Astepon me había dicho que fuera valiente frente al enemigo, que luchara y, si era necesario, que solucionara el problema con violencia.
Sin embargo, al estar totalmente sobria, me sentía incapaz de resistir el ataque de Galilea. Y aunque tenía demasiadas palabras en mi mente para enfrentarla, parecían estar atascadas en mi garganta.
¿Por qué? ¿Por qué no podía ser lo suficientemente valiente para exigirle una disculpa, tal como lo había hecho en el bar?

¿Habría sido mi represalia contra Amelie un acto impulsivo bajo la influencia del alcohol?
Justo cuando comenzaba a sentirme frustrada, Philip me habló.
—¡Meita, nuestro supervisor te está esperando en su oficina! —Luego, examinó mi cuerpo con sus pequeños ojos marrones e hizo un sonido burlón—. Amelie también está ahí. ¿Adivina por qué te buscan?
No pude evitar sentirme confundida por un momento.
Ciertamente, había discutido con Amelie en el bar el sábado anterior, así que no había forma de que me dejara en paz. ¿Habría ido a quejarse con Richard?
Entonces, respiré hondo y traté de convencerme a mí misma que debía permanecer tranquila, e indiferente, a pesar de lo que Amelie le hubiera dicho Richard. ¡Esta vez sería lo suficientemente valiente como para decir la verdad!

Por lo tanto, enderecé la espalda ante las burlas de mis compañeros de trabajo, y, en un estado de absoluta calma, entré a la oficina de Richard.
Tan pronto como llegué a la puerta, escuché la voz entrecortada de Amelie.
—¡Richard, tienes que ayudarme, o estaré en problemas! No tienes idea de lo exagerada que es Meita. ¡Su vida personal está tan desordenada! —Amelie hizo una pausa por unos segundos, se sonó la nariz, y luego continuó hablando.
—Espía a los hombres en la piscina durante el día, y luego va a los bares por la noche, y abre las piernas a los hombres, y les ruega que la follen. Oh, sueno vulgar, pero te aseguro que esas son sus palabras. ¡Yo misma la he visto haciendo esas atrocidades en el bar, y jamás pensé que cuando me viera no solo me abofetearía, sino que también me tiró un trago a la cara y me amenazó con que si se lo contaba a alguien de la oficina haría que me echaran de la empresa!.

De hecho, Amelie me estaba insultando de nuevo, tal como imaginé que lo haría, pero esta vez estaba yendo demasiado lejos al insultar por completo mi carácter e integridad.
Inmediatamente, apreté los puños con ira, empujé la puerta y entré.
—¡Richard, no es verdad! —A continuación, lo miré a los ojos y le dije con total sinceridad—. Lo que dice Amelie no es cierto, la verdad es...
—¡Meita! ¡Eres tan grosera! ¡Realmente irrumpiste sin llamar! —Amelie me interrumpió en voz alta.
—Lo siento, yo solo...
—Acabas de escuchar lo que dije y te pusiste ansiosa, ¿no? —Amelie hizo un sonido agudo de interrogación—. Contéstame lo que te pregunto, ¿estuviste en el bar el sábado pasado por la noche y me arrojaste un trago en la cara?
Para mi sorpresa, de todas las mentiras que había dicho Amelie, esa era la única verdad que había salido de su boca, seguramente me lo había preguntado a propósito. 
Por consiguiente, observé a Richard, y noté que me miraba con recelo.
¡No, no podía permitir que tuviera una imagen equivocada de mí!
En ese momento, empecé a entrar en pánico, aunque lo miré con ojos sinceros y le dije —Lo admito, pero...
—¡Suficiente! —Richard me interrumpió—. Meita, no tenía idea de que fueras una persona tan vulgar. Después de que la Señora Dema me hubiera llamado la atención sobre el asunto de la semana pasada, pensé que realmente habías sido intimidado por los demás, pero ahora parece que la Señora Dema y yo nos hemos equivocado.
—¡No! —Sacudí la cabeza presa del pánico—. Yo no hice ninguna de esas cosas, tan solo me incriminaron...
De repente, Richard me arrojó una pila de fotos en mi cara.
—¡Descúbrelo tu misma! ¡Observa estas fotos y verás si te hemos hecho algún daño!
En tanto, observé fijamente las fotos esparcidas por el suelo, y luego noté mi cara en todas ellas.
Por lo cierto, las imágenes me mostraban mientras estaba siendo humillado por Hayden, y él tiraba de mi cabello, por lo que tenía una mirada de dolor y vergüenza en mi rostro, y había muchos espectadores a mi alrededor.
A la persona más importante de la foto, Hayden, le habían recortado el cuerpo y solo se podía ver parte de su brazo.
Todas ellas tenían escritas la frase —"Mirona".
En medio de un estado de absoluta impotencia y desesperación, tomé las fotos y temblando me dirigí a él. —¿De dónde... de dónde sacaste estas fotos?
—¿Todavía tienes el descaro de preguntar? Si no hiciste algo tan humillante, ¿cómo se tomaron estas fotos y fueron enviadas a la oficina? —Richard bufó— ¡Si Amelie no hubiera encontrado las fotos y las hubiera escondido, toda la compañía sabría que eres un voyeur!
¿Qué? ¿Amelie había encontrado estas fotos? Inmediatamente, la observé sorprendida y percibí un rápido destello de presunción en su rostro.
¡Rápidamente, recordé las reacciones de Galilea y Philip, y me di cuenta de que ellos también debieron haber visto las imágenes! Pero Amelie había dicho que había encontrado las fotos y las había escondido...
Probablemente, lo único que estaba buscando en ese momento era ser amable con Richard para que él le creyera lo que estaba diciendo sobre mí.
En consecuencia, miré a Richard con bronca, y aunque intenté defenderme, él nunca me concedió la oportunidad de explicarme.
—¡Meita, el guión en el que estás trabajando ya ha sido evaluado por la compañía como un proyecto prioritario para el cuarto trimestre, debido a la inversión adicional realizada el viernes pasado! —Luego, me lanzó una mirada exasperada— ¡Y si tu vida personal es demasiado desordenada, definitivamente afectará el resultado de este proyecto!
—¡Estás en lo cierto! — Amelie intervino—. Richard, si este pequeño proyecto se convierte en una prioridad ahora, no sería correcto que Meita fuera coguionista, porque su actual imagen, frente a las cámaras de los medios, sería una vergüenza para la empresa!
¿Amelie no estaría intentando tomar mi lugar, no?
Pero,¿cómo podía hacerme eso? ¡Me había ganado esa oportunidad trabajando duro y no podía dejarla pasar!
Definitivamente, tenía la aprobación de Tony sobre mis habilidades y estaba segura de que Richard respetaría su opinión y no me quitaría de mi puesto.
En ese momento, traté de contener mi ira, e intenté discutir con Amelie, pero Richard me interrumpió de nuevo.
—Tienes razón. Las personas en la industria del entretenimiento, ya sean estrellas o miembros del personal, pueden ser despojadas de su privacidad. Si alguien llegara a descubrir que el escritor involucrado en el programa, es una persona con una vida privada desordenada, probablemente eso podría llegar a afectar nuestro proyecto. —Sus ojos se fijaron en mi rostro, y luego se alejaron rápidamente—. Meita, puedes pasarle el trabajo a Amelie. A partir de hoy, ella tomará tu lugar como la nueva coguionista de "Love in New York".