Capítulo 83
1937palabras
2022-09-28 11:51
PDV Narrador.
– Isa – contra todo pronóstico, clamó a la consciencia de su malvada mujer.
Isabel se levando y empezó a quitarle los botones de la camisa y a besarle la parte del pecho que iba descubriendo.

– Isa nada, además tienes cuatro azotes.
– ¿Me vas a azotar? ¿tú a mí? – preguntó divertido, él era el único que había dominado en la cama.
– Si, por las cuatro veces que me rechazaste mientras estaba caliente.
– Nena, sabes que me dolió mas a mi que a ti, pero debía cuidarte.
Isabel terminó con los botones y se disponía a deshacer la correa, mientras Luka le masajeaba el trasero y le dio una nalgada que hizo que a ella le saliera un gemido, lo que aceleró el proceso, Luka terminó de bajarse el pantalón con desesperación llevándose el boxer, también y antes de que la cargara y la lanzara en la cama Isabel le agarró con un poco de fuerza la asta que tenia entre las piernas y que a ella se le hizo agua la boca.
– Vas a poner las manos en la cama para azotarte.

– Esta bien digamos que tú mandas hoy – accedió él ofreciéndole una sonrisa de las que a ella la humedecía, bueno y a cualquier mujer que viera el hombre espectacular que era solo de ella.
Habiéndose colocado como le pido su fierecilla, Isabel tomó el látigo y le azotó una nalga, seguido se la acarició. El hombre quien nunca había recibido un latigazo, se excitó aún más comprobando que la sangre se iba acumulando en su zona intima lo que hizo que se le hinchara más su miem***.
Al llegar a la quinta no esperó la recompensa se giró tomando de la cintura a Isabel cargándola y llevándola sobre la cómoda para abrirla de piernas.
– Ahora vas a saber lo que es un castigo – la miró con ojos de deseo que para nada asustaron a la chica, mas bien le ofreció una sonrisa, eso era lo que ella quería.

