Capítulo 12
2036palabras
2022-11-14 01:45
Terminó de comer y se dispuso a descansar un rato para hacer la digestión, pero un sonido peculiar en la distancia lo hizo pararse de inmediato, y correr desbocado hacia la colina.
-Fooo, fooo.
Se escuchó una vez más en la distancia y por más que atisbó en lontananza, no pudo ver algo que le indicara que era lo que hacía ese sonido, muy parecido al pitido de un tren llegando o saliendo de una estación.

-¡Diablos! Parece un tren.
Pensó mientras regresaba a la fogata y encogiéndose de hombros decidió olvidarse del asunto, y al ver la corriente de agua se le antojó darse un chapuzón aprovechando que el agua no se sentía tan fría, y aprovechó para enjuagar su ropa, después de construir con piedras otro improvisado refugio colocó sus pertenencias adentro, le echó más leña al fuego de la fogata y sentado continuó pensando, la noche estaba naciendo cuando una conocida voz lo saludó.
-¿Qué tal tu día amigo? –escuchándose la voz de B’eila.
-Con algunas cosas nuevas que contarte y otras que preguntarte mi querida B’eila –le dice contestándole el saludo.
-¡Pues empieza ya que estoy ansiosa por escucharte!
-En primera, me encontré esto que estuvo a punto de cortarme la cabeza y los pies. –le dijo mostrándole la espada en su funda. 

-¡Que linda es! -le contesta la estrella que parecía estar a unos metros.
-Apareció en mi camino pero es tan bella como inútil.
Dice sacando la espada de su funda y mostrándosela, quien al verla bien, brillando más intensamente le dijo.
-Pero… ¡Esa es la Espada del Destino! El mayor tesoro de los firianos; ¡Si claro! Imposible pero si es; ¡Estoy segura! Es la legendaria Espada del Destino, pero; ¿Cómo la conseguiste? Hace muchos años esa espada derrotó a Odín y sus Valquirias, en una legendaria batalla, ahora sí me sorprendes y hasta me asustas, tienes que ser mucho más poderoso que los dioses para poder empuñarla en tu mano, en tan sólo un día, un día que quedará impreso en los anales de la historia de Fíria.

Divertido por el asombro de la estrella, le contesta.
-Para tanto no es, ni soy más poderoso que nadie, tal vez un poco más inteligente o tuve un golpe de suerte, no tuve que derrotar a alguien para obtenerla.
No. 1 De la mitología escandinava; Odín (nórdico antiguo Óðinn) es considerado el dios principal de la mitología y del paganismo nórdico, su papel, al igual que muchos dioses nórdicos, es complejo, es el dios de la sabiduría, la guerra y la muerte, pero también es considerado, aunque en menor medida, el dios de la magia, la poesía, la profecía, la victoria y la caza, Odín reside en el Asgard, en el palacio de Valaskjálf, el cual construyó para sí y donde se encuentra su trono, el Hlidskjalf, desde donde puede observar lo que sucede en cada uno de los nueve mundos, en la batalla blande su lanza llamada Gungnir y cabalga su corcel de ocho patas llamado Sleipnir, es hijo de Bor y de la giganta Bestla, hermano de Vili y Vé esposo de Frigg y padre de muchos de los dioses tales como Thor, Loki, Balder, Vidar y Váli, en la poesía escáldica se hace referencia a él con infinidad de kenningars y uno de los que se utiliza para mencionarlo es Allföðr ("padre de todos").4
No. 2 Las Valquirias (del alemán antiguo Walkyrien) son importantes personajes femeninos de la
-La espada tenía un acertijo y como yo en mi mundo siempre me he considerado un maestro de los acertijos, simplemente lo descifré, con un poco de suerte claro pero lo descifré, por cierto, déjame preguntarte; ¿Estás hablando del poderoso Odín de las mitologías griegas?
La estrella aún con acento de asombro le contestó:
-Sí, de ése mismo Odín, pero sigue resultando imposible que un simple mortal como tú haya logrado lo que nadie, desde que el señor Destino forjó su espada, ni idea tienes de lo que tienes en tus manos.
