Capítulo 38
1211palabras
2022-08-10 17:07
El hombre extendió la mano y acarició la de Yvonne con suavidad. "No, se está haciendo tarde. ¡Ve a dormir!".
"Quentin, tú también estás cansado. ¡Vamos a descansar juntos! ¿Sí?". Ella lo jaló como a un niño mimado, y al no poder negarse, lo arrastró hasta la cama.
Al fin y al cabo, después de hoy, ya era su prometida y había sido expuesta a la sociedad.

Yvonne se le acercó e hizo que su cuerpo caliente se aferrara a él con fuerza.
Ante esto, él frunció el ceño inconscientemente, pero la mujer no lo notó pues su rostro estaba sobre su pecho y sus delgados dedos lo rodeaban .
"Estoy tan feliz. Parece que esto es un sueño. ¡Ya soy tu prometida!", murmuró para luego mirar los aturdidos ojos del hombre.
Sin embargo, él alargó la mano de nuevo y palmeó suavemente el delicado hombro de Yvonne. "Estoy cansado. ¡Vamos a dormir!".
Mas, a ella no le importó. Por lo tanto, se levantó, se sentó sobre él, sostuvo su rostro y finalmente lo besó.
Cuando esto pasó, Quentin pensó claramente en Eleonora. Cada vez que la besaba, sentía su timidez y la dulce fragancia de sus labios. Sin embargo, este tipo de dulzura parecía haber desaparecido, pues él había expulsado de su casa a aquella mujer.

Evidentemente, Yvonne notó la actitud pasiva del hombre, así que se detuvo y observó su distraída mirada.
¿Cómo podía ser posible? Él ni siquiera le estaba tomando importancia a su beso, lo cual hizo que sintiera una fuerte sensación de frustración.
Se decía que Quentin era un playboy, y que parecía tener todo tipo de mujeres a su alrededor. ¡Era lógico que le encantaban las mujeres!
La chica no se dio por vencida, y con su mano acarició el cuerpo del hombre de arriba abajo.

Sin embargo, él parecía estar un poco disgustado. De hecho, no pasó mucho tiempo para que, con el ceño fruncido e impaciente, la hiciera a un lado.
"Te dije que estoy un poco cansado. ¡Vamos a dormir!".
El joven Lance giró la cara y no dijo nada más.
Entonces, ella miró su espalda y tuvo un impulso de llorar.
¿Qué estaba pasando?
Se podría decir que su hermoso rostro era bastante perfecto, y su bien formada figura era un arma afilada que los hombres no podían resistir.
Sin embargo, lo único cierto era que el joven cuerpo de Quentin no respondió para nada.
"¡Quentin, Quentin!", gritó ella sin darse por vencida.
No obstante, la única respuesta que obtuvo fue un ligero ronquido.
Así es, sin importar la hermosa noche o la preciosa mujer que tenía a su lado, él se había dormido.
Acto seguido, Yvonne se acostó sin poder hacer nada y suspiró levemente.
Después de notar que la mujer se había acostado, Quentin abrió los ojos.
Por lo general, ella ya no era una extraña para él; mas, cuando tenían s*xo, Lance no se sentía completamente cómodo.
Esta noche, el inocente y puro rostro de Eleonora se paseaba tan obstinadamente en su mente.
Incluso cuando su prometida lo besó, él solo pudo pensar en la dulce fragancia de la boca de su ex esposa y en la alegría que le había brindado su cuerpo.
¿Cómo podía ser posible? Se había divorciado de ella y la había expulsado sin piedad de la familia Lance.
¿Por qué pensaba en ella ahora?
Sin tener ninguna respuesta, su corazón le volvió a doler.
Por otro lado, Yvonne, con tantos pensamientos desagradables, no sabía cuándo se había quedado dormida, pero cuando despertó, no había nadie a su lado; su flamante prometido no estaba.
La mujer se frotó la cabeza dolorida y, al pensar en la noche anterior, su infelicidad creció infinitamente.
"¡Quentin, Quentin!", gritó luego de levantarse en pijama.
"Joven Señora, el Joven Amo Lance se fue anoche. Dijo que recordó algo importante que tenía que hacer en la compañía y, como vio que usted dormía profundamente, prefirió no molestarla", le comunicó con mucho tacto una empleada del crucero.
Tras terminar de hablar, vio claramente la infelicidad de la anfitriona que acababa de ser ascendida a Joven Señora soltera de la familia Lance.
¿Cómo 'algo de la empresa' podía ser más importante que ella, su prometida?
Él solo la había dejado en medio de la noche y se había ido a la compañía. ¿No se quedó dormido mucho antes que ella? ¿No estaba muy cansado? ¿Cómo es que todavía tenía energía para lidiar con lo que ocurría en la empresa?
"Jovencita, el desayuno ha sido preparado. Además, el Joven Amo también dejó listo un automóvil, pues dijo que después de desayunar, la enviáramos de regreso a la Mansión Moore".
"¿Qué? ¿Mansión Moore?", dijo Yvonne en un tono desagradable y con las cejas levantadas.
¿Cómo podía ser eso posible? ¿Cómo podía volver a su misma casa si ahora estaba comprometida con Quentin? Era a la Mansión Lance a donde debería ir.
"Oh, eso es lo que dijo el Joven Amo. También agregó que, si usted estaba dispuesta a quedarse en la Mansión Lance, podía ir para allá. Sin embargo, él puede tener un proyecto importante que tratar en el extranjero, así que no regresará en medio mes, por lo tanto...".
¿Ir al extranjero? ¿Por qué no mencionó nada de eso ayer?
¿Qué pretendía? ¿Dejarla e irse solo al extranjero justo después de comprometerse con ella? ¿Por qué no la llevó con él?
La mujer sintió que Quentin la volvía realmente loca.
Sin embargo, ella era la noble Joven Señora y solo era la prometida, no una verdadera esposa. Lógicamente, no podía estar enojada ni perder su estatus frente a los sirvientes.
"Oh, Sra. Liu, mi memoria es muy mala. El joven Amo me dijo algo anoche, pero lo olvidé. Bueno, trae la ropa para que me cambie. Será mejor que regrese a la Mansión Lance después del desayuno. Creo que es buena idea que vaya a visitar a la Sra. Yu hoy", dijo y ordenó Yvonne como la Joven Señora.
"¡Sí, como usted diga!".
En ese momento, Quentin ya se encontraba en el apartamento alquilado de Anna.
La noche anterior, después de que su nueva prometida se durmiera, él se había levantado y había pedido a sus hombres que averiguaran donde estaba Eleonora.
Después del divorcio, ella no tenía nada. La villa que poseía con Simon también la había comprado él en un proyecto inmobiliario hacía un año. Entonces, había sido reconstruida y había perdido su casa.
No tenía nada en esta ciudad, excepto su mejor amiga, Anna.
Lógicamente, el hombre esperaba que ella fuera a ver a Anna, lo cual fue confirmado por su subordinado.
Anoche, en medio de la noche, se despertó por una copa vino. Entonces, se alistó, dejó el crucero y se dirigió a la dirección que conocía.
Aparcó el coche cerca de la casa de Anna, y como era muy tarde, bajó mucho las luces.
Aturdido, se quedó sentado en el auto y fumó toda la noche.
Debería odiar a esa mujer con todas sus fuerzas, pero solo había pensado en ella una y otra vez las últimas horas.
De hecho, ni siquiera podía creer que estaba en el lugar donde ella vivía. Lo único que se le vino a la mente, era que, probablemente, se había vuelto loco.