– Tómame – le pidió con la respiración agitada.
Luka le ofreció media sonrisa, sabiendo que eso era lo que ella quería, hizo lo contrario, se tomó el miembro lo masajeó un poco para que ella lo mirara y lo acerco a la entrepierna húmeda, pero en vez de embestirla empezó a moverse fuera de ella, rozando su clítoris con la punta de su pene.
– Oh por dios – gritó Isabel ella estaba húmeda e hinchada por lo que ese vaivén la iba a llevar al orgasmo en menos de nada, ella se aferró a los fuertes hombros de Luka e intentó moverse para más fricción, pero éste le tomo las caderas, para que no se moviera, no la iba a dejar correrse en un buen rato.
Al sentir que le llegaba el orgasmo se separó de ella y la llevo a la cama, tomó el mismo látigo y le azotó el abdomen. Isabel gritó. No de dolor sino de desesperación.
Luego Luka se arrodilló ante ella y con su hábil y experta lengua la saboreó, ella le haló el cabello.
– Por favor, por favor.
– Por favor que – preguntó con una sonrisa sexi y malévola.
– Por favor amo, déjame correrme y métemelo – pidió mordiéndose los labios.
Luka metió dos dedos en la cavidad de ella que palpitaba los sacó y sin esperar más se hundió en ella, él también lo necesitaba y fue la primera perdición de muchas en esa noche, fueron tantos los orgasmos que Isabel sintió que se quebró en pedacitos y se volvía a armar. Amaba a ese hombre lo que hacia con su mente, su cuerpo, pero sobre todo lo que hacía con su corazón.
– ¿Estas bien bella? –preguntó una vez que recuperaba la respiración tras la… no él ya no se acordaba cuantas veces había llegado en ella.
– Estoy perfecta, no mas abstinencia por favor. – ambos sonrieron.
– sus deseos son ordenes, bueno solo cuando debas respetar la cuarentena.
– ¿La cuarentena? Acaso estás hablando de …
– Shh duerme – le dijo él cerrando los ojos y dándole un beso – otro dia hablarían de ese tema.
A final de esa semana, Isabel recibió el alta y la autorización para poder viajar, se sintió feliz, pero a la vez triste, debía volver a su país y esperar una semana para ver a Luka, de pronto quiso quedarse, no quería separarse de él, pero ella no iba a imponérselo, ellos estaban felices y mas de una vez sus ojos eléctricos le habían dicho que amaba despertar con ella a su lado, pero sabían que era temporal, eso no quería decir que él quería vivir con ella. ¿o sí?
Sus padres no pasaron desapercibidos la cara de Isabel, ellos habían sido testigos de cómo su hija se había enamorado y sobre todo como era correspondida.
– Me gusta Alemania –soltó Mateo de la nada.
– ¿En serio?, pensé que nada te gustaba más que vivir en Madrid.
– Será porque he estado mas activo, me gusta ayudar a la pelo rojo.
Los Martins dejaron a su hija en un restaurante donde la citó Luka para almorzar, ellos se negaron rotundamente a acompañarla, diciendo que ya se habían comprometido con Pilar.
Al llegar al sitio y consultar por la reservación una chica la llevó a la mesa donde estaba un Luka con un traje azul marino de tres piezas que le quedaba perfecto, no parecía un hombre de negocios, parecía un actor, además pensó que tenía un parecido a Tom Welling.
Luka se levantó a recibirla con un beso, luego le abrió la silla para que se sentara.
– Gracias amor, ya me dieron de alta, no mas terapias – dijo sonreída.
– Que bueno, esa es una excelente noticia.
– Si, además de que ya puedo tomar un avión, así que ya puedo volver a mi casa.
El rostro de Luka cambió, si se suponía que era momentáneo, pero el no quería que su fierecilla lo dejara y volver a estar viajando para verse.
– No te vayas – le pidió mirándole a los ojos y a Isabel se le iluminaron, pero ella tenía una vida que retomar, al fin y al cabo.
– Cielo, sabes que me encantaría quedarme, pero debo volver, allá esta mi piso, mi bufete, pero si te extrañaré, ahora mas que hemos compartido tanto juntos, podremos turnarnos, una semana tu y una yo, así no viajas tanto.
– Cuando piensas dejarme.
– No lo digas así, no te estoy dejando.
– Entonces quédate.
– Luka, no lo hagas difícil cielo, además mis padres también necesitan volver.
– ¿Como sabes?, yo los veo felices aquí.
– ¿Qué tal fue la mañana? – preguntó ella para cambiar el tema, pronto fueron interrumpidos por el mesonero y la comida pasó hablando de todo menos de la partida de Isabel.
En la noche se reunieron con Ajax y Pilar en D´Noir.
– ¿Te vas? – preguntaron ambos al mismo tiempo.
– Pensé que Frankfurt te enamoraría lo suficiente para quedarte – le dijo a tono de broma Ajax.
– Por su puesto que me enamoró – respondió ella viendo a Luka serio.
– Pero no lo suficiente para quedarse – continuó Pilar – mira a Mario, ya le pidió matrimonio a Christine y están comprando un apartamento. – siguió metiendo la puya a su amiga mientras Isabel la miró mal.
– ¿Qué van a hacer mañana? – salió al rescate de su cuñada Ajax para que Pilar que estaba muy metida en su papel la dejara.
– Tenemos un compromiso – respondió Luka e Isabel se giró a verlo.
– ¿Lo tenemos? – preguntó ella, mañana seria su ultimo día y quería compartir con sus amigos.
– Si, quiero llevarte a un lugar para que lo conozcas.
La tarde siguiente, Isabel estaba terminando una maleta, cuando escuchó el timbre y minutos después la puerta de su habitación.
– Niña Isa ¿puedo pasar? – la voz de la nana de Luka se escuchó del otro lado.
– Si nana – dijo a la vez que le abría la puerta para encontrarla con dos enormes cajas.
– Es para ti – se la entregó y sin esperar mas Isabel la colocó sobre la cama y destapó para encontrarse con un hermoso vestido azul claro de Balenciaga y unas botas plateadas a juego con un micro bolso de la misma marca, debajo una tarjeta con la letra de su novio.
“Te veras hermosa en el, paso por ti a las ocho”
A las ocho en punto estaba Luka con un traje gris claro y una corbata del mismo color del vestido que le había regalado a Isabel, estaba nervioso, a pesar de haber estado casado, esta iba a ser una primera vez para él. Isabel salió y lo encontró con un vaso de escoces en la mano.
– Estas espectacular – se acercó a ella y le estampó un beso casi necesitado.
Se fueron en su auto, por mas que le insistió Isabel él no le dijo a donde irían.
– Es una sorpresa mujer, solo quiero que conozcas un sitio especial para mí.
Llegaron a lo que parecía un bosque, giraron a la izquierda para encontrarse con un portón que fue abierto apenas ellos se acercaron. Entraron por un camino de piedras rodeados por altos pinos, luego un jardín hermoso los recibió con una fuente.
– Wow, es hermosa – expresó Isabel al ver la casa de tres plantas de rocas y amplios ventanales, parecía un palacio medieval, aunque no era enorme.
– ¿Te gusta? – preguntó Luka abriéndole la puerta de su auto. – era de mi abuela, aquí creció mi madre – le confesó el hombre.
– Es genial y ahora especial, gracias por mostrármela.
Subieron las escaleras y Luka abrió la gran puerta. Isabel pasó y sintió su corazón achicado al ver la cantidad de rosas violetas colocadas por todo el lobby, parecía un jardín interno, se giró a ver a Luka, buscando alguna pista y éste la guio de la mano, hasta un espacio donde estaba ubicada una mesa para dos dentro de un círculo de pétalos de rosas.
Al sentarse un dúo de violinistas se colocó cerca de ellos y empezó a entonar una hermosa melodía.
– Cielo, esto es hermoso – Isabel tenia lagrimas en los ojos, se sentía en un castillo como una princesa. Luka le sonrió y la tomó de la mano. Mientras par de señoras con uniformes le colocaron unas bandejas tapadas frente a ello, con lo que se suponía era la cena.
Para la sorpresa de Isabel no era comida, al mirar la bandeja tenia una tarjeta de color beige con letras doradas además de una rosa roja, la misma citaba “cásate conmigo”
Cuando Isabel alzó la cara Luka estaba sobre una rodilla con un hermoso solitario y una roca enorme.
– Isