Capítulo 51
1003palabras
2023-01-17 09:30
Eran las dos de la tarde. Elissa esperaba a Carson en la casa rural donde él la había citado. Tenía la mente adormecida desde que se había enterado de que Lia necesitaba una segunda cirugía; no sabía qué hacer. Era tal la cantidad de dinero requerida que la indignaba tener que rogarle a Carson. Odiaba no poder proporcionarle a Lia todo lo que deseaba.
Le temblaban las rodillas de los nervios. Ya lo había hecho antes, pero esta vez estaba más ansiosa. Quizás se debía a que la otra noche, Carson la salvó cuando ella ya había perdido las esperanzas. Se había resignado a su suerte, y él irrumpió como un caballero de brillante armadura. Recordó que Carson le había prometido protegerla como un caballero a la reina, y que ella se había reído en ese momento... pero ahora la fe le inundó el corazón al pensar en ello.
Escuchó que la puerta se abría y que Carson entraba. Se levantó del sofá y, cuando sus ojos se encontraron, se le cortó la respiración y se le revolvió el estómago. ¿Qué estaba pasando? No sabía, pero su corazón se aceleró al verlo.

Carson se relajó al verla mejor. Se acercó a ella con las manos en los bolsillos y le preguntó: "¿Cómo estás?"
La suavidad de su tono le dio ganas de abrazarlo. "Bien...", dijo volteando la vista avergonzada.
Carson se inclinó un poco, observando su rostro sonrojado. “No te ves bien. Ven a sentarte". Elissa volvió al sofá y lo miró. "¿Cuántos tienes?". Su pregunta la desconcertó.
"¿Qué?"
“De esos rasguños”, señaló. Elissa había tratado de ocultarlos con una blusa de manga larga y una falda larga para que su hermano no los viera, pero Carson no los pasó por alto. En su escote se veía un apósito que sobresalía a través del espacio entre los botones.
Elissa se encogió de hombros sin querer mencionar el tema. "No tantos". Sabía que si hablaba de ello, se derrumbaría. Se recordó a sí misma por qué estaba aquí y, tomando una decisión, dijo: "Quiero hablar contigo sobre algo".

"Adelante". Carson se sentó a su lado, dejando apenas unos centímetros entre ellos.
Otra vez sintió la rigidez en su estómago, pero se aclaró la garganta y dijo: "Necesito un millón de dólares".
Carson casi no se dio cuenta de lo que dijo; pensó que iba a hablar de lo sucedido. Parpadeó y reconfirmó: "¿Necesitas un millón de dólares?"
Elissa asintió, mordiéndose el labio inferior. “Es urgente y estoy dispuesta a extender nuestro acuerdo, porque realmente necesito el dinero".

“¿Te están chantajeando? Eli, ¿por qué necesitas tanto dinero?" Después de lo del secuestro, le preocupaba que alguien la estuviera extorsionando.
“No, pero no puedo decirte la razón. Por favor, entiéndeme", le pidió rogándole con los ojos.
Él se pellizcó el puente de la nariz, sentía la cabeza a punto de estallar. "Bueno, pero no extenderemos el acuerdo. Un mes es suficiente. Al finalizar, te daré el dinero”.
"Gracias".
Hubo un silencio incómodo, ninguno supo qué decir. Entonces, Elissa preguntó: "¿Seguimos?"
Carson se levantó del sofá mascullando. "Hoy no, no estoy de humor". Además de que Elissa no estaba bien, nunca le pediría que se acostara con él si veía que no quería. Ella lo hacía por una razón, y lo mortificaba que no se la contara.
~
Grupo Waverly & Co.
"¿Algo más?", le preguntó Carson a su secretaria. Ella negó con la cabeza. Le había pedido a Lin que investigara a Kimberly, pero no había mucha información sobre ella.
"Es como si ya lo supieran", dijo Lin parada frente al escritorio mientras Carson revisaba el documento que le había entregado.
"¿Y de Amanda?"
Lin respondió a pesar de sus pruritos. "Eh.. es su prometida, señor. ¿No sería más simple pedirle su certificado de nacimiento?" Carson no le había contado a nadie lo que sabía. Era complicado y ni él lograba entenderlo.
Con la mirada le hizo saber a Lin que había preguntado algo que no debía. “Lo sé, Lin. Pero si te lo pregunto, es por algo, ¿no?"
"Entiendo, señor".
Estaba frustrado porque no había nada que demostrara la relación de Kimberly con el chofer. Ella había nacido en los suburbios, en el mismo barrio que la exmujer del alcalde; incluso había sido amiga de Rune, pero eso era todo. No había nada más. Luego, decía que Kimberly se había casado con el alcalde solo unos días después de la muerte de Rune en un accidente, y eso no cuadraba. Había una brecha entre ambos períodos, como si Kimberly lo hubiera borrado por si alguien la investigaba.
La información de Amanda era una pérdida de tiempo, ya la conocía. Carson golpeó el escritorio con el documento y le ordenó a Lin: “Dile a Mark que vigile a Kimberly y a Amanda. Quiero que me informe si encuentra algo anormal". Lin asintió sin hacer preguntas, sabía que la vida privada de su jefe no era asunto suyo.
Apenas salió Lin, Carson hizo una llamada. “No pierdas de vista a Elissa, sin ser obvio, porque ella lo descubrirá. Solo asegúrate de que esté a salvo". La persona estuvo de acuerdo y terminó la llamada.
Necesitaba averiguar la verdad sobre Kimberly, y sabía que la clave estaba en el chofer. Hacía veinte años que trabajaba para el alcalde y había sido Kimberly quien lo recomendó. Carson supuso que debían de tener una aventura desde entonces, y lo impactaba que nadie lo supiera.
Sumido en sus pensamientos, se sentía incapaz de encontrar la verdad. Entonces, se percató de que los hombres que secuestraron a Elissa debían de saber algo, habían trabajado con ella durante años. No los había soltado aún, seguían encerrados en ese depósito.
Carson tomó su saco y salió de su oficina. Le informó a Lin que saldría y que no estaría presente en la reunión de hoy. Ella asintió. Aunque intentara discutir para que no faltara a la reunión, él no la escucharía.
Carson encendió el motor y salió del edificio. Condujo hacia la costa sureste.