Capítulo 43
1316palabras
2022-08-11 11:33
La voz indefensa del guardaespaldas se escuchó desde sus espaldas. "Señorita Balton, por favor, no nos lo ponga más difícil, ¿de acuerdo? El joven maestro lo ordenó antes de marcharse, no debe irse de aquí".
Entonces, Eleonora trató de convencer a los dos guardaespaldas. "Tienen que fingir que no me vieron. Déjenme ir. Su joven maestro es un degenerado. Si me encierra de esta manera, moriré. Y no querrán ver morir a una joven así, ¿no? Además, estoy encarcelada. ¡Esto es ilegal! Si llamo a la policía, no podrá salirse con la suya".
"¡Señorita, por favor no nos lo ponga más difícil!"
El primer guardaespaldas dijo las mismas palabras, pero esta vez en un tono apagado y frío.
Eleonora vio que no había forma de escapar, por lo que, muy a su pesar, tuvo que regresar a la villa.
"¡Quentin, te odio tanto! ¡Te odio mucho! ¡Espero que sufras una disfunción durante el resto de tu vida y nunca puedas tener s*xo!" Conforme entró por la puerta, apretó los puños y gritó con ira.
Los dos guardaespaldas, al escuchar el grito de odio de Eleonora, se miraron y se encogieron de hombros.
¿Y por qué una disfunción sexual? ¿Era que el joven maestro la tenía?
No sabían que el joven maestro y su ex esposa tenían un profundo odio el uno por el otro. Pero gracias a eso, ellos tuvieron que protegerla y permanecer cerca de ella.
Eleonora se tumbó directamente en el sofá. Sabía que, si seguía así, se volvería loca.
Por otro lado, Quentin salió de la villa y fue directo al hospital.
En ese mismo momento, Yvonne estaba desayunado en el crucero. No volvió a Moore Mansion, sino que fue directamente a ver a la familia Lance.
Cuando se reunió con ellos, se encontró con Sheehan, que acababa de salir.
"¡Tío, buenos días!" Yvonne lo saludó con una sonrisa.
"Oh, eres tú, Yvonne. Has vuelto. ¿Dónde está Quentin?"
Aunque Yvonne se sintió incómoda, hizo todo lo posible por ser amable y sensata. "Oh, Quentin tiene un gran proyecto que exponer ahora mismo. Salió camino al aeropuerto temprano en la mañana. ¿No lo sabes, tío?"
"Oh, es verdad. Me acabo de acordar. Deberías irte a casa, tengo que ir a la empresa".
"¡Está bien, adiós tío!" Yvonne agitó la mano hacia Sheehan.
Aunque era un hombre de mediana edad, todavía se mantenía en buena forma. De no ser por el cabello blanco que le crecía en las sienes, de espaldas no parecía un hombre de cuarenta años.
No obstante, su forma de ser lo hacía parecer un poco arrogante, como si no fuera una persona tan accesible.
Yvonne lo observó salir de Lance Mansion. Luego, tocó el timbre con elegancia.
Acto seguido, la voz de reproche de Petty se escuchó desde el interior de la puerta. "Sheehan, no te habrás dejado tus cosas aquí, ¿verdad? ¡Eres un atolondrado y un desastroso!"
Cuando se abrió la puerta, Petty se quedó atónita. No esperaba que la mujer que estaba esperando en la puerta fuera Yvonne, la recién prometida de Quentin.
La escena las avergonzó a ambas.
"Oh, eres tú, Yvonne. Pensé que era tu tío. Vino a recoger algo esta mañana, así que pensé que se había olvidado algo", explicó Petty con nerviosismo.
Por alguna extraña razón, Yvonne pensó que su explicación no era necesaria.
¿Por qué se esforzó tanto en explicar la razón de algo tan corriente?
"¡Hola, tía!" Yvonne la saludó con educación.
Rápidamente, Petty invitó a Yvonne a que pasara dentro.
Ella era la joven y hermosa segunda esposa de Wilson.
Aunque tenía más de 40 años, se conservaba muy bien. De espaldas, podía ser tan hermosa como una chica de veinte años.
Lo que más llamaba la atención era su piel clara, que contrastaba con un cabello negro peinado de forma informal, con ondas grandes. Lo complementaba con un maquillaje ligero que se veía fino y elegante.
