Capítulo 12
613palabras
2022-12-08 15:02
"¿Qué te pasa hermosa?" preguntó Galilea.
Amelie empezó a arreglarse con orgullo sus rizos color cobrizo perfectamente cuidados y gritó: "¡Meita se maquilló hoy! ¡Dios mío, esto es bien extraño!".
En ese mismo instante, sentí que todas las miradas de curiosidad se posaron sobre mí, y aunque estoy acostumbrada a ello, bajé la cabeza cubriéndome la cara con el cabello.
¿Entonces estaba maquillada? Al instante entré en pánico al recordar que había salido con tanta prisa de la casa de Astepon, que ni si siquiera me había visto en el espejo del baño. Asimismo, me acordé de la manera como me había levantado esa mañana y de la sensación extraña que había experimentado en la cara. ¿Acaso la asistente también se había encargado de maquillarme?
Amelie continuó hablando con tono de burla: "Meita, no estarás saliendo con alguien, verdad? Es más ¡mírate, tienes caras de haber estado anoche con un hombre! Quisiera saber quién habrá sido el valiente que se atrevió a dormir contigo, jajaja".
Esas palabras removieron mis heridas, y yo no hacía más que pensar en lo que había sucedido la noche anterior. De hecho, sentí una puntada tan grande en el pecho, que empecé a hiperventilar.
"¡Ay Dios! ¿Acaso dije algo indebido", preguntó Amelie tapándose la boca fingiendo estar sorprendida, y añadió: "¿No me digas que ese hombre te rechazó, o sí lo hizo?"
"¡Permiso, tengo que ir al baño!", contesté yo inventando una excusa, y salí caminando tan rápido que me tropecé con la puerta del baño.
"Parece que Amelie dio en el clavo, porque ¡seguro se fue corriendo al baño para que no la viéramos llorando!"
"Sí Amelie, creo que te excediste en tus comentarios. Acabas de empezar a trabajar aquí y ya hiciste llorar a una persona".
"¿De verdad fui demasiado lejos? ¡Bueno Philip, tú eres el único al que le encanta bromear y reírse de ella!"
"Ja, ja, sólo trato de divertirme un poco en esta vida. Sin embargo, ella no parece estar tan molesta hoy como de costumbre..."
......
A medida que las voces que escuchaba detrás de mí iban desapareciendo, traté de contener las ganas llorar y me fui corriendo al baño.
Al menos ahí podía tener unos minutos de paz.
Tras pensar en lo que había dicho Amelie, al entrar al baño fui directamente a mirarme en el espejo y me sorprendí al verme.
¡La imagen que vi reflejaba el espejo era sensacional! Una fina capa de base cubría todo rastro de acné, y al menos por el momento, mi rostro no parecía repugnante.
Las cejas que solían ser muy gruesas estaban cuidadosamente depiladas para hacerlas ver más delgadas, y mi cabello rebelde y propenso a enredarse ahora estaba suave y sedoso.
El traje negro que llevaba puesto favorecía mi figura y me hacía lucir como una empresaria reconocida.
En ese instante, finalmente entendí por qué todos estaban tan sorprendidos y asombrados al verme esta mañana.
Incluso yo estaba impresionada con esa transformación.
Es más estaba gratamente sorprendida aunque un poco incómoda con el cambio.
Pero una vez más me volví a emocionar, al pensar en los cumplidos que él me había dicho en la mañana, en el comentario de Philip afirmando que "ella no parecía estar tan molesta hoy como de costumbre" y en la reacción exagerada de Amelie.
¡Astepon! ¡Todo había comenzado a cambiar desde el momento en que lo conocí!
En ese instante, olvidé por completo la humillación de la que acababa de ser víctima en la oficina, y emocionada saqué del bolsillo de mi chaqueta la tarjeta de presentación que él me había dado.
La misma decía: Astepon Mantle, Gerente Senior de Imagen para Proyectos de Belleza. Telf: XXXXXXXX.