-Bueno linda, tampoco menosprecies ni discrimines a los mortales, además si las estrellas se apagan y los ángeles se caen; ¿Qué tiene de malo el ser un simple mortal como tú dices? Además: –agregó con fastidio. -La mugre espada sirvió para nada, esta tarde tuve que tumbar a un dragón en pleno vuelo con mis propias manos, mientras tu famosa espada del destino se quedó ensartada en el suelo, ni siquiera el acertijo estuvo tan difícil, no me tomó ni 5 minutos resolverlo.
-¡Calla infame, no blasfemes y no seas soberbio, que esa espada algún día te salvará la vida! –dijo la estrella solitaria algo contrariada.
-¡Bueno ya, dejemos de discutir! –le contesta tratando de calmar los ánimos. -Que tú empezaste, no te enojes y dime algo: ¿Tiene algo que ver la Espada del Destino con la Lanza de Destino? Sé de algún lado que el que posea la Lanza del Destino podría conquistar al mundo. 
-Pues en realidad muy poco, la Espada del Destino tiene muchísimos miles de años que existe. –le contesta la estrella, ya con voz más tranquila. -No sé cuántos y la lanza del destino apenas unos 2 mil años y si la Lanza del Destino, puede conquistar a tu mundo, la Espada del Destino podría convertirte en el Rey de la galaxia entera.
-Uff, será mejor que no me sigas contando mi querida B’eila, porque haces que me sienta muy poca cosa como para tener el derecho de poseerla, ahora podrías decirme: ¿Cómo se activa? Está como apagada, no me ayudó esta tarde con ese dragón gris que te comenté.
-El ritual para activar la espada está guardado en la memoria de tu corazón.
-¿Cómo que guardado en la memoria de mi corazón? ¿Te olvidas ahora tú que he olvidado quien soy, de dónde vengo y hacia dónde voy? ¿Cómo voy a recordar con el corazón, lo que no recuerdo con mi mente?
-Tranquilo amigo, es como tus poemas; ¿Cómo es que los recuerdas si los habías olvidado?
-¡Tienes razón! Ni idea tengo de cómo pero llegan a mi como si nacieran de repente, pero no, yo sé que llegan de alguna parte de mi pasado, que yo los hice, que son míos y los había olvidado.
-Exactamente mi querido amigo, con el ritual que todos los de tu raza hacen cuando están en peligro o asustados, ese es el ritual que activará los poderes de la Espada del Destino, ahora la espada de Yurik, o sea, tu espada. –dice B’eila con voz definitiva.
-¿O sea que no conoces el ritual, pero sabes que lo he olvidado?
-Exacto, yo no pertenezco a tu raza ni a tu cultura, por eso no lo conozco y en su justo momento, la espada te salvará la vida; ¡Varias veces! Pero procura recordar tus creencias, porque si no lo haces pronto tal vez mañana mismo te encuentres con otro dragón cazador y perderás la vida, los dragones abundan en Fíria, viven al Norte en Daro’s Eretum, en una lejana cordillera pero procura recordar tus creencias, porque si derribaste a uno con tus propias manos como dices muy pronto hablarán de ti entre ellos y te vendrán a buscar sus guerreros –dice B’eila con voz preocupada.
-El dragón era gris. –le dice, especificando.
-Efectivamente, los grises son los cazadores, los rojos, los guerreros, los blancos son los mágicos, los dorados son los milenarios y más poderosos, cada dragón se distingue de su clase por el color que los caracteriza –le dice B’eila, instruyéndolo.
-¿Y todos son asesinos?
-No son asesinos, tan sólo son cazadores, están hechos de carne y sangre como tú, y por lo mismo dependen de una cadena alimenticia, ese caballo que impediste que cazara.
-De seguro era tan sólo su almuerzo.
-Ahora dime, cambiando de tema; ¿Qué parte de Fíria es ésta?
-Mira amigo –le contesta la estrella mientras iluminaba deliberadamente hacía el Este. -Ese de ahí es el bosque de Eoz, aunque también se le conoce como el Bosque del Olvido, del otro lado se encuentra el Valle de Mirídia donde viven los elementales del aire, una raza de ángeles sin alas, su apariencia es como la tuya, son amistosos pero no hospitalarios, son los guardianes de un sitio sagrado y su misión es: Dejar pasar absolutamente a nadie y hasta ahora, desde que llegaron los ángeles de Mirídia, nadie ha podido volver a llegar al Templo de los Olvidados, ni siquiera Daro’s y su ejército de dragones que perdieron una espectacular batalla hace muchos años en su último intento por llegar al sitio sagrado y secreto de Mirídia, custodiado ferozmente por sus ángeles guardianes.
-Interesante tu historia mi querida B’eila, me acabas de dar una excelente idea, ya sé cómo voy a probar los poderes de la Espada del Destino y si es tan poderosa como dices, entonces seré el primero que visite el Valle de Mirídia, en muchos, muchos años –comenta Yurik con tono de sarcasmo.
-Mejor cambiemos de tema caballero humano y háblame de ti, diciéndome lo que tengo que saber para descifrar el propósito por el que Gaia, la fuerza que da vida y coordina a todas las cosas y seres del universo te trajo a Fíria, el mundo de las historias olvidadas, hoy estoy más intrigada que nunca, más conmocionada por tus palabras, así que te pido que aceptes mi sentir confundido y háblame de ti. 
-En versos de contadas sílabas rimadas, como si respiraras a mi lado y yo aún no te percibiera, dime lo que tengo que saber para no perder en el tiempo y espacio tu increíble manera de decir las cosas –dice B’eila con voz ansiosa.
-Pues si te pudiera contar algo más con mucho gusto lo haría, recuerda que nada recuerdo en mi mente que no sean tan solo mis fantasías, he olvidado quién soy y de dónde vengo, he olvidado a mi familia, he olvidado mis creencias y no sé dónde está la memoria de mi corazón. –Le dice mirando al suelo.
-Entonces duerme mí querido amigo, duerme tranquilo que siempre que puedas ver el cielo por las noches, cuidaré tu sueño y mantendré tu fuego encendido, duerme pero antes trata de tocar algo con ese instrumento musical que pones en tu boca y ayudas a recordar a tu corazón, haciendo cantar al viento tal vez recuerdes tus creencias, porque en las creencias que sembraron en tu corazón los de tu raza y lo que más te querían, está la fuerza de esa espada que algún día salvará tu vida.
Le dice la estrella animándolo y Yurik tomó otro cigarro de la cajetilla y al encenderlo, un recuerdo más regresó a su mente.
-¡Espera! –le dijo ansiosamente a B’eila. -Recuerdo algo, no sé exactamente que es, pero sí, recuerdo una estrella de 5 picos, que me recuerda un triste capítulo de mis historias, uno de los picos está roto, como si yo fuera parte de esa estrella y yo el pico roto.
-¡Entonces toca! Pero apúrate, ayuda a que tus recuerdos regresen. 
-Que al tocar tu instrumento ayudas a recordar a tu corazón.
Le dice B’eila y el hombre sopló y tocó, los recuerdos que en ese momento llegaron a su mente, recitando palabras que se escapaban de su boca de repente…
Campanitas inoportunas.
Otra noche sin dormir
Paso las horas pensando en ti.
El sueño se va y tu imagen se queda.
La noche pasa sin sentir.
Tu rostro sonríe y tus ojos me miran
La oscuridad de tu cabello como lluvia nocturna
Acaricia mi cuello.
Siento un suspiro.
Escucho un te quiero
Y me dices, cariño mío,
No es un sueño, estoy aquí contigo.
Te tomo entre mis brazos
Y te abrazo suavemente,
Palabras entrecortadas,
Mientras chocan nuestros dientes.
Campanitas inoportunas me despiertan de repente.
El sueño llegó sin avisarme,
Tu imagen se fue sin despedirse,
Los murmullos de tus labios se desvanecieron
Y a mi lado encontré.

Tan solo el sarcasmo de una almohada indiferente.
Después de escuchar tan tristes palabras; B’eila se escondió en el cielo, dejando al caminante perdido mirando hacia el interior del fuego, la estrella se había quedado muda, escondida entre las demás estrellas, viendo cómo se acomodaba y como se dormía, aquel misterioso poeta perdido.