Capítulo 14
1321palabras
2022-12-08 15:19
Afortunadamente Tony, el gerente del proyecto, no parecía una mala persona.
Cada vez que me veía, me saludaba cortésmente y continuaba con su rutina normal de trabajo, hablándome sobre los nuevos proyectos del departamento y de aquellos en los que debía participar el equipo de editores.
Su actitud hacia mí me parecía normal. Por ello, poco a poco fui olvidando mi ansiedad y comencé a hablar como una profesional. Luego, él me preguntó si tenía nuevas ideas para la historia, y le conté sin amilanarme sobre el último libreto en el que había estado trabajando.
Al terminar nuestra conversación, Tony me miró agradecido y me dijo: "Me parece que tu libreto es muy original y fascinante y me pregunto ¿por qué nunca antes había oído hablar de ti? ¿Eres nueva en la empresa?"
Sus palabras me sorprendieron y me atemorizaron a la vez, y por ello le contesté arreglándome el cabello con cierto nerviosismo: "No, tengo casi dos años trabajando aquí".
"¡Vaya, vaya! ¡Trabajas aquí desde hace dos años! ¡Qué bien!", exclamó él sorprendido.
Vi sus ojos de satisfacción cuando me dijo: "Recientemente, comenzamos a trabajar en un pequeño proyecto con Black and White Film and Television Productions, y por eso necesitamos un escritor que se encargue de la trama de la historia y de los diálogos del personaje, y creo que tú eres la persona indicada".
Estaba tan aturdida que no supe que responder, y me limité a mirarlo con los ojos desorbitados.
"Más tarde le voy a explicar todo a tu supervisor, pero necesito que te quedes trabajando hasta tarde esta noche porque tendremos una videoconferencia a las 7 p m. Te voy a dar todos los detalles en la reunión, así que prepárate", explicó Tony dándome una palmadita en el hombro para animarme.
¡Esa noticia me sorprendió por completo! Desde que había llegado a la empresa, era la primera vez que iba a participar en algo distinto a la redacción de guiones. Por eso, al regresar a mi escritorio aún me sentía totalmente abrumada.
Reflexioné durante un rato, pero simplemente no entendía por qué Tony tenía tanta confianza en mí, ya que no estaba muy familiarizada con esa área.
Creía que todo era producto de la ropa que me había regalado Astepon y del exquisito maquillaje que me había aplicado su asistente.
Al terminar la jornada, recojí mis cosas mientras mis colegas se organizaban para salir a cenar, evento al que por supuesto yo no estaba invitada.
Cuando quedaba yo solamente, vi que Richard venía saliendo de su oficina y se acercó a mi escritorio.
Justo cuando creía que había cometido algún otro error, él me dijo: "Meita, ya Tony habló conmigo y debes lucirte esta noche en esa reunión. ¡No vayas a hacer quedar mal al equipo de editores!"
Lo miré con los ojos desorbitados y asentí tímidamente con la cabeza.
Él me miró por un momento y luego suspiró diciendo: "Meita debiste aprender a vestirte bien mucho antes".
Tras decirme esas palabras, se marchó y yo me quedé otro rato en la oficina.
Todo el mundo sabe que transformar su apariencia física puede cambiar muchas cosas, pero en realidad yo había vivido con mi debilidad y poca autoestima durante muchos años, y en realidad nunca había pensado en dar ese paso.
¡Los eventos de hoy me habían afectado mucho y estaba decidida a marcar una pauta!
Lo primero que debía hacer era cambiar mi forma de vestir y arreglarme.
Al salir de la oficina, me fui directamente a un centro comercial a comprarme ropa y maquillaje.
Soy reacia a comprar ropa muy costosa, y por eso busqué una tienda con precios accesibles. Al llegar le pedí al vendedor que me buscara ropa con un estilo similar a la que llevaba puesta.
Por alguna razón, las prendas con un diseño similar tenían el efecto contrario en mi figura, pero para cambiar un poco, me armé de valor y compré dos trajes casuales que en realidad no me quedaban bien.
