Capítulo 6
1396palabras
2022-10-31 16:28
Me incliné hacia él, y luego bajé la vista. Por primera vez, vi que tenía un enorme bulto en el pantalón, y en ese instante, sentí rabia y una gran humillación.
Cuando me disponía a bajar la cremallera, las manos empezaron a temblar con más fuerza, como un par de hojas.
De pronto, su p*ne saltó, y pegó contra mi mejilla. Me imagino que le pareció muy divertido, porque al instante, esbozó una sonrisa.
Abrí los ojos horrorizada, porque su mie*bro era enorme y grueso, y estaba completamente rígido, con las venas brotadas desde la base hasta la punta, la cual estaba cubierta de un líquido viscoso y brillante.
No podía hacerlo ...
Hayden se molestó, al percatarse de que yo estaba dudando.
"¡Hazlo ya! ¡O te juro, que voy a hacer de tu vida un infierno!", exclamó.
Lentamente, acerqué mis dedos para tocar su p*ne, e inesperadamente, él colocó mi mano encima, y lo retorció con fuerza.
"Ahora, lámelo, como si fuese un helado", me ordenó.
"Hayden p... por favor", le supliqué.
"¡Ahora!", dijo impaciente.
Solté un suspiro, debido a la humillación que sentía, mientras acercaba la lengua a la punta. En ese instante, escuché un gemido, y me pregunté, si acaso lo había maltratado, o algo parecido.
"Ahora acarícialo", siguió dándome indicaciones.
Sus dedos guiaron mis manos, para que recorriera toda su entrepierna.
"Así..." , dijo gimiendo con fuerza.
Después seguí acariciando todo su p*ne, tratando de obedecer lo que me decía en todo momento.
Me eché hacia atrás, para tomar un poco de aire, pero él me sujetó por la cabeza, y lo introdujo en mi boca.
Sentía como su naturaleza crecía dentro de mi cavidad bucal, llenándome las mejillas a cada segundo, mientras se ponía cada vez más rígido.
"Sí, chúpalo, como sólo sabe hacerlo una buena p*ta gorda, como tú."
Las lágrimas de humillación seguían rodando por mis mejillas, pero a él parecía no importarle.
Sujetó mi cabellera con ambas manos, mientras intentaba introducir todo su longitud en mi boca. Al instante, comencé a arquear con fuerza, por lo súbito de su acción. Sentía su naturaleza atorada en mi garganta, mientras él se movía de adentro hacia afuera, ex*as*a*o de pl*c*r, y sus t*stí*ul*s golpeaban mi mandíbula, con furor.
"Siento que m* v*y", dijo casi sin poder hablar, apretando los dientes. Al instante, un chorro tibio y salado inundó mi boca, y bajó por mi garganta. Luché con toda mi fuerza, para apartar mi rostro, al probar su sabor, pero él me sujetó, aún más fuerte.
"Te vas a tragar hasta la última gota", ordenó él.
Empujó su p*ne varias veces, para seguir vaciando sus semillas en mi boca, y al final, se apartó, permitiéndome tomar un poco de aire.
"¡Trágate el resto ya!", seguía dándome órdenes, como si fuese un general.
Negué con la cabeza suplicándole, pero no tuvo piedad de mí. Por ello, tuve que tragarme su sem*n, y al parecer, eso le causó un enorme placer.
Me sentí aliviada, cuando introdujo nuevamente su p*ne, aún medio rígido, en su pantalón vaquero.
"Espero que la próxima vez, no te pongas a hablar tonterías por ahí", me advirtió.
Lloré durante todo el camino a casa, pues aún sentía el sabor de su s*m*n en mi garganta.
No dijo una palabra, mientras yo lloraba desconsolada, durante todo el trayecto a la casa. Finalmente, el auto se detuvo, y levanté la vista, para saber si ya habíamos llegado.
¿Pero cómo sabía la dirección de mi casa?
"Sé muchas cosas de ti Gracie, por eso, es mejor que no te quieras pasar de lista conmigo", dijo.
"¿El trato sigue en pie, verdad? ¿Me vas a dejar tranquila para siempre?" susurré, casi sin aire.
"¡Si no quieres que repitamos la lección de hoy, te sugiero que te bajes ya de mi auto!", exclamó de forma grosera.
"¡No puedes decirle a nadie lo que sucedió, pues hice lo que me pediste!", le supliqué llorando, tratando desesperadamente de verlo a la cara.
"Nunca hice ninguna mal*ita promesa conejita. Únicamente, te dije que me chuparas el p*n*. No te prometí que sería sólo una vez", explicó él.
