¿Lo sabías?
—No miento ¿Por qué debería mentir?—musité.