Capítulo 15
626palabras
2022-08-10 13:24
"Hija mía, lo siento por ti y por tu madre", dijo entre lágrimas. Simon tenía un nudo en la garganta. Hizo todo lo posible para reprimir la interminable amargura en su corazón.
Ahora solo le quedaba mirar a lo lejos la espalda solitaria de su hija frente a la lápida de su esposa. Su corazón estaba lleno de remordimientos.
Eleonora apoyó su rostro contra la fría tumba y gritó con dolor: "Mamá, cómo quisiera que estuvieras viva. Al menos hubiera tenido un cálido abrazo cuando estaba indefensa. Mamá, recuerdo lo que me decías, que fuera fuerte sin importar lo que pasara". Y continuó: "Seré fuerte y viviré feliz. Sé que debes bendecir a tu hija desde el cielo".

Eleonora permaneció en el cementerio al menos durante dos horas.
Después de que Eleonora se fue, Simon salió de detrás del árbol y caminó de regreso hasta la tumba. Recogió del piso el ramo de crisantemos blancos y dijo: "Ruth, lamento lo que te hice. ¡Lamento lo que le hice a Eleonora!".
Después de salir del cementerio, Eleonora recibió una llamada de Anna para preguntarle dónde estaba y si ya había almorzado. Anna le comentó que iba a estar ocupada y que regresaría hasta la noche. Le pidió si podía cocinar algo para ella.
Eleonora sonrió y le dijo que ya no era una niña, que no se preocupara.
Por la tarde, Eleonora no descansó ni un momento. Preparó su currículum y lo envió por Internet a las empresas que consideró adecuadas.
Lo más urgente para ella era encontrar un trabajo.

No era su intención quedarse en la casa de Anna por mucho tiempo.
La vida de casada por más de un año la mantuvo aislada y se había quedado completamente fuera de contacto con la sociedad.
Eleonora sabía que para una graduada universitaria sin experiencia laboral, era muy difícil encontrar trabajo.
Por la noche, la joven se dedicó a ver la televisión.

Estaba viendo un programa de entretenimiento nocturno, cuando de pronto escuchó una noticia que la sorprendió: 
“Se dice que mañana en el Hotel Dynasty, el más lujoso de la Ciudad A, Quentin Lance, el joven y prometedor presidente del Grupo Lance,  completará la ceremonia de compromiso con Yvonne, la nieta de Seth Moore. La ex esposa de Quentin, conocida como Cenicienta, estuvo casada con él por un año y tres meses. Sin embargo, ese matrimonio finalmente llegó a su fin". La hermosa presentadora de espectáculos estaba transmitiendo esta noticia con seriedad. Eleonora cambió rápidamente de canal.
¿Él se va a comprometer mañana?
¿Con Yvonne?
Sintió que una melancolía inexplicable estrujaba su corazón.
Quentin era sumamente despiadado. ¡Apenas dos días después de su divorcio, estaba anunciando su compromiso con Yvonne Moore por todo lo alto!
Una sonrisa amarga se dibujó en sus labios.
Él ya no tenía nada que ver con ella. Era sólo su ex marido. ¡Sí! ¡Su ex marido y nada más!
Eleonora apagó la televisión y salió al balcón.
Se apoyó en silencio en el barandal y miró las luces de las casas con la mirada perdida en el horizonte.
No fue hasta que sonó el teléfono que se apartó del balcón y contestó. Era un número desconocido.
"Hola, ¿con quién quiere hablar?", preguntó débilmente.
"Eleonora, ¿cómo has estado?".
Ella se quedó sin habla.
Era su voz, era Henric Lance.
El sonido de su voz inevitablemente revivió los recuerdos de hace más de un año.
Justo un día antes de la boda, en la casa de la familia Balton.
En aquel momento le dijo: "Eleonora, ¿realmente te casarás con Quentin? ¿No que me ibas a amar por siempre? ¿Por qué quieres casarte con él? ¡Dame una explicación razonable!". 
Los ojos de Henric estaban casi rojos mientras sacudía enérgicamente el cuerpo de la chica.