Capítulo 74
1143palabras
2022-09-04 00:00
Anna era como pólvora esperando ser encendida en cualquier momento.
Que Quentin abandonara a Eleonora podría ser la chispa que se necesitaba.
Al escuchar las palabras de Jason, puso las manos en las caderas y maldijo a Quentin.

"Anna, mi hermano no es un id*ota, es muy bueno conmigo". Al oír que hablaba de su hermano de esa manera, sus ojos se llenaron de vergüenza.
"¡Justamente lo estoy diciendo por ti! Eres su hermano. ¿Has visto cómo maltrata a Eleonora? ¡Cada vez que pienso en él, me dan ganas de abofetearlo! ¡Ojalá tuviera disfunción eréctil!". Los ojos de Anna estaban llenos de odio.
¡Tan atrevido! Ya se había divorciado y ahora estaba comprometido con Yvonne, pero aun así se llevó a Eleonora. ¿Qué pretendía? Era el típico don Juan. Ojalá que Dios lo castigara.
Aunque los ojos de la chica estaban llenos de ira, Jason no pudo evitar preguntarle tímidamente: "Hermana, ¿qué significa disfunción eréctil?".
"Eres solo un niño. ¡Vete de aquí! ¡No preguntes esas cosas! Espérame, voy a buscar al administrador para pedirle la llave. ¿No tienes ganas de probar la comida que hizo Eleonora?".
"¡Mmm!". Jason asintió felizmente. Sabía que su hermana siempre tenía dumplings.

Anna miró al chico frente a ella y no supo qué decir. Si bien era el hermano menor de Quentin y debía ignorarlo, al ver sus ojitos inocentes se ablandó por completo.
Él era el típico asesino de mujeres. ¡Incluso era más poderoso que su hermano!
Anna no esperaba que la maldición se hiciera realidad.
Después del divorcio de Eleonora, Quentin se dio cuenta que no se debía darle importancia a las burlas de otras mujeres.

En la noche del compromiso con Yvonne, a él no le importó, argumentó que estaba cansado.
Más tarde, se preocupó un poco. Laura, una artista recién contratada por su compañía, se arrojó a sus brazos. En el pasado, Quentin se hubiera negado sin pensarlo, pero cuando recordó que había fallado con Yvonne, no se negó. Esto hizo que la nueva artista se sintiera halagada. Como resultado, en la lujosa suite presidencial, esta chica usó todas sus habilidades, pero aun así el hombre no respondió en absoluto.
Posteriormente, ordenó a la compañía que se rescindiera el contrato con Laura.
Estaba muy angustiado por eso.
Rato después, se encontró nuevamente con Eleonora y sintió como que le volvía el alma al cuerpo.
Esta situación lo dejó casi atónito.
'¿Qué está pasando? ¿Será posible que tenga esta sensación solo cuando estoy con Eleonora?', se preguntó Quentin.
Él simplemente se había llevado a Eleonora a Londres.
Ahí se dio cuenta que lo que cuando estaban juntos, tenía una fuerte reacción.
El muchacho sospechó que esa distorsión mental podría deberse al resentimiento que tenía con Eleonora, lo cual le provocaba un grave problema psicológico.
Quentin se lo preguntaba a sí mismo; se consolaba pensando que todo era debido a su odio y que en cierto modo ¡se trataba de un castigo hacia ella!
Esa noche, finalmente el contrato con Karl se logró firmar con éxito por lo cual se fueron a celebrar.
El negocio en Londres estaba hecho, lo cual significaba que la crisis financiera del grupo estaba a punto de resolverse.
Después de la cena, Quentin y Eleonora volvieron a la villa.
No percibieron que cuando se bajaron del auto, un par de ojos rojos, completamente llenos de celos, estaban mirándolos desde un Hummer negro, no muy lejos de ahí.
Yvonne, que se había bebido una botella entera de vino tinto, llamó al mayordomo del hotel y le pidió que la llevara hasta ese sitio.
Y tal y como lo esperaba, un rato después, los vio volver juntos.
En ese momento, la mano de Quentin sostenía suavemente la cintura de la Eleonora.
La chica empujó su mano y le dijo malhumorada: "Espero que cumplas tu palabra. Dijiste que si no te arruinaba esta noche, no me tocarías en los próximos días".
Quentin dijo con una sonrisa malvada: "Lo que dije fue que podrías estar exenta esta noche. No dije nada de mañana. Ya son más de las nueve, ¡así que no me importaría esperar hasta las doce!". 
Eleonora puso los ojos en blanco y le dijo: "Oye, tranquilo, no vayas tan rápido. ¡Acuérdate que tienes a tu prometida!".
Al mencionarla, el muchacho no pudo evitar arrugar la frente.
Mirando su expresión, Eleonora respondió: "Parece que todavía tienes un poco de humanidad. ¿Te sientes culpable al mencionarla?".
Quentin seguía un poco borracho, dijo: “Disculpa, prometida y ex esposa no se contradicen. Actualmente eres mi ex esposa y ex amante, esa identidad es más importante que solo una prometida. ¿No te acuerdas de los más de 400 días y noches que pasamos juntos?“. 
Ella le contestó: "¡Eres la persona más desvergonzada que conozco!".
"¿Eso piensas?, ¡entonces voy a ser desvergonzado hasta el final!". Quentin dijo mientras la tomaba por la cintura. Eleonora comenzó a luchar.
Quentin se acercó y la miró de cerca, sus ojos dejaban ver que estaba ligeramente borracho. Su nariz casi tocaba la de ella. "¡Oh, Eleonora, olvidé recordarte que no importa cuán desvergonzado sea, nunca lo seré tanto como tu padre!".
Cuando escuchó esas palabras, no dijo una sola palabra, se sintió como una berenjena marchita.
A lo lejos, Yvonne alcanzaba a percibir que eran muy cariñosos el uno con el otro.
Apretó los puños con fuerza, sus uñas estaban incrustándose en sus palmas.
Sintió una gran pena.
¿Era ese el 'muy ocupado' de Quentin? Estaba ocupado con su ex esposa, ¿verdad? Esa p*rra se la pasaba bien por las noches en Londres.
El supuesto divorcio en realidad era solo una tapadera.
Yvonne pensó para sí misma: '¿Quién se cree que soy? ¿Así tratas a tu prometida?'.
Ya no pudo contener las lágrimas. Se tapó la cara con las manos y comenzó a llorar amargamente.
"Señorita Moore, ¿te encuentras bien? ¿Los conoces?".
"Sí, aunque no lo creas, ese hombre es mi prometido".
El chico se sorprendió: "¿Qué estás diciendo?". 
"¡Mi prometido!". Yvonne sollozó y enfatizó.
"¿Cómo se atreve? ¡Eres tan hermosa!" Los ojos azules de James estaban totalmente compungidos mientras miraba a la belleza asiática que estaba frente a él.
Yvonne levantó la vista y preguntó con voz débil: "¿De verdad crees que soy hermosa?".
James miró a la bella chica que lloraba frente a él con algo de vergüenza y le dijo tímidamente: "¡Sí!".
"¡Pero él no me ama y anda con su ex esposa!". Yvonne negó con la cabeza.
"¿Quieres que nos vayamos de aquí?". James señaló la villa de Quentin.
Yvonne lo pensó, pero aun era su prometida y no su esposa legítima. Todavía no tenía consolidada su posición en la familia Lance, por lo que no podía correr el riesgo. Si ofendía a Quentin, esa p*rra podría beneficiarse de ello. No podía hacer todo el trabajo para permitir que Eleonora obtuviera los beneficios, sería dejarla ganar demasiado fácil.