Capítulo 84
1274palabras
2022-09-14 00:01
Quentin se derrumbó en el sofá en cuanto Henric se largó.
Eleonora era como una espina que tenía clavada en su corazón. Un solo golpe le abriría la piel y le haría sangrar.
Se sintió muy mal después de que Henric se marchara.

Cuando vio que los ojos de Henric estaban llenos de ira por Eleonora, una fuerte sensación de celos apareció de sus adentros.
Trató de usar las palabras más crueles y descaradas para hacer que Henric la dejara en paz.
Incluso él mismo no podía entender si era porque la odiaba, o porque no podía dejarla. Lo único que sabía era que no quería renunciar a Eleonora.
"No, eso no es amor. ¡No lo es!"
Se dijo a sí mismo, mientras intentaba tranquilizarse y dejar de darle vueltas al asunto.
Entonces sacó su celular y encontró un número familiar.

Henric no filtró ninguna información sobre la mejora de la condición de su tío a Quentin.
Sabía que las enfermedades del corazón solo podían curarse con remedios para el corazón. Su tío era el remedio para el corazón de su primo.
Si Henric pudiera curar la enfermedad de su tío por sí mismo, el odio de Quentin hacia la familia Balton podría reducirse y entonces no trataría así a Eleonora.
Un tiempo después, Henric fue de nuevo al hospital.