Levanté mi mano enojada, para golpearlo, pero la agarró en el aire, y me haló hacia él.
"Permití que me pegaras una vez, pero si lo intentas de nuevo, te vas a meter en un problema de los mil demon*os. Después no digas, que no te lo advertí", amenazó, con los dientes apretados, y luego me soltó bruscamente.
"Tu hermana está parada en la puerta", añadió.
Volteé hacia la entrada principal de la casa, y vi a Ashley, observándonos con curiosidad. Sin embargo, no se percató de nada, porque los vidrios del auto eran polarizados.
¿Dónde había conocido a mi hermana? Me dijo incluso que sabía muchas cosas de mí.
Salí del auto, y lo vi alejarse. En ese instante, me pregunté por qué alguna vez pensé que cumpliría su palabra.
Hayden había logrado hacerme la vida añicos. Justo en ese instante, me sentía el ser más inútil, y sólo albergaba un sentimiento de rabia y odio hacia mí. Me molestaba ser tan débil, porque él ya me había destrozado la existencia hacía dos años. No obstante, esta vez, había ido demasiado lejos.
"¡Ay Dios mío! ¡Qué es eso que acabo de ver!" exclamó Ashley, mientras entraba a la casa.
"¿Era un muchacho? ¿Acaso tienes novio?", preguntó.
Sólo la miré fijamente a la cara, pero decidí ignorarla. Después, subí las escaleras, para encerrarme en la tranquilidad de mi habitación. Después, entré al baño, y vi en el espejo, la imagen de una chica cansada, utilizada, y totalmente rota.
Agarré mi cepillo, y comencé a frotarme los dientes con fuerza, para tratar de eliminar el sabor de Hayden, que aún permanecía dentro de mí.
¿Por qué había sido tan cruel conmigo? ¿Qué hice para merecer eso?
Me enjuagué bien la boca, y regresé a mi habitación. Luego me tendí en la cama, tratando de olvidar todas esas imágenes, que daban vueltas en mi cabeza.
Ya había transcurrido un buen rato, cuando me percaté de que había olvidado mi mochila, y mi bolso en su auto.
Cerré los ojos, y sin darme cuenta, me quedé profundamente dormida.
****************************
Al día siguiente, mientras caminaba por el pasillo de la escuela, no pude evitar sentir que todos sabían mi secreto. Fui a mi casillero para sacar mis libros, y prepararme para el primer bloque de actividades, cuando de pronto, escuché una voz femenina, detrás de mí.
"Hola nerd", dijo.
Me volteé, y era Brittany. Me sorprendí un poco, porque hasta ese momento, ella solía ignorar, a los llamados "nerds".
"¿Querías algo?", le pregunté.
"¿Qué está pasando entre Hayden y tú?", me preguntó, con los brazos cruzados.
¿Pero por qué me estaba haciendo esa pregunta? No había nada entre nosotros, a no ser que fuera un profundo odio.
"Nada", le respondí.
"¡No mientas, porque los vi juntos el otro día!", exclamó con tono burlón.
"Siempre quieres hacerte pasar, por una chica súper inocente, pero la otra noche, te vi gimiendo, como una p*rr*, mientras él introducía sus manos en tus entr*ñ*s", dijo ella.
Miré a mi alrededor, para ver si alguien estaba escuchando, porque ella había levantado un poco la voz.
¡Así que nos había visto, cuando estábamos en el callejón!
"¡Quiero que te alejes de él. Siempre fo*la con z*rr*s como tú, pero al final, regresa a mi lado", dijo.
Estaba realmente horrorizada, porque si ella sabía que él le era infiel, ¿por qué seguía saliendo con él?
En realidad, no estaba interesada en Hayden. Sólo quería graduarme, y en definitiva, acostarme con él no estaba en mis planes.
"¡Estás equivocada!", traté de explicarle, pero ella me interrumpió: "¡No digas nada patética! Sólo quiero que te apartes de mi novio", dijo groseramente.
Luego, me empujó bruscamente, y así lanzar mis libros al piso.
Me agaché, y comencé a recogerlos, cuando de pronto, vi unas manos que se acercaron a ayudarme.
"Vi lo que te hizo. ¿Te sientes bien?", preguntó Lyn, con cara de preocupación.
Con los nervios carcomiéndome por dentro, pensé que quizá ella había escuchado lo que acababa de decir Brittany.
"No quiero preguntar qué pasó. Pero cuando quieras desahogarte, puedes hablar conmigo", se ofreció ella.
Asentí agradecida con la cabeza, antes de que me abrazara.
"Todo va a salir bien, Gracie", me dijo, llenándome de esperanzas.
Sólo espero que así sea.
***********************