Capítulo 37
979palabras
2022-12-01 15:38
El punto de vista de Tyler.
Stella y yo vimos cómo la mujer se ponía de rodillas, agarrando el cinturón del hombre hasta liberar su m*embro viril. Ella besó la punta, provocándolo mientras él enredaba sus dedos en su cabello. La mano de Stella se movió y no se dio cuenta de que ahora estaba en uno de mis muslos. ¡M*erda!
Ojalá Stella tuviera los conocimientos necesarios para hacer lo que hace la chica del video. Pero ella aprendería con el tiempo. Solo tengo que esperar a que lo haga.

Sentí que la parte de la cremallera de mi pantalón me apretaba y se movía sola. ¡Demonios!
La mujer introdujo todo en su garganta y zumbó satisfecha mientras el hombre cerraba los ojos y empujaba más su cabeza. Ojalá fuera yo.
"¿Alguna vez pensaste en hacer eso?" Le pregunté a Stella. "¿Chupárselo por completo al hombre que te gusta?" Ella volvió a asentir con la cabeza y me di cuenta de que mis palabras estaban teniendo grandes efectos en ella.
A Stella Hemmings le gustaba tener charlas picantes. ¿Quién lo diría?
"¿Te has preguntado alguna vez qué se siente hacérselo a alguien?" Le pregunté. Ella no respondió. "Te estoy preguntando, Stella".
"Sí". Ella soltó un suspiro y asintió rápidamente con la cabeza. Su pecho subía y bajaba mientras veía cómo se desarrollaba la escena.

La mujer pasó su lengua alrededor de la punta del m*embro viril del hombre, y gimió mientras lo hacía.
Stella cerró los ojos mientras jadeaba. Sus pechos casi sobresalían de la blusa.
"Mira, cariño". Le susurré al oído. "Observa lo que está haciendo. Siente lo que está haciendo. Tú también puedes hacerlo".
Puse mi mano en su muslo y ella jadeó mientras pasaba la mano de un lado a otro. La toqué por encima de los leggings y respiró con fuerza. "Ya estás muy excitada". Murmuré en su oído. "Mírate, cariño".

Vio hacia abajo y su cara se puso roja al ver la mancha húmeda entre sus piernas.
"¿Cuánto me deseas? ¿Qué tanto anhelas que te introduzca algo en tu pequeña y apretada v*lva, Stella? ¿Cuánto deseas recibir?" Pregunté y froté mi mano contra su húmeda entrepierna.
"Por favor, Tyler". Stella suplicó. "Por favor... ¡Oh Dios!"
"¿Por favor qué, Stella?" Pasé mi dedo medio por sus leggings de arriba a abajo. Ella gimió y jadeó con fuerza, sus ojos se abrieron de par en par al ver que la escena continuaba en el video.
Entonces ella dijo esas palabras mágicas. "Tócame, Tyler".
Recorrí con mis labios su cuello, sonriendo contra su piel, y le bajé los leggins junto con su ropa interior.
¡J*der! Está tan excitada.
"Maldición, cariño". Murmuré.
"¿Qué? ¿Está... todo bien?" Preguntó Stella nerviosa.
"Estás muy mojada". Susurré y la besé a lo largo de su mandíbula. Mi mano se desplazó lentamente hacia arriba, con un tentador recorrido por su tembloroso muslo.
Se mordió el labio inferior cuando presioné mi dedo en su v*lva y toqué su cl*toris. Mis dedos se mojaron, así que comencé a hacer círculos ahí, lo cual la hizo gemir con fuerza.
Cada movimiento circular que hacía mi dedo la mojaba más y más. Y sin previo aviso, introduje un dedo en su interior. Entró con mucha facilidad debido a su humedad.
Pero creo que no fue suficiente, porque ella movió sus caderas hacia arriba, buscando más fricción, más presión, más todo.
Me reí y retiré mi dedo diciendo: "Codiciosa".
"Deja de burlarte". Exigió, mordiendo de forma traviesa mi brazo.
"Solo quiero asegurarme de que no te estoy haciendo daño, cariño". Dije antes de deslizar un segundo dedo dentro de ella y moví mis dedos en lentas y tortuosas caricias y presioné mis labios contra su sien, besando su piel y murmurando palabras de elogio que sabía que ella apenas podía captar en medio de los latidos de su propio corazón y los pequeños y húmedos sonidos que provenían de donde estábamos conectados.
Volvió a presionar con los talones y apretó hacia abajo. Solté un gemido y mis movimientos se calmaron antes de empezar a presionar más fuerte, más rápido y a rozar mis dientes con la piel tierna de su cara.
Y antes de que pudiera llegar a su punto máximo, me detuve y retiré lentamente mis dedos de ella. Oí un gemido de protesta saliendo de su boca y me reí.
"Stella, quiero probarte". Le susurré al oído y ella se quedó atónita mientras se giraba para mirarme, tenía los ojos clavados en ella para ver su reacción. Sus labios se habían separado y su boca estaba abierta.
Me separé de ella y me arrodillé delante de Stella en la cama, inclinándome hacia ella una vez más. "Quiero probarte aquí abajo". Dije, con la voz más ronca que de costumbre. Mi aliento caliente le rozó la oreja y recorrí el lóbulo con mi lengua.
Antes de que pudiera responder, me alejé de ella y mis ojos recorrieron su cuerpo y se detuvieron entre sus piernas. Sin poder contenerme, deslicé mi dedo por sus pliegues para tomar la humedad y me lo llevé a los labios y lo chupé con los ojos entrecerrados.
"Quítatelo". Exigí en voz baja y ella lo hizo tal cual.
Vi cómo se quitaba la blusa por encima de la cabeza y se quedaba solo en sostén. Mis ojos se agrandaron y se fijaron en su pecho, y estiré la mano y tomé el pequeño lazo entre mis largos dedos. Se veía lindo.
"¿Te burlas de mí?" Me preguntó y negué con la cabeza.
"Nunca..." Sonreí y enseguida abracé sus muslos y doblé ligeramente las rodillas para quedar casi agachado frente a ella, entre sus piernas.
Los muslos de Stella se estremecieron cuando mi cabello le hizo cosquillas en la parte interna mientras bajaba la cabeza.
"Voy a hacerte sentir tan bien, cariño". Murmuré contra su abdomen antes de meterme entre sus piernas.
...