Su enfermera particular se encontraba algo cansada. Así que Henric le dijo que descansara y que volviera luego a cuidar de su tío.
Ella desconfiaba de Henric, ya que había visitado a Wilson varias veces al día. Por lo que decidió llamar directamente a Sheehan.
Por otro lado, todavía seguía enojado por lo que ocurrió con Henric. Cuando escuchó el informe de su enfermera sobre la frecuencia con la que Henric había estado visitando a su hermano, empezó a preocuparse.
Entonces encendió el monitor del hospital y reprodujo el video de Henric y Wilson juntos. Escuchó atentamente las palabras de Henric y sintió que algo iba mal, pero no supo qué era.
Sheehan llamó a la enfermera y le dijo que estuviera atenta y que disminuyera cualquier contacto privado entre Wilson y Henric.
Después, llamó al director y le pidió que pensara en una manera de rechazar que el mentor de Henric tratara la enfermedad de Wilson.
Sheehan estaba hecho un lío después de ordenar todo aquello y seguía teniendo algunas preocupaciones.
Henric había sido una persona de buen corazón desde que era un niño, por lo que Sheehan temía que su hijo empatizara con Wilson. Esto, a su vez, haría que su hijo se opusiera a él.
Al ver lo decepcionado que estaba su hijo, Sheehan esperaba poder tener su apoyo en el futuro. Sin embargo, ahora Henric estaba muy disgustado con él, por lo que tuvo que volver a planificarlo todo.
Pero esta vez, Wilson metió una nota en la mano de Henric mientras los demás no prestaban atención.
Con la nota en la mano, Henric estaba nervioso y asustado.
La enfermera particular de la sala no estaba dispuesta a dejarlos solos. Henric sabía que sospecharían de él si se quedaba más tiempo, por lo que no tardó en marcharse de la sala de su tío.
Al salir, Henric encontró un lugar seguro para abrir la nota. En ella ponía: "¡Henric, debes sacarme de aquí lo antes posible!".
Después de leer la nota, Henric dejó escapar un largo suspiro.
No sabía cuántas personas del hospital estaban del lado de su padre, por lo que no estaba seguro de si era posible ayudar a su tío o no.
Y si no era precavido, la operación fracasaría.
Sin embargo, pasara lo que pasara, Henric quería intentarlo, incluso si la posibilidad de conseguirlo era mínima.
Al ver que su tío estaba mejorando, lo único que esperaba Henric era que se recuperara por completo.
Sabía que su padre no quería que lo hiciera, pero si no hacía nada al respecto, la enfermedad de su tío se prolongaría. Si no prestaba atención, era muy probable que Petty o incluso su padre le hicieran algo a su tío...
Henric ni siquiera se atrevía a imaginárselo.
En su cabeza, su padre no era el tipo de persona que despreciara a la familia. Sin embargo, desde la antigüedad, se consideraba que las mujeres hermosas eran la fuente del mal. Por lo que Henric temía que su padre no pudiera resistirse a Petty y que eso lo hiciera confundirse y que, al final, ignorara sus lazos familiares con Wilson.
Él había pensado en todo tipo de posibilidades.
Pero había una cosa de la que estaba seguro. Si salvaba a su tío y curaba su enfermedad, terminaría el odio de Quentin por la familia Balton. Y solo así estaría dispuesto a dejar ir a Eleonora.
Aunque solo fuera por ella, Henric sentía que tenía que correr el riesgo.
Estaba en un dilema cuando de repente sonó su celular.
Lo cogió y resultó ser su mentor.
"Hola Peter, ¿qué puedo hacer por ti?", preguntó Henric cortésmente.
"Henric, lo siento. No creo que pueda volver mañana. Ha surgido algo de improviso".
Al escuchar las palabras de su mentor, Henric se sintió decepcionado.
Había sido muy difícil lograr que su mentor regresara al país y ayudara a tratar a su tío. Y ahora, ¿había surgido algo de improviso?
Henric no sabía qué decir, excepto que esperaba que su mentor pudiera encontrar otro momento para ayudarlo, ya que él se lo prometió.
Después de salir del hospital, Henric fue directo a al apartamento de Anna.
Todavía no había visto a Eleonora desde que regresó.
Deambuló por las escaleras fuera del edificio donde vivía ella y dudaba sobre cómo llamar a Eleonora.
En ese momento, Eleonora se había ido a la tetería Art Jasmine para ver a Yvonne, quien había estado en el lugar acordado.
Yvonne había reservado una habitación privada en aquella elegante y antigua tetería.
Cuando llegó Eleonora, el mesero la condujo directamente a la sala privada.
En cuanto llegó, las comisuras de los labios de Yvonne se curvaron ligeramente hacia arriba. "¡Está aquí! ¡Camarero, sirva un poco de té!".
"Señorita, ¿qué tipo de té le gustaría?" preguntó el mesero, quien vestía un atuendo impecable y sencillo.
"¡Blue London!" Yvonne pronunció el nombre del té sin dudarlo.
Eleonora se quedó atónita. "¿Blue London? Quentin me llevó a Londres unos días y acababa de regresar. ¿Qué estaba tratando de insinuar Yvonne?" Se preguntó a sí misma.
Parecía que Yvonne no vio la expresión de Eleonora, ya que sonrió y dijo: "Eleonora, no has probado el té llamado Blue London, ¿verdad?".
Eleonora negó con la cabeza y le respondió que nunca había oído hablar de eso.
Entonces, Yvonne le explicó: "Este té se basa en el té negro de China. Es un té Earl Grey con bastante sabor, hecho con aroma de bergamota de Calabria, Italia. Su olor suave, junto con el sabor dulce y refrescante, hace que el té sea intenso y aromático. Ya que se llama Blue London, siempre tendrás una sensación única cuando lo bebas".
Eleonora sabía que Yvonne no la invitó solo para tomar té. Sus palabras debían estar insinuando algo.
"Está claro que no me invitaste solo a tomar té contigo. Yvonne, si tienes algo que decirme, dímelo ya. No tengo tiempo para estar tomándome un té contigo", dijo Eleonora con frialdad.
Yvonne se burló. Esta mueca fue tan inesperada que le puso los pelos de punta a Eleonora.
"¿No tienes mucho tiempo? Eleonora, ¿es que tienes prisa por acompañar a alguien a quien no deberías?" Las palabras de Yvonne estaban llenas de sarcasmo y duda.
Eleonora no respondió, se limitó a mirarla en silencio. Había adivinado por qué Yvonne quería verla.