"Henric, lo siento, yo...". Eleonora estaba muy desconcertada.
"No me pidas perdón. Tenemos que dejarle claro a Quentin que tú no lo amas, ¡pero nosotros si nos amamos!". Henric tomó su mano y quiso salir por la puerta.
"No, mayor Henric. Yo ya no soy esa Eleonora. He decidido ser la esposa de Quentin".

Sus palabras lo dejaron sin aliento.
"¿Por qué?", le preguntó. "¿Es por el puesto del joven Lance? Eleonora, ¡tú no eres una mujer interesada! Dime. ¿Por qué lo haces? ¿Quentin te está forzando? ¿Es por tu padre?".
"Suficiente, no me menciones a esa persona". Eleonora le dijo con determinación: "Simplemente me gusta el dinero de la familia Lance. Mayor Henric, por favor deja de molestarme. ¡Mañana seré de Quentin, seré la esposa de tu primo político!".
Ese día, Eleonora vio brotar algunas lágrimas de los ojos de Henric, causadas por el dolor que le hacía sentir en su corazón.
Obviamente Henric no asistió a esa boda y nadie supo nada más de él, hasta ahora. Anna le contó que había dejado la ciudad que lo entristecía y se había ido al Reino Unido.
Desde entonces, ya no supo nada del mayor que tiempo atrás se tomaba la molestia de pagar sus comidas en la cafetería de la escuela; el mismo que le había enviado medicinas bajo la lluvia cuando estaba enferma; o con quien, en un momento dado, ella quería vivir toda la vida.

Pero ahora, a más de un año, estaba recibiendo una llamada de él.
Lo primero que escuchó fue su voz inconfundible.
En este momento, el corazón de Eleonora dio un vuelco.
"¿Me estás escuchando? Acabo de volver a la Ciudad A hace un momento. ¿Dónde estás? ¡Quiero verte!".

La chica percibió cierta urgencia en la voz de Henric.
Pero ella pensó que no era buena idea verlo.
¡Definitivamente no!
"Lo siento, estoy ocupada. Nos vemos otro día. La batería de mi teléfono se está agotando". Eleonora cortó la llamada e inmediatamente le marcó a Anna.
"Oye, por favor no le digas a nadie que estoy aquí, ¡a nadie!".
Anna preguntó confundida: "Eleonora, ¿estás bien?".
"Estoy bien, pero recuerda lo que te acabo de decir".
"¿Qué pasó..." Anna preguntó, pero Eleonora ya había colgado.
Le marcó inmediatamente y descubrió que había apagado su teléfono.
'¿Qué le pasa?', pensó mientras se encogía de hombros.
Anna estiró los brazos y volvió a poner atención en la pantalla de la computadora, tenía que terminar de revisar algunos documentos.
Inesperadamente, apareció una ventana emergente en la computadora. Era de un canal de noticias que decía: "La ceremonia de compromiso más llamativa de la ciudad se llevará a cabo mañana".
Regularmente, a Anna no le interesaban estas cosas, pero sintió que las personas en la pequeña foto de la ventana emergente le eran muy familiares. La abrió y tal como esperaba, era la noticia de que Quentin e Yvonne se iban a comprometer.
En las noticias, se anunciaba el compromiso con bombo y platillo y, por supuesto, no se les olvidó ridiculizar a Eleonora como la ex esposa de Quentin.
Anna lo leyó y se enfureció.
Revisó la nota rápidamente y vio que ya tenía muchos comentarios.
Se suponía que el príncipe se casaría con una princesa, por lo tanto el amor entre un príncipe y la Cenicienta nunca fue bien visto.
Algunos comentarios eran ofensivos, diciendo que Eleonora era una p*ta y que ella había hecho hasta lo posible para seducir al novio de su buena amiga tan pronto como se graduó. Pero no le salió su plan, ya que, al final, ese rompecorazones se convirtió en una buena persona y encontró a su princesa. Había abandonado finalmente a esa p*rra por intrigosa.