Capítulo 64
810palabras
2023-01-17 09:30
Carson comenzó a visitar más y más a Lia después de que esta tuvo su operación, y esto molestaba a Elissa, aunque también se ponía feliz de ver a su hija más resplandeciente.
Por lo mismo, cuando vio a Carson jugando con su hija en la pequeña sala de estar, le pidió a este que la siguiera hasta la cocina, dejando a su hija junto a Jonathan, el cual estaba tan molesto como la madre. Cuando Elissa estuvo sola junto a su exesposo, le dijo: "Mira, es cierto que te di permiso para verla, pero eso no significa que puedas venir a vivir aquí".
"¿No te gusta mi presencia aquí?", preguntó él, dejándola completamente boquiabierta con su pregunta. ¿Acaso no había sido lo suficientemente clara ese día?
“No, Carson, no me agrada que estés aquí, y tampoco creo que debas darle a Lia falsas esperanzas haciéndola pensar que siempre vas a estar aquí para ella, cuidándola y todo lo demás. No hay manera de que—".
“No estaba mintiendo sobre lo que dije ese día; cada palabra era sincera. Siempre voy a cuidar de ustedes dos, incluso si no te agrado, lo cual es mentira. No las dejaré ir ni a ti ni a mi hija. Ya cometí ese error una vez y no pienso hacerlo de nuevo", la interrumpió él.
Elissa sabía que jamás se pondrían de acuerdo con respecto a eso, así que, suspirando, decidió dejarlo pasar y dijo: "Está bien, lo que tú digas. Sin embargo, solo te permitiré verla dos horas al día, no más que eso".
“¿Solo dos horas? Vamos, Eli. Ella es mi hija preciosa. ¿Cómo voy a vivir viéndola solo dos horas al día?", respondió él con una expresión de tristeza.
"Ya he dicho, Carson", sentenció ella, encogiéndose de hombros y prendiendo la cocina a inducción para preparar la comida.
Él suspiró y comenzó a murmurar entre dientes, pero Elissa no pudo escucharlo, por lo que él puso los ojos en blanco y se fue de la cocina para ir a jugar con su hija a la sala.
"Hermano Jonathan, ¿podrías alcanzarme ese paquete de plastilina?", preguntó Carson ya en la sala.
Sin embargo, Jonathan lo miró con indiferencia un instante, pero de inmediato volvió a concentrarse en la pantalla del televisor, pues no pensaba ayudarlo. Ante esto, Carson le dedicó una sonrisa falsa, ya que por dentro estaba haciendo una mueca de desprecio, y después fue a buscar la plastilina el mismo.
"¡Tío Jonny, juega con nosotros!", pidió Lia con sus brillantes ojos azules. No obstante, aunque Jonathan nunca había tenido el poder de decirle que no a su dulce sobrina, el hecho de que Carson estuviera ahí le quitaba todas las ganas de unirse a ellos.
“Lo siento, Lia, jugaré con contigo cuando ese hombre ya no esté, ¿de acuerdo? Por mientras puedes jugar con él".
Ante esta respuesta, Lia no pudo hacer más que un puchero y mirarlo con el ceño fruncido, aunque solo lograba verse más tierna. Así, mientras los demás jugaban en la sala, Elissa recibió una llamada del alcalde, o su padre biológico, para ser exactos. Ella llevaba días ignorando sus llamadas, pensando que eventualmente se cansaría, pero no fue así, por lo que contestó y dijo secamente: "Hola".
“Gracias a Dios que contestaste mi llamada, Elissa. ¿Cómo estás?", preguntó el alcalde con un tono de alivio.
"Bien, aunque debería dejar de llamarme, señor alcalde, porque no pienso cambiar de opinión pronto".
"¿Cómo podría dejar de llamarte? Eres mi hija, Elissa. Soy capaz de soportar el odio que sientes por mí, pero no podría soportar perderte".
La joven no le respondió nada, pues no había respuesta que darle, así que el alcalde agregó: “Elissa, ¿Vendrías a cenar con tu padre? ¿Aceptarías esta invitación, por favor?".
"No", respondió ella, tragando saliva fuertemente.
"Por favor, solo será una cena, ¿sí? Hay cosas sobre tu madre que quiero mostrarte y sé que te van a gustar".
Elissa nunca había visto el rostro de Rune, su madre, pero quería saber más sobre ella: cómo era, a qué se dedicaba, cualquier cosa. Por eso, y aunque sabía que el alcalde solo lo hacía para atraer su atención, ella aceptó la invitación y dijo: "Está bien, ahí estaré".
"¡Genial! Gracias, Elissa. El lugar de reunión será mi casa, así que aquí te espero".
"Bueno", respondió ella y terminó la llamada. Entonces, puso el teléfono a un lado y se dio un momento para pensar en la situación. Iba a conocer a su padre, el alcalde, para saber más sobre la mujer que le dio a luz, la cual fue brutalmente asesinada por Kimberly. Elissa realmente nunca esperó que su vida fuera tan complicada, y había sido así desde el mismísimo comienzo.
"¡Mami!", la llamó Lia desde la sala, distrayéndola de sus pensamientos.
"¡Ya voy, cariño!", respondió ella, dejando las malas ideas a un lado.