"Yvonne, pasa. ¡Eres una recién llegada a nuestra familia! ¿Por qué no volviste con Quentin?" Petty llevó a Yvonne con entusiasmo al sofá de cuero europeo de la sala de estar.
Yvonne sonrió avergonzada. "Tía, Quentin está muy ocupado. Se comprometió ayer y hoy ya se tiene que ir al extranjero".
La reacción de Petty fue rápida. Le dio unas palmaditas en la mano a la prometida y le dijo con una sonrisa: "Quentin es demasiado ignorante. ¿Hay algo más importante que una esposa dulce y delicada? Es una pena que él no lo vea. Por desgracia, los hombres de la familia Lance son así. Están tan ocupados que, a veces, no vuelven a casa en una temporada. ¡Tu suegro también era así antes de que enfermara!". Al decir esto, se enjugó las lágrimas.
Yvonne también sabía que Wilson estaba enfermo y postrado en cama. Cuando vio lo triste que estaba Petty, la consoló sin pensárselo dos veces. "Tía, sé que tiene que ser muy duro para ti. No te preocupes. Se pondrá bien".
Petty sollozó y asintió. "Bueno, espero que así sea. Tu compromiso con Quentin es algo muy importante. Espero que pueda hacer que nuestra familia ahuyente la tragedia y que tu suegro se mejore". Su mano aterciopelada y cartilaginosa acarició con suavidad el dorso de la mano de Yvonne, lo que significó para ella un gesto de consuelo muy profundo.
Yvonne miró a la hermosa mujer que tenía frente a ella y sintió que había encontrado a alguien que estaba en su misma situación. Al instante, se sintió muy conectada con Petty, así que las dos comenzaron a charlar abiertamente.
Justo cuando estaban charlando alegremente, la puerta se abrió y un joven de unos veinte años se precipitó como si fuera una ráfaga de viento.
"Jason, eres tan alocado. ¿A dónde fuiste tan temprano en la mañana?"
El joven tenía unos ojos hermosos y unas cejas perfectamente delineadas. Parecía un ángel inocente y recién llegado al mundo secular. Era tan hermoso que la gente deseaba tocar ese rostro tan perfecto. Sus cejas eran muy similares a las de Quentin. Sin embargo, aunque ambos eran muy guapos, este joven se veía afable en comparación con su hermano, que mostraba un rostro mucho más frío.
"¡Mamá, venía de correr!"
"¡Dúchate y quítate ese sudor maloliente!", le reprochó su madre. "Por cierto, Jason, ¡ven a saludar a tu cuñada!".
Yvonne sabía que Quentin tenía un hermanastro. Le dijeron que el cerebro de su hermano sufrió un daño irreparable debido a una fiebre alta que tuvo cuando era joven, por lo que su inteligencia se vio mermada y vivía en una continua adolescencia. También le dijeron que había estado estudiando en una escuela de alto nivel para discapacitados mentales. Pocas personas lo veían y ella fue una de las afortunadas.
Sin embargo, Yvonne no podía relacionar este rostro encantador de un chico con una enfermedad mental. "¿Cuñada?" El adolescente estaba un poco confundido. "Mamá, ¿qué cuñada?"
Petty no sabía si reír o llorar. "Hijo, ¿cuántos hermanos tienes? ¡Pues claro, es la esposa de tu hermano Quentin!"
"¿No es la esposa de mi hermano mayor Eleonora? ¿Cuándo cambió de esposa? Esto no es nada bueno. Me gustaba mi hermana Eleonora. No entiendo por qué mi hermano mayor hizo esto. ¿Puedo cambiar de cuñada? ¡Pero si no es un auto o una prenda de vestir!". El adolescente parecía desconcertado.
A Yvonne le abochornó un poco su razonamiento.
Petty vio que su expresión era incómoda, así que rápidamente le dijo a Jason: "¡Jason, date prisa, dúchate y ponte ropa limpia!".
"¡Eh, sí!" Jason se rascó la nuca y subió las escaleras.
"Yvonne, no te lo tomes en serio. Él..."
"Tía, ¿cómo podría pensar eso?" Yvonne dijo con una sonrisa embarazosa.
De repente, vio una cara enorme frente a ella. "Vaya, supongo que a mi hermano le gusta más una belleza como esta. ¡Pero a mí me gusta más la hermana Eleonora!" Acto seguido, Yvonne escuchó una nítida voz masculina.