Capítulo 26
1198palabras
2023-01-12 15:55
Unos días después, Elissa estaba adaptándose a su nuevo apartamento. Hacía dos días que se había mudado de la villa de Benjamin, de quien se despidió con pesar. Aunque había intentado negarse, él la ayudó a trasladar sus cosas y se aseguró de que el propietario fuera una persona decente.
Elissa tomó un sorbo de café mientras garabateaba con un lápiz en el bloc de dibujo. Había recibido muchos pedidos de diseños de nuevos clientes en la cuenta de su hermano. Era demandante, pero le encantaba diseñar. Tenía el cabello sujeto en un moño desordenado con algunos mechones rozando su rostro.
Cuando terminó, se fue a dormir sin saber lo que le esperaba mañana.
A la mañana siguiente, se despertó con el continuo sonido de las notificaciones de su teléfono. Era domingo y quería dormir más, pero el pitido constante la despertó. Quejándose, tomó su teléfono para revisar los mensajes.
Por un segundo, pensó que estaba alucinando. Parpadeó varias veces y volvió a mirar la pantalla con atención. La sorpresa le provocó escalofríos: sus cuentas en redes sociales se llenaron de halagos. De alguna manera, la descubrieron como la 'diseñadora genio misteriosa'. No sabía cómo había sucedido, era muy cuidadosa con estas cosas. Se desplazó hacia abajo para ver los comentarios y las reseñas que estaba recibiendo.
"¡Adoro tus diseños! ¡Son geniales!"
"¡Eres muy bonita! Un diseño hermoso que crea diseños hermosos".
"Por favor, quisiera tener tu autógrafo, ¡soy tu fan!"
Quiso sonreír, pero estaba muy nerviosa, ¿cómo se habían enterado? No había dado ninguna pista en la cuenta que insinuara algo sobre ella. La gente pensó que esos diseños geniales y quien estaba detrás de la cuenta eran la misma persona, pero era el perfil de su hermano. Ella lo estaba ayudando un poco.
Era demasiado para un domingo por la mañana. Dejó su teléfono y se puso a hacer sus tareas habituales tratando de no pensar, pero su mente divagaba queriendo revisar las notificaciones. Los comentarios la hicieron sonreír y dieron alegría a su corazón.
Fue una gran promoción de su trabajo, y se hizo popular en línea de la noche a la mañana. Sus seguidores aumentaron drásticamente, al igual que la apreciación de su trabajo. Recibía cada vez más pedidos de diseños, lo que la hacía sentir feliz y ansiosa a la vez.
~
Como todo lo que sucede en Internet, circuló por todas partes. Amanda y Kimberly no tardaron mucho en enterarse.
Celosa, Amanda se mordió la uña del pulgar al ver los comentarios positivos que recibió Elissa, que se estaba volviendo popular. Eso la enojaba muchísimo. “¡Agh! ¿Cómo lo logró la muy p*rra?"
Kimberly estaba en silencio mientras revisaba la cuenta exhaustivamente. “El nombre de la cuenta dice Jonathan, pero ¿por qué usaría un nombre masculino? ¿Y por qué eligió Jonathan entre tantos?", reflexionaba Kimberly rascándose la barbilla. Luego, buscó el nombre en la página web: JONATHAN WILLIAMS. En un segundo, los detalles de él estaban frente a ella. La tomó por sorpresa, pero luego se dio cuenta. Recordó que los padres adoptivos de Elissa habían adoptado a otro niño que era el hermano de Elissa.
Kimberly había estado pendiente de Elissa mientras crecía y conocía todos los detalles. "¡Es su hermano!"
Amanda estaba perpleja. "¿Cómo sabes que es su hermano?" Ella no tenía idea de por qué su madre sabía tanto sobre Elissa o los Waverly, de hecho, nunca le había contado sobre el oscuro pasado o sus actos.
