Capítulo 42
1629palabras
2022-08-18 00:01
Punto de vista de Dina.
"¡Oh, dios mío! ¡Están aquí!", fue lo primero que se escuchó por toda la casa cuando entré y una pequeña mujer, rubia y sonriente me saludó.
"Tía Sally, ella es Dina. Intenta no asfixiarla", advirtió Levi, pero la mujer sonriente enseguida lo empujó y me atrajo hacia un cálido abrazo. Jadeé e instantáneamente me sentí incómoda, pero intenté que no se notara. No me gustan mucho los abrazos pero pensé que era dulce de su parte recibirme en la familia tan abiertamente. Uno podía realmente sentir el amor que esta mujer estaba dispuesta a compartir con todos, lo que la convertía en la Luna perfecta...
"Dina, ella es mi tía Sally y tu Gran Luna", continuó Levi mientras el resto esperaba con paciencia su turno.
"Es, es un honor, Gran Luna", tartamudeé sin saber realmente de quién era el abrazo del que me había salido. Sin embargo, por suerte mis oraciones recibieron respuestas y ella rápidamente se alejó.
"Oh, ¡calla! Puedes llamarme Sally cuando lo desees", miró su título al pasar antes de acercarse a Rita y a Michael para darles la misma bienvenida.
Con cuidado y disimuladamente volví a la seguridad de los brazos de Levi y le di un punto a favor a mi futura suegra. ¡Estaba despampanante! Incluso a su edad, podía fácilmente pasar por una mujer de 30. Tenía el pelo rubio arena, era de complexión pequeña y tenía siempre una sonrisa en la cara. Siempre pensé que la descripción que había hecho Levi sobre su tía en las mujeres de la franja Bíblica de 1950 era una exageración. ¡Resultó que dio en el blanco! Todo, desde su forma de acomodarse el pelo hasta el delantal blanco. Era como si alguien hubiera viajado en el tiempo, la haya recogido y traído aquí por error.
Pero ella lo hacía funcionar; cocinaba y taconeaba sus zapatos al mismo tiempo que era la Luna de la Manada Black Lunar que infaliblemente dirigía ideas políticas y negociaciones.
¡¿Y se supone que yo debería ser así?!
Como si me leyera los pensamientos, Levi me envolvió con su brazo por mi cintura y me atrajo hacia él. Me besó la cabeza y discretamente inspiró mi aroma. Hice lo mismo por instinto y, en un abrir y cerrar de ojos, todo el nervio que sentía abandonó mi cuerpo. Maldición, ¿cómo hacía este hombre para siempre saber cómo calmarme?
Levanté la mirada y me encontré con la suya, fría y azul. Una sonrisita segura persistió en sus labios. Y yo le devolví con una sonrisa mía. ¡Está bien! Lo dejaré ir; por ahora...
Sin embargo, sabía en realidad que no tenía de qué preocuparme. Con amigos como Rita y Michael y con el apoyo de mi compañero, sabía que podría hacer cualquier cosa. Eran solo esas malditas inseguridades mías que me hacían dudar de mí misma. ¡Pero oye! Roma no se construyó en un día y yo iba a trabajar en eso. Iba a mejorar; ¡despacio!
Y con Levi a mi lado, sabía que todo era posible.
"¡Adelante, entren!", Sally nos hizo pasar y nos fue guiando hacia el comedor. "¡Chicos y chicas! ¡La cena está lista!".
"¡Ey! ¡Vino la cita de Levi!", escuché que decía una chica detrás nuestro. Me di vuelta y vi una chica pequeña y un chico alto de pie congelados en los escalones. Ambos tenían el pelo bien oscuro y el chico, especialmente, era el calco de Michael.
"¡¿Es real?!", gritó el chico y sus grandes ojos azules me miraron descaradamente. "Mierda, está fuerte".
En un instante, un gruñido fuerte resonó en la habitación. Cambié mi atención hacia Levi; sus ojos titilaban entre azul y dorado. Suspiré y mi loba sacudió la cabeza. ¡Estos alfas posesivos!
Como si lo fuéramos a mirar por segunda vez a un chico cuando tenemos un hombre como Levi...
"¡Lo siento!", el chico se rindió enseguida y expuso su cuello. "¡No quise decir eso!".
"¡Levi!", resoplé y le golpeé el pecho. "¡Compórtate!". Los gruñidos frenaron automáticamente y sus ojos se encontraron con los míos. Titilaron en dorado una vez más hasta quedarse del usual color azul, y una sonrisa juguetona apareció en sus labios. Le gustaba que lo tocara frente a su familia; demostraba que él me pertenecía. ¡Era mío!
Me sonrojé; no me había dado cuenta de lo que había estado haciendo. La necesidad de enterrar mi cabeza en la arena me carcomía el cerebro.
"Maldición, lo tiene controlado", dijo de golpe la chica y, por suerte, dejé de ser el centro de atención. "¡Hannah! ¡Baja! ¡Tienes que venir a ver esto!".
¡Y de pronto eran tres!
Las chicas eran gemelas, pero Hannah se había teñido el pelo con franjas azules y rosas, por lo que era fácil diferenciarlas.
Me sonrojé aún más mientras que Levi giró los ojos ante su teatralidad.
