Capítulo 18
1649palabras
2023-01-12 15:18
Dado que Elissa estaba en la empresa de Benjamin y este era su rival también en los negocios, Carson debía tener toda la información posible sobre él y su empresa, incluidas sus actividades recientes. El manager de Carson le informó sobre el proyecto de formación de equipos que la empresa de Raymond había puesto en marcha.
Carson supuso que Elissa también acudiría a aquella actividad, y el hecho de que los dos dispusiesen de más tiempo para juntos le enfurecía. Por consiguiente, consideró oportuno ir al mismo resort donde tenía en mente alojarse Benjamin. Pese a que el manager de Waverly no entendió su repentina e imprudente decisión, le obedeció igualmente sin manifestarse en contra. Carson le dijo a este también que pusiera al tanto a sus propios empleados acerca de la escapada y que se prepararan para ello.
Recogió su material de trabajo, se puso la chaqueta y se fue a casa, con el objetivo de hacer acopio de alguna que otra cosa allí antes de irse al resort.
Cuando recaló en su vivienda, fue directamente hacia su habitación, pero Hera lo detuvo en seco. se dirigía directamente a su habitación cuando Hera lo detuvo. "¿Adónde vas, hijo?", le preguntó.
"Es por lo del proyecto de formación de equipos. Iré con mis empleados al Patricia Resort."
En ese momento entró Amanda, y por la cabeza de Hera pasó una idea brillante. "Oye hijo, ¿y por qué no llevas a Amanda contigo?", propuso con entusiasmo mientras le hacía un gesto a Amanda para que se acercara. Esta no sabía muy bien qué ocurría, ni tampoco estaba segura de qué decir.
Carson se miró el reloj con impaciencia y se negó sin miramientos a ello. “No me estoy yendo de vacaciones, mamá; está relacionado con el trabajo. ¿Qué pintaría allí ella?
“¿Y qué si es por trabajo? ¡Es una gran oportunidad para que paséis más tiempo juntos, ¿no crees? ¿Tú qué opinas, Amanda, querida?"
Por supuesto, la susodicha secundó la sugerencia nada más captó la situación. Daría lo que fuera con tal pasar más tiempo con su prometido. "Me encantaría."
Carson se frotó la nariz, arrepintiéndose de su propia decisión de pasar por casa antes de salir. Como no podía discutir con su madre, al fin accedió a sufrir la compañía de Havells. "Vale, muy bien; vente si quieres."
Dicho eso, subió a su habitación, mientras Amanda le daba un fuerte abrazo a Hera para agradecerle su apoyo. Hera quería que Amanda se convirtiera en su nuera lo antes posible, pero Carson la estaba poniendo nerviosa de tanto que rehuía de la chica. Como no podía hacer nada con respecto al compromiso, solo podía intentar hacer de celestina cuando se le presentaba la oportunidad. Con el tiempo, esperaba que Carson se olvidase al fin de la mujerzuela de Elissa y se decidiera a comenzar una nueva vida con Amanda.
Waverly bajó entonces las escaleras con los materiales requeridos, así como con un nuevo outfit. Se trataba de un traje azul marino eléctrico, y la camisa blanca en el centro desabrochada un par de botones. Después de que Amanda tuviese el sonroje de rigor al verle así de guapo, ambos se montaron en el coche para encaminarse hacia el resort.
...
En el Patricia Resort...
Benjamin estaba explicando los detalles del proyecto a sus trabajadores cuando de pronto le interrumpió la llegada de Carson, quien venía acompañado de su prometida. Raymond frunció el ceño, intrigado y receloso ante su presencia allí.
Se le acercó entonces el recién llegado, con una sonrisa de suficiencia y las manos en los bolsillos. Desvió la mirada por un momento hacia Elissa, que estaba al lado de su jefe, y la secretaria giró la cara hacia otro lado del puro asco.
"¡Vaya casualidad! No esperaba encontrarte aquí.” Carson fingió su sonrisa y extendió los brazos en un ademán de abrazo. Benjamin le correspondió, desconcertado.
“Desde luego. ¿A qué se debe esta agradable sorpresa, Carson?", preguntó con un tono de impostada diplomacia.
La subalterna de Raymond notó cómo el aire se densificaba alrededor de los dos mientras interactuaban. Desde el lado izquierdo de Carson, Amanda le lanzaba miradas asesinas, y Elissa puso los ojos en blanco, murmurando para sí misma: “¿Por qué no puedo tener ni un día normal, libre de dramas?”
“Verás, resulta que yo también había escogido este lugar para fomentar el buen ambiente y la cooperación entre mis empleados.", explicó Benjamin. No creía que el otro estuviese allí con esas mismas intenciones, pero tenía curiosidad de ver cuál era su comportamiento, ahora que sus empleados estaban en la habitación de al lado.
Elissa miró a Carson, y se dio cuenta de que el hombre la estaba taladrando con los ojos. Rápidamente apartó la mirada, molesta de que estuviera allí durante su horario laboral.
Amanda estaba repleta de celos. No sabía que Elissa iba a estar en aquel sitio, y el hecho de que Carson hubiese decidido espetarse allí probablemente se debía a que iba en busca de la otra. Solo de tenerla delante, sentía unas ganas inmundas de despellejarla viva.
