Capítulo 59
1181palabras
2022-09-05 15:00
Mientras él se desocupa, yo saco mi cámara y comienzo a fotografiar la hermosa vista que hay desde su ventana, para relajarme y olvidar el mal rato que acabo de pasar.
—Llegaste ates. —dice Carlos al cerrar su computadora portátil.
—Sí. Pensé que iba a tardar más con los asuntos del traslado, pero cuando llegué todo estaba listo. Aquí tienes. —le entrego a mi hermano el sobre y este revisa su contenido cuidadosamente.
—Entonces ¿estás segura? Porque ya no hay vuelta atrás.
—Muy segura.
—Perfecto. Me voy a encargar de esto. Pero antes vamos a celebrar.
—¿Qué cosa?
—Tu cumpleaños.
—Charli… mi cumpleaños es mañana.
—Ya sé. Pero lo más probable es que vas a pasar todo el día con los insoportables de tus amigos. Así que vamos a hacer un brindis, te voy a dar tu regalo y vamos a ir a almorzar a ese restaurante italiano que tanto te gusta.
—¿En serio? —la emoción me llega a los ojos porque no creí que se fuera a tomar en serio el tema cuando se lo planteé días atrás.
—Sí. —Charli sonríe y yo quiero llorar— Angélica. Por favor trae una botella de champaña. —dice al teléfono y en menos de un minuto aparecen Angélica y Aby en la oficina. La primera con una botella y dos copas y la segunda con un arreglo de rosas amarillas. Pero detrás del enorme ramo, puedo ver los ojos de Aby cubiertos de lágrimas y ahora que estoy tranquila, un sentimiento de culpa opaca el maravilloso momento.
“Un comportamiento digno de una Ferrer Ivana. Bravo.”
Angélica abre la botella y nos sirve a Carlos y a mí una bebida burbujeante.
—Ya sabes que no soy una persona de muchas palabras. Pero hoy quiero decirte que eres lo más importante que tengo en la vida. —¡Oh my God!— Aria cualquier cosa por ti Iv, y vas a poder contar conmigo siempre. Sin importar que sea o la hora que sea, yo voy a estar hay.
—Hay Charli. Ya me hiciste llorar.
—Brindo por este y por todos los años que vienen. Feliz cumpleaños.
Carlos choca su copa con la mía y bebemos. Las burbujas bajan por mi garganta haciéndome cosquillas.
—Feliz cumpleaños Iv —me dice Angélica, mientras me entrega una pequeña bolsa de color rojo que no se dé dónde saca—. Todo el equipo se reunió para comparte este obsequio. No es mucho, pero si con todo el cariño.
Las manos me tiemblan al abrir la bolsita de regalo.
—¡Por Dios!… una cámara análoga. Angélica muchas gracias. Es… perfecto.
—Yo no entiendo mucho de fotografía, pero alguien me dijo que a los profesionales les gusta tener todas las opciones disponibles y el señor Ferrer nos contó que no tienes una cámara análoga o por lo menos no una que funcione. Espero que la disfrutes.
Abraso a la asistente de mi hermano y le agradezco de todo corazón su obsequio.
—Bueno, ahora es mi turno. —Carlos saca una pequeña caja dorada de su escritorio.
—¿En serio me compraste joyas? —no disimulo mi decepción. Las únicas joyas que uso son: aretes y un anillo de oro que me regalo papá a los quince años. Los accesorios no son algo que me deslumbre, incluso podría decir que me estorban. Ni collares, ni manillas, ni siquiera un reloj. Y eso mi hermano lo sabe— Aconsejaste a tus empleados para que me compraran el regalo perfecto, ¿y tú me compras joyas?
—Deja de hablar y ábrelo —dice riéndose.
Abro la caja con escepticismo, pero en su lugar hay una llave.
—¿Una llave? —pregunto confundida mientras la analizo e intento descifrar que puede abrir.
—Dijiste que un buen regalo es algo que alguien necesita y no tiene la capacidad de conseguir.
—Si… —sigo confundida. Descarto que sea la llave de un coche porque esas son particularmente diferentes y esta llave es muy… normal.
—Sí, vas a comenzar una nueva vida en Los Ángeles. Yo no permitiré que vivas en un alojamiento universitario. Esa es la llave de tu nueva casa y debajo está la tarjeta de un diseñador de interiores. Ponte en contacto con él y decolórala como tú quieras.
“...”
“...”
En shock. ¡Estoy en Shock!
—¿Estás jugando conmigo?
—No soy una persona de juegos y lo sabes.
—¿Me compraste una casa? ¡Me compraste una casa! —salto de la emoción y me lanzo a los enormes brazos de mi hermano mayor— Eres el mejor hermano del mundo —le agarro el rostro y comienzo a darle pequeños besos. —Es el mejor hermano del mundo chicas, ¿Verdad? —miro a las dos mujeres que nos observan desde el otro lado de la oficina, Angélica está conmovida con la imagen y Aby… Aby parece que va a vomitar.
—Ya quisiera yo haber tenido un hermano así. —confiesa Angélica.
—Con… con permiso… —Aby se disculpa y sale corriendo de la oficina.
Me preocupa ser la causante de su reacción.
—Ángel, ¿crees que este así por lo de hace un momento…?
—¡No! Solo es un golpe de calor. El verano ya llego y este tipo de cosas suelen pasar.
—Bueno… seguro va a estar bien. —Carlos se pone de pie y coge sus cosas— Vámonos o llegaremos tarde a la reservación.
Salimos de la oficina y nos encontramos a Aby saliendo del baño.
—Señor Ferrer —dice con la voz entrecortada, la mirada baja y temblando— ¿Puedo tomarme la tarde libre? Es que no me siento bien.
Carlos la observa detenidamente y por un breve lapso de tiempo noto algo diferente en su actitud.
Le doy un pequeño golpe con el codo para que reaccione.
—He… sí. Claro. Vuelve cuando te sientas mejor.
Seguimos con nuestro camino, le doy las gracias a todos en la oficina y salimos de la empresa rumbo al mi restaurante favorito.
*****
Después de cenar volvemos a la oficina. Mi hermano vuelve a su trabajo, yo recojo el auto de papá y me voy a casa.
Hoy es viernes. Así que Dilan no va a aparecer. Y Sam se debe estar despidiendo de Julián.
“Si pudieras solo llamarlo.”
La voz de Vanessa me tienta a buscar a Alex. Pero si lo llamo ¿Qué le voy a decir?
Quisiera tomar el auto e ir directamente a su apartamento… pero ¿y luego qué? ¿Le deseo suerte, le digo que termine definitivamente con Mateo y que si quiere podemos estar juntos, pero solo por tres meses porque luego me voy a mudar a L.A. y no pienso tener una relación a distancia?
“Un plan excelente.”
Paso la tarde viendo las fotos de mi nuevo hogar y no lo puedo creer.
Carlos pensó en todo.
La casa está cerca de la Universidad. Tiene dos habitaciones y el área común es un concepto abierto hermoso. El baño principal tiene una bañera que ni siquiera yo la hubiera escogido mejor. Además, tengo mi propia piscina.
Mi nueva vida es cada vez más real. Y estoy muy emocionada por eso.
Pero…
Sé que no debería quejarme. No se puede tener todo en la Vida. Y yo lo tendría si pudiera compartir lo bueno que me está pasando con Alex.