Capítulo 23
1037palabras
2023-01-12 15:42
Benjamin trabajaba en su oficina cuando recibió la llamada de Carson. Entrecerró los ojos al mirar la pantalla, preguntándose por qué lo estaba llamando. Dejó su bolígrafo, cerró el expediente y contestó la llamada.
"Hola, Carson".
"¿Podemos encontrarnos?", preguntó Carson, ignorando el saludo.
"¿Asuntos comerciales?", preguntó Benjamin divertido. “Si fuera por eso, lo siento, hombre. Estoy ocupado, así que…”
“Se trata de Elissa”, dijo Carson interrumpiéndolo. "Quiero contarte algo sobre ella", continuó impaciente.
Como lo había llamado, Benjamin pensó que podría ser un tema serio. "Está bien. Envíame la ubicación, llegaré en media hora", dijo, luego cortó y dejó su teléfono a un lado. Unos minutos más tarde, recibió la ubicación.
Anoche, Benjamin le había preguntado a Elissa sobre la cena, pero ella no dijo mucho al respecto. Se la veía molesta y cansada, por lo que estaba seguro de que algo había pasado, pero no la obligó a contarlo.
Terminó de firmar los documentos y miró su reloj pulsera antes de salir. Caminó hacia su Porsche, entró y encendió el motor, cuando el coche cobró vida, salió de la empresa.
El Café Dahlia estaba ubicado en el lado occidental de su empresa, y tardó veinte minutos en llegar. Vio a Carson sentado en una de las mesas exteriores de la planta baja, el café tenía mesas al aire libre y bajo techo.
Benjamin salió del auto y se dirigió hacia Carson, que tamborileaba los dedos con impaciencia sobre una mesa redonda blanca.
Con las manos en los bolsillos, Benjamin se paró frente a él. "Hola". Carson se quitó las gafas de sol y le pidió que se sentara.
"¿Qué quieres contarme sobre Elissa?"
“Ayer la llevé a tu casa”, empezó Carson. “Estaba en el restaurante XX con un hombre mucho mayor que ella”, dijo con la cara torcida de disgusto al mencionarlo. “La vi allí con él, creo que está teniendo una relación indebida”.
Benjamin estaba sorprendido y confundido a la vez por la acusación. Le pareció raro que Carson no supiera que era el alcalde.
"¿No sabes quién es el hombre?", preguntó Benjamin.
Su respuesta fue un rotundo no.
Con una sonrisa, Benjamin reveló: "Es el alcalde de esta ciudad, tu futuro suegro". Las pupilas de Carson se dilataron, e hizo una mueca de incredulidad.
“Sí, es el alcalde. Ayer vino a inspeccionar la empresa e invitó a Elissa a cenar”.
“Si es el alcalde, mucho peor. ¿Cómo puede tener una relación de ese tipo con él?"
Carson creyó que Elissa estaba con el alcalde por su dinero, y eso tenía sentido para él. Estaba aún más disgustado, Elissa le pareció una rastrera. “Deberías alejarte de ella, no es buena para ti. Te lo aconsejo como amigo".
Benjamin levantó una ceja con escepticismo. "Confío en ella; no hay ningún tipo de relación entre ellos”.
"¿Cómo puedes confiar en ella sin pruebas?", preguntó molesto.
“Porque sé que Elissa no haría algo así. Además, ¿cómo puedes probar que tienen una relación indebida?", replicó Benjamin.
Carson apretó los dientes con ira lanzándole una mirada oscura. "Los vi. Él sostenía su mano, parecían cercanos”.
Benjamin, desconcertado, dejó escapar una risa. "Carson, ¿estás bromeando? Eso no significa que exista una relación entre ellos”.
"Bien, pregúntale a ella, que te diga qué estaba haciendo allí con él en privado.
“Creo que estás celoso y que intentas hacerme dudar de Elissa para que la deje y tú tengas una oportunidad, ¿no?"
Carson se levantó de su silla furioso. "No es verdad. ¿Por qué estaría celoso?”
Benjamin también se levantó. "Me decepcionas, Carson. Si ella te gusta, no deberías usar estas artimañas para quitarme de en medio. Si eres hombre, juega limpio”.
Benjamin terminó la conversación enojado por el comportamiento de Carson. Lo había conocido en la universidad, pero ya no era el hombre que conoció en esos días. Antes de dirigirse a su auto, Benjamin miró hacia atrás y agregó: “Deja de causarle problemas, te lo advierto".
Carson cerró el puño y lo vio irse en su auto. Lo enloquecía que tuviera tanta confianza en ella y que vivieran en la misma casa. Pensó que la había defendido porque le gustaba demasiado Elissa, pero que fuera el alcalde lo asombró, y ahora quería saber por qué la había invitado solo a ella a la cena.
~
Cuando Benjamin regresó a casa por la noche, vio la mesa del comedor preparada, deliciosa comida servida y flores frescas. Sonreía preguntándose el motivo, cuando vio a Elissa salir de la cocina con vasos en la mano.
A ella se le iluminó el rostro con una sonrisa cuando lo vio y le dio las buenas noches.
"Esto se ve increíble, ¿qué festejamos?"
Una sonrisa juguetona se dibujó en sus labios, pero antes de revelar la noticia le pidió que se sentara y le sirvió una copa de vino. “Tengo una buena noticia: ¡encontré un apartamento!” Hacía semanas que buscaba un apartamento adecuado y, ahora que lo había hallado, estaba extasiada. "Me mudaré pronto".
La sonrisa de Benjamin se desvaneció, para él no era una buena noticia. Le encantaba tenerla aquí y no quería que se fuera. Fingió estar feliz por ella para que no se preocupara.
“Felicitaciones, Elissa”.
"Gracias. Pensé en hacer algo especial porque es una gran noticia, espero que esto te guste".
"A esta altura, deberías saber que soy un gran admirador de tu cocina", dijo Benjamin con humor, haciéndola reír.
Si ella estaba feliz, entonces él estaba contento con su decisión. Solo le importaba estar a su lado.
“Cuéntame más sobre tu apartamento, ¿cómo es?" Elissa le sirvió los platos y, luego, le habló del apartamento.
“Está en el medio-oeste de ciudad A y está en buenas condiciones. También el precio del alquiler es decente. ¡Al fin encontré un lugar para vivir después de tanto buscar”.
"¿No estarás muy lejos de la empresa?"
“Sí, pero me perdería un gran apartamento si me fijo en eso. Puedo manejarlo”, dijo Elissa con optimismo.
"Hubiera sido genial que pudieras quedarte aquí para siempre", soltó Benjamin bajando la voz al final cuando la miró a los ojos. Le sostuvo la mirada durante unos segundos antes de que Elissa la desviara con incomodidad.
“Su visita será bienvenida, señor”, dijo cambiando de tema antes de que todo se complicara.