Después de comprar los dos trajes, me fui a buscar un poco de maquillaje barato y aunque no sabía cómo usarlo, yo había visto muchos videos de blogueras que dan consejos de belleza, e imaginé que no debería ser muy complicado si seguía los pasos indicados.
Regresé a casa confiada con los tesoros que había adquirido a cuestas.
Cuando pasé por el apartamento de Astepon, observé que las luces estaban apagadas y deduje quizá no estaba en casa.
No presté atención a la inexplicable sensación de tristeza que iba creciendo en mi pecho, mientras subía a mi apartamento con las bolsas.
Lo primero que hice al llegar a casa fue sacar el labial, el lápiz de cejas y el rubor baratos que había comprado para probármelos.
Media hora después, mi cara era otra porque me veía fea. Parecía que hubiesen aplicado una capa de pintura sobre una pared irregular, mis labios eran dos salchichas ya viejas y las cejas se veían como dos orugas horribles y gordas.
Me miré al espejo consternada, con la intención de quitarme el maquillaje, pero en ese momento sonó mi móvil en el bolsillo de la chaqueta.
Lo agarré y vi que era una videollamada de Tony. Por un instante, olvidé el horrible maquillaje que tenía y contesté lo más rápido que pude.
"Hola, Meita, ¿estás ocupada en este momento, verdad? ¡M*erda! ¡Qué te hiciste en la cara?", dijo con voz aterrada por el teléfono.
Tapé torpemente la cámara con la mano y contesté: "Lo siento, es que estoy probando un nuevo estilo de maquillaje...".
"Oh, eso se ve muy mal, Meita. Confía en lo que te estoy diciendo. El maquillaje que usaste hoy para ir a trabajar te quedaba muy bien, porque no te favorece ese estilo tan recargado". Después hizo una pausa y prosiguió: "Creo que es mejor que no estés en la videoconferencia esta noche y que te tomes un tiempo para solucionar primero el tema de tu apariencia".
"¡Lo siento! ¡Por favor, dame otra oportunidad! ¡De verdad, no quiero perder esta ocasión!, le dije emitiendo unos aullidos lastimeros para que se compadeciera de mí. Después afirmé: "Te prometo que mañana no me veré así, porque sólo estaba aquí en casa probando cómo se me vería este estilo de maquillarse".
"¿De verdad?", preguntó Tony vacilante, pero al final decidió darme otra oportunidad y dijo: "Está bien, pero no vengas a la reunión de esta noche porque el cliente estará presente y tu imagen no es apropiada para aparecer en la cámara. El lunes nos reuniremos personalmente para conversar, así que prométeme que estarás bien arreglada".
"¡Lo prometo!", exclamé levantando la mano derecha como si se tratara de un juramento, y añadí: "¡Dalo por hecho que me arreglaré lo mejor que pueda para esa reunión!"
"Debes tener lista la trama de tu historia porque sólo podrás ser la coguionista del proyecto, si ésta es aprobada. Espero que no eches por la borda esta oportunidad", afirmó Tony con seriedad.
Al instante toqué fondo tras colgar la llamada. Por primera vez en la vida, me iban a dar los créditos por mi trabajo y casi lo eché todo a perder por mi apariencia.
Me pregunté con tristeza por qué cuando finalmente tenía el valor de cambiar, esa transformación no servía para nada. ¿Acaso había nacido para ser un ser repugnante toda la vida o más bien debía buscar la ayuda de alguien?
En ese momento, la frustración y la depresión se apoderaron de mí, pero mientras estaba dudando de mi capacidad escuché el ruido de la puerta en el departamento de abajo. En ese instante, ¡caí en cuenta de que Astepon había llegado!
¡Claro, Astepon! ¡Sólo él podía ayudarme!
Me limpié las lágrimas, y sentí una ola de valor recorriendo todo mi cuerpo como nunca antes lo había experimentado. ¡Estaba totalmente decidida!
Sin pensar en nada en ese momento, agarré mi billetera, corrí hacia el apartamento de abajo y llamé a la puerta.