"Y este es el resto de mi menos que discreta familia", suspiró mientras señalaba a los que estaban en las escaleras. "Las gemelas, Hannah y Anna. Luego, este es Greg, que solo piensa con su pene, y Tommy... ¿Dónde está Tommy?".
Se dio vuelta justo cuando la puerta principal se abría y un chico entraba. Él también era una versión más pequeña de Michael y de Greg, con pelo negro bien oscuro y ojos azules que se iluminaron en cuanto lo vio a Levi.
"¡Levi!", exclamó con alegría y corrió hacia la figura alta, sin ningún temor hacia el alfa, claramente. Levi sonrió y se agachó para saludar al hombrecito. No fue hasta ese momento que finalmente comprendí la traición que había cometido el alfa anterior hacia su familia. Tommy no tenía más de 5 o 6 años, lo que quiere decir que era un bebé cuando el alfa se fue. Greg no era más que un adolescente, mientras que las chicas estaban en la pre-adolescencia y a punto de cambiar por primera vez.
Alfa Danvers había realmente abandonado a su familia.
Y nuestro compañero había cubierto el puesto, anunció orgullosa mi loba mientras lo observaba con una nueva mirada. Y yo sonreí. Sí, lo hizo, ¿no?
"¿Vas a ser la Luna?", preguntó Tommy luego de una breve presentación.
"Si puedo aguantar a tu hermano", respondí, asegurándome de no inflar el ego de Levi más de lo necesario. En ese caso, no habría lugar para nosotros en la casa...
"¡JA!", rio Greg mientras bajaba saltando los últimos escalones y manteniendo la distancia necesaria para estar a salvo de Levi. "¡Ya me cae bien!".
Era él entonces el que miraba mucho porno.
"Ella tiene mi voto", intervino Anna y corrió hacia su madre para buscar los platos y ayudar a poner la mesa.
¡Chupamedias!
Sally se rio.
"Bienvenida a la familia", me dijo dándome otro abrazo fuerte.
"Sí, a todos nos gusta la novia de Levi", gruñó Hannah mientras, desinteresada, desviaba su mirada. "¿Podemos comer ya?".
"¿Novia?".
Todos en la habitación se congelaron; bueno, todos excepto Hannah y Sally, sus sonrisas enormes de "esperamos bebés" brillaban. Rápidamente miré a Levi, pero él solo se encogió de hombros; lo juro, si él hubiera dicho algo, yo habría...
Pero Hannah simplemente miró a su alrededor como si fuera la cosa más obvia del mundo.
"¡Oh, por favor! ¿Cuándo llevó Levi una chica a casa?", Hannah hizo una síntesis con un tono de voz que denotaba obviedad. "Se las coge en la oficina y después las patea en la esquina".
Y esa era la rebelde...
"¡Hannah Danvers!", exclamó Sally en claro estado de shock. Con cuidado, Greg y Anna se alejaron un paso de la enfurecida loba. Levi puso sus ojos en blanco mientras que Michael disfrutaba de no ser el centro de atención; hasta que la miró a Rita y se volvió manso como un cordero.
"¡Es la verdad!", respondió Hannah, lista para defender su argumento. Sally acababa de abrir la boca para protestar bien fuerte cuando Greg decidió cavar su propia tumba.
"Está diciendo la verdad, sabes", le dijo a su madre y se encogió de hombros. "Levi es es una puta". Probablemente tuvo la intención de ser cortés...
"¿Qué es un polvo?", intervino de pronto Tommy y dirigió su pregunta a Levi. "Y yo pensé que eras el alfa".
La pregunta lo agarró desprevenido a Levi y, con todos los ojos puestos en él, logró mantenerse calmo e intentó escapar de la situación. Como si yo fuera a dejar que eso sucediera...
"Sí, ¡tienes razón!", intenté decir con un tono angustiado y de parecer no saber nada al respecto. "¿Te importaría explicarte, Alfa?".
Tuve que morderme la parte interior de las mejillas para no reírme a carcajadas. Pude sentir sus ruedas girar en su cabeza y a su lobo no le gustó nada ser expuesto de ese modo. Especialmente cuando respecta a su vida sexual y es frente a su pareja y a su familia...
Y empezaba a notarse...
"¡Oh, mi dios!", exclamó Rita con una sonrisa inmensa en su rostro. "¡Logró que se sonrojara!".
Ni siquiera Sally pudo aguantarse la risa ante eso.
"¿Podemos comer, por favor?", Levi gruñó y y frunció el ceño. Sonreí y una vez que dejó a Tommy en el suelo, tranquilicé a su lobo con un beso en la mejilla.
"Te lo compensaré más tarde", susurré y me gané un ronroneo que vibró en su pecho.
"Más te vale", me amenazó asegurándose de que nadie viera su deambulante mano con la que, con suavidad, me pellizcó el trasero. Sonreí y fingimos que nada había pasado y nos sentamos a comer con la familia.
Decir que fue una de las mejores primeras citas que tuve sería quedarse corto. Era perfecta. Y por un momento en el tiempo, nos permitimos olvidar los peligros que merodeaban. La silueta escondida en las sombras. Y el paquete que estaba por ser entregado en nuestra puerta...