"¿Ves? Él es Jonathan Williams, un diseñador de renombre de ciudad B. Ahora tiene sentido”, dijo Kimberly riendo con maldad. Amanda la ayudó y entre ambas buscaron más información sobre Jonathan. Después de recopilar la suficiente, Kimberly planteó su siguiente paso. “Cuanto más alto estás, más dolorosa es la caída".
Acusarían a Elissa de estafadora. “La gente creerá que Elissa es una impostora que se lleva el crédito por el trabajo de su hermano”.
A Amanda la entusiasmaba el plan de su madre. Hizo lo que Kimberly le dijo y publicó en las redes sociales: "Elissa estará pronto destruída". Ambas rieron.
~
Al otro día, sucedió lo opuesto que ayer. Elissa se quedó mirando la pantalla de su teléfono durante un buen rato. Llegaría tarde al trabajo, pero no podía moverse. Quienes la aplaudieron, ahora escribían comentarios de odio. ¿Qué pasó? Elissa leyó una publicación anónima donde se filtraba la información de su hermano. Sin aliento, casi deja caer su teléfono. Sentía como si su cerebro fuera a explotar ante tantas cosas contradictorias.
Volvió a apartar los ojos de la pantalla. La gente no paraba de atacarla.
"¡Impostora! ¡Falsificadora!"
"¡Ya no te respeto!"
"¿¡No te da vergüenza robar el trabajo ajeno!? ¡Desvergonzada!"
Seguirán con las groserías, así que volteó su teléfono para que no la afectaran los comentarios. ¿Quién podría haber subido la información de su hermano?
Elissa juntó las palmas y se cubrió la cara justo en el momento que sonó su teléfono. Al tomarlo, vio el nombre de Benjamin en la pantalla. Se mordió el labio por la tensión, debía de estar llamándola por la misma razón.
“Elissa, ¿por qué no estás en el trabajo?”, preguntó sin saludar. Su tono sugería que no estaba de buen humor.
"¿No has visto lo que está pasando en Internet?", dijo ella con tono grave.
“No tiene nada que ver con tu trabajo o con la empresa, así que ven ahora mismo”, dijo Benjamin con firmeza.
"Sí, señor. Estaré allí enseguida”, dijo cortando la llamada. Suspiró reflexionando sobre lo que había dicho Benjamin. Tenía razón, pero ¿y si pasaba algo malo? Pensaba las peores posibilidades y se ponía aún más ansiosa.
Benjamin iba a despedirla si llegaba tarde, por lo que rápidamente juntó sus cosas y bajó de su apartamento. Tomó un taxi y se dirigió directamente a la empresa.
En la compañía.
Benjamin frunció el ceño mientras revisaba los comentarios. Sabía que iba a ser un problema para Elissa, aunque hubiera dicho que no era importante.
Benjamin revisaba diseños cuando recibió la llamada de su padre. Sostuvo fuerte su teléfono porque no se avecinaba nada bueno.
Se aclaró la garganta y atendió: "Hola, papá".
"¡Benjamin! ¡Despide a esa mujer de inmediato!”, dijo Harold furioso después de enterarse de que Elissa era una fraude. La soportaba porque tenía un hijo con Benjamin, pero ahora, ya no le importaba. No aceptaría una nuera con semejante reputación. “Esa mujer solo le trae problemas a la compañía; deshazte de ella".
Benjamin estaba en un aprieto. Confiaba en que Elissa nunca haría algo así, pero con su confianza no bastaba: no tenía pruebas y no tuvo más remedio que aceptar lo dicho por su padre. “Entiendo, padre, pero Elissa no es una impostora; estoy seguro de que alguien trata de incriminarla”.
“Benjamin, ¡abre los ojos! Aunque te guste debes distinguir lo que está bien de lo que está mal", lo regañó Harold.
“Papá, dame tiempo. Me encargaré de esto personalmente”, articuló Benjamin, mientras veía a través de la ventana que Elissa se dirigía a su cubículo.
“Si no tomas medidas, ¡lo haré yo! No lo olvides", dijo su padre tras lo cual cortó la llamada. Benjamin suspiró y se pellizcó el puente de la nariz. Necesitaba hablar con Elissa.