Capítulo 47
796palabras
2022-12-15 11:22
Había besado a Tony por accidente, y estaba aterrada de que reaccionara igual que Hayden y sintiera asco de mí, porque no podría soportar pasar otra vez por esa situación. Por ello, no tuve más opción que salir corriendo.
Cuando finalmente me calmé y volví a la realidad, me percaté de que estaba corriendo por un pasillo donde no había estado antes. Luego escuché una serie de pasos detrás de mí.
Me detuve de golpe, porque pensé que quizá una persona de mantenimiento venía detrás para detenerme, ya que después de todo, había ciertas áreas del hotel por donde no se podía transitar.
"¡Meita!", gritaron mi nombre a lo lejos. ¡Era la voz de Tony!
Estaba impresionada porque no entendía por qué había tras de mí. ¿Tal vez iba a insultarme como lo hizo Hayden?
Pero pensaba que él no iba a reaccionar así. De hecho, él siempre había sido muy amable conmigo. Sin embargo, Hayden también lo había sido antes de nuestro encuentro en el hotel...
¡Deseaba que Tony no fuese tan cruel como Hayden!
Volteé y lo miré con cierto nerviosismo, y a cada paso que él daba para acercarse, yo sentía que mi corazón latía descontroladamente.
Finalmente, se paró enfrente, y como de costumbre yo bajé la cabeza.
"¡Lo siento!", me adelanté diciendo y luego me disculpé con total sinceridad: "Perdóname Tony, no era mi intención besarte. Sólo espero no haberte incomodado y si tienes náuseas, no te preocupes porque podemos ir ya a la farmacia para comprar un enjuague bucal!"
Apenas dije eso agaché la cabeza, sin siquiera esperar su respuesta.
Me pregunté la razón e inmediatamente entré en pánico, ante la duda de que él no aceptara mis disculpas.
Aún presa del pánico continué hablando: "¡N... no te preocupes! ¡Yo voy a asumir la responsabilidad de ese beso! Además si tienes alguna molestia física, ¡puedes pedirme lo que sea, porque no tendrás un no por respuesta! ¡Sólo espero que no me odies por lo que pasó!"
De pronto, sentí un aire de tranquilidad en el ambiente, y sólo se escuchaba nuestra respiración.
No pude evitar verlo a la cara y me percaté de que él también me estaba mirando en silencio. Sin embargo, era muy difícil descifrar lo que expresaban sus ojos.
Lo miré por un momento y le pregunté algo tonto: "¿En qué estás pensando?"
Me di cuenta de que me estaba viendo fijamente a los ojos. Pero de repente, él bajó la cabeza y dejó escapar una leve sonrisa, como si hubiese encontrado algo interesante, mientras yo miraba maravillada su rostro sonriente.
¿Acaso me veía tan graciosa? ¿Por qué siempre sonreía cuando me miraba? Sin embargo... cuando lo hacía, el terror que sentía desaparecía por completo.
Al menos no era algo malo y eso me tranquilizó un poco.
Justo cuando me disponía a analizar lo que estaba pasando, finalmente escuché la respuesta de Tony, quien dijo en voz baja: "Estás viendo las cosas desde una perspectiva equivocada".
"¿Eh?", le pregunté mirándolo desconcertada.
Mientras lo veía, Tony dio otro paso para acercarse un poco más, y sus ojos verdes esmeralda cautivaron mi mirada.
Luego me confesó: “Te equivocas Meita, no me disgustó ese beso. De hecho, creo que tus labios son deliciosos porque son suaves y dulces. Sin embargo, desafortunadamente apenas pude probar esa delicia, ya que entraste en pánico y saliste corriendo".
Estaba totalmente aturdida porque no esperaba esa respuesta de Tony. Me sentía como un mapache que ha sido sorprendido en el garaje de una casa. Por ello, lo miré con cautela y le dije: "¡No puede ser! ¡Debo haber escuchado mal!"
Pensé que no me había escuchado porque había hablado en un tono muy bajo, pero el oído de Tony resultó ser muy agudo, ya que apenas terminé de murmurar esa frase, él me respondió de inmediato.
"Estoy bien seguro de lo que siento, porque creo que fue maravilloso besarte y mi corazón nunca me engaña", afirmó él.
Entré en pánico al escuchar sus palabras, pues sin duda sentí que el corazón iba salírseme por la boca con esa respuesta.
"¡Está mintiendo!", grité para mis adentros porque no creía que a Tony le hubiese gustado ese beso. ¡Me parecía increíble!
Hice todo lo posible por contener mi aprensión y emoción, y luego le pregunté con sumo cuidado: "¿Estás hablando en serio?"
"Hey...¿Entonces no crees lo que te estoy diciendo? ¿Qué tal?", dijo Tony sonriendo de nuevo y luego se acercó mirándome a los ojos.
Vi cómo bajaba la vista, para luego fijarla en mis labios
Después me vio de una manera tan cálida, que lamí mis labios secos, lo que hizo que incrementara aún más la temperatura de su mirada.
"¿Qué te parece si lo intentamos de nuevo? ¿Te atreverías?", me propuso Tony con su voz ronca.