"Dado que ambos estamos aquí para mejorar la relación laboral en nuestras respectivas empresas, ¿por qué no hacemos la actividad todos juntos?" sugirió Carson. Su manager, allí presente, escuchaba a su jefe hablar igual de desconcertado que antes ante su actitud e intenciones. El Carson Waverly que él conocía nunca cooperaba con el enemigo ni se precipitaba a la hora de tomar cualquier decisión. Aquel comportamiento era inusual, y francamente preocupante.
Benjamin se giró para mirar a Elissa en busca de alguna señal suya que le diese el visto bueno, pero ella tampoco sabía qué hacer. Suspiró entonces resignado y, al no tener otra opción, accedió a cooperar con su rival. Pensó que quizás estaba siendo un poco paranoico, y que no era imposible que Carson realmente se hubiese presentado allí por motivos laborales. “Me parece una iniciativa interesante la suya, Sr. Waverly; cuantos más, mejor." Se dieron entonces la mano, y en el apretón puso cada uno toda la fuerza que tenía, sonriendo cada vez menos. Los empleados que estaban más cerca de ellos se percataron de que algo estaba pasando entre ambos, y se les puso cara de circunstancia.
Carson llamó a su plantilla y les indicó que trabajarían con el equipo de Benjamin, y estos accedieron sin rechistar. Tanto Waverly como Raymond tenían grandes dotes para desenvolverse en el ámbito de los negocios, y esa paridad saltaba a la vista. Elissa trató de no mirar a Carson y concentrarse en sus quehaceres, pero le costaba más de lo que creía. Odiaba que la distrayesen mientras trabajaba, así que se sentió todavía más irritada por esta situación.
Después de dos horas de trabajo, los allí presentes decidieron terminar. Resultaba alucinante lo mucho que habían avanzado en sus tareas habituales al cooperar bajo el mando de aquellos dos monstruos del mundo empresarial. Los empleados ahora ya podían relajarse, y Carson y Benjamin estaban allí de pie desenfadadament sin que ninguno de los dos quisiese entablar conversación alguna, hasta que de pronto escucharon a algunos de los empleados mentar el nombre de Elissa.
"¡Es muy guapa, ¿verdad?! Casi parece un ángel.”, comentó uno de los empleados varones a poca distancia de ellos mientras se tomaban un café. Elissa, por su parte, estaba charlando con un grupo de empleadas al otro lado de la estancia.
“¡La verdad es que a mí también me gusta! A lo mejor le confieso mis sentimientos esta noche... Es que sería la situación perfecta además.”, agregó otro.
"Me da igual cuándo lo hagas, yo desde luego tengo claro que se lo voy a decir esta noche; de hoy no pasa.", afirmó el que estaba más delgado y tenía ojos soñadores. Los comentarios continuados de estos hombres desataron los celos tanto de Carson como de Benjamin. De repente, las sonrisas del grupito de empleados masculinos comenzaron a desaparecer de golpe al sentir unos súbitos escalofríos corriéndoles por la espalda. "¿Por qué siento tanto frío de repente?", murmuró uno de ellos, y se dio la vuelta para darse de bruces con los otros dos mirándole.
Temerosos, los otros dos del grupo de tres subalternos se dieron la vuelta y casi soltaron un grito de espanto por lo aterradoras y mortales que eran las miradas de sus sendos jefes. Tragaron saliva, preocupados y desconcertados mientras recapitulaban sobre sus recientes palabras o acciones para descubrir si habían cometido alguna grave afrenta hacia ellos.
Carson y Benjamin avanzaron poco a poco hacia ellos, con los brazos cruzados y el ceño fruncido. “Quien molestar a Elissa, que sepa bien que tendrá una cita con el dentista, y quien sabe si con la funeraria.", recalcó Benjamín, y el trío de hombres entraron en pánico al sospechar que habían estado hablando demasiado alto.
"Lo... siento, señor", dijeron al unísono. Dicho esto, todos se alejaron de él con el rabo entre las patas.
"Payasos...", murmuró Raymond irritado, para luego desviar su atención hacia Elissa, quien se reía despreocupadamente mientras hablaba con las otras. Ver su sonrisa lo hizo relajarse, hasta que Carson lo sacó de su embeleso.
"¿De verdad crees que ella te tiene en cuenta en lo más mínimo?" Carson sonaba burlón y celoso, así que Benjamin adoptó una mueca triunfante con satisfacción ante su frustración.
“Al menos sabe que puede confiar en mí. Pero en ti… Espera, ¿quién eras tú para ella?” replicó, y Carson se limitó a rechinar los dientes de frustración mientras el otro se iba al baño con el rostro lleno de victoria. Cuando Carson miró a Elissa, sin saber qué pensar de ella. Seguía sin tolerar el hecho de que su ex-mujer hubiese pasado página.
Elissa sintió como si alguien la estuviera espiando, y cuando miró al frente por un segundo, se encontró a Carson mirándola con una expresión retorcida. Dejó de sonreír, y al cabo de unos segundos, Waverly desvió la mirada.