Capítulo 44
1114palabras
2022-11-09 15:30
Gracie.
Conduje el auto hasta detenerlo justo en frente de nuestro porche, luego ayudé a Hazel a desabrocharse el cinturón de seguridad, y finalmente la bajé de mi lado.
Siempre había sido mi rutina diaria ir a buscarla a la guardería después de mi trabajo de medio tiempo en el orfanato, aunque Shawn la recogía a veces, cuando estaba demasiado ocupada.
Aquel día, regresamos a nuestro pequeño apartamento tomadas de la mano, ella inmediatamente olfateó dos veces como un cachorrito antes de correr por las escaleras tan rápido como sus pequeños pies se lo permitieron.
—Ve más despacio o te caerás —grité, mientras subía las escaleras justo después de ella.
—¿Vino el tío Shawn? ¿Puedo quedarme en mi habitación? —expresó exaltada.
—Claro que vino —respondí, incapaz de mantener la sonrisa que tensaba mis labios.
—¡Sí! ¡Déjame ver mami, por favor! —suspiró con entusiasmo, mientras golpeaba la puerta.
—Se suponía que sería una sorpresa para tu cumpleaños, ahora tendrás que esperar.
En ese momento, sus labios se transformaron en un pequeño puchero, mientras tiraba de mi ropa, por lo que suspiré en voz alta. Seguramente, aquella expresión terminaría acabando conmigo algún día.
—Está bien, lo haré ..., está bien, ¿quieres dejar de molestarme ahora?
Inmediatamente, saqué las llaves de mi bolso, las deslicé en la cerradura, y empujé la puerta para abrirla.
—¡Me encanta! —exclamó aplaudiendo con entusiasmo, mientras corría hacia el interior de la habitación.
Siempre había sido tan enérgica, le tomó unos quince minutos antes de que finalmente se calmara lo suficiente como para declarar que tenía hambre.
De prisa, la tomé de la mano, mientras bajábamos las escaleras.
—Pero tendrás que darme otro regalo, ya te atrapé en esta mamá —se dirigió a mí sonriente.
A continuación, me incliné hasta su altura y tiré de sus mejillas.
—¿En serio? ¿Desde cuándo te volviste tan traviesa? No hace mucho tiempo atrás todavía eras un bebé y ahora, me estás diciendo qué hacer.
—¡No soy un bebé, soy un adulto! —Inmediatamente, hizo un puchero, mientras movía sus diminutos brazos por encima de su cabeza.
—¿En serio? ¿Por qué no me di cuenta de eso? Todavía te ves tan pequeña como mi dedo meñique —respondí colocando mis dedos frente a su rostro.
—¡Mami dijo una mentira! Soy más alta que eso —se rio.
En consecuencia, la abracé cálidamente y besé su sien, cuando de repente su estómago gruñó con fuerza, por lo que ambas sonreímos, y nos dirigimos a la cocina.
*
*
Seguidamente, bañé a Hazel y la metí en la cama, quien rápidamente se desplomó en un sueño profundo, supongo que toda su actividad durante el día finalmente estaba haciendo efecto.
Todavía era bastante temprano, por lo que decidí tomar un refrigerio antes de acostarme, cuando escuché un suave golpe en la puerta, y me apresuré a abrirla.
De hecho, era Shawn, enseguida lo invité a sentarse y fui hasta a la cocina para preparar café. Regresé unos cinco minutos más tarde y le ofrecí una taza que aceptó con una sonrisa agradecida.
—Bueno, ya sabes cómo es mi abuela, quería que viniera a verte, te adora tanto, que incluso hasta yo me pongo celoso a veces.
Por lo cierto, no pude evitar reírme ante aquel comentario, aunque luego deseché sus palabras.
—Te ves cansada —me dijo mientras bebía un sorbo de su taza.
—Bueno, estaba a punto de irme a la cama, ya sabes cómo es Hazel, hacer la cena con ella es como lidiar con la Segunda Guerra Mundial —le contesté entre risas.
—¿Qué tal si te invito a ti y a Hazel a cenar mañana por la noche? —me ofreció.
En verdad, para mí él era tan solo un amigo con el que podía contar cuando lo necesitara, pero aparte de eso no había nada más.
Estaba segura de que él quería más, pero desafortunadamente no podría dárselo, no estaba lista para eso, quizás jamás podría volver a estar con alguien, por lo que no se trataba tan solo de él.
Definitivamente, no quería crearle falsas expectativas, así que decidí rechazarlo con la mayor amabilidad posible.
—Eh, en realidad yo...
—Basta, ya tengo demasiado, no quiero que te rompas los sesos pensando en otra excusa para no dejarme acompañarlas.
Ciertamente, en ningún momento traté de contradecirlo, de todos modos estaba diciendo la verdad, y aunque trató de actuar lo más normal posible, todavía podía percibir la decepción en el tono de su voz.
Luego, ambos nos sentamos en silencio por un momento, hasta que él finalmente decidió hablar.
—¿Se trata de su padre?
En efecto, su pregunta me tomó por sorpresa, por lo que mi mirada se elevó para encontrarse con la suya. No día evitar preguntarme de dónde había salido todo eso, tan así de la nada.
—¿Qué?
De pronto, se encogió casualmente de hombros, aunque en ese momento sentí cualquier cosa menos casualidad.
—Lo que intento decirte es que nunca has mencionado nada sobre tu familia desde que llegaste aquí, ni tampoco sobre el padre de Hazel.
Naturalmente, me tensé con aquellas últimas palabras, y a continuación, me encontré con su mirada a medida que me ponía de pie.
—¿De qué estás hablando? Hazel es solo hija mía, no tiene un padre ni ninguna otra familia, la única persona que tiene es a mí —le contesté, y luego bajé la voz cuando me di cuenta de que había sonado demasiado fuerte.
Inevitablemente, siempre me ponía a la defensiva y nerviosa cuando alguien se refería a él. Aunque fuera el padre de Hazel, siempre traté de convencerme de que estábamos demasiado lejos y a salvo de él, pero cuando alguien me preguntaba sobre Hayden, sentía como si no estuviera tan lejos como creía.
Lo único que deseaba en la vida era poder proteger a mi hija de cualquier peligro, y Hayden era absolutamente peligroso.
—¿Podemos dejar de hablar de esto? ¿Por favor? —le pregunté con una mirada suplicante, mientras me echaba hacia atrás en mi asiento.
De inmediato, él me miró fijamente antes de asentir con la cabeza, y enseguida nuestra conversación volvió a la normalidad.
*
*
Durante toda la semana, nuestra rutina diaria se mantuvo igual.
Finalmente, al día siguiente sería el cumpleaños de Hazel, estaba muy emocionada y no quería decepcionarla, por lo que decidí hacer algunas compras de última hora.
No obstante, no iba a hacer una fiesta ni nada por el estilo, solo quería que las dos pasáramos todo el día divirtiéndonos juntas, lo cual sería genial.
Mientras tanto, buscaba en la tienda de comestibles sin saber qué más comprar
—¿Gracie? —Escuché una voz familiar detrás mío, rápidamente me volteé en la dirección de donde provenía, y al instante ambos nos miramos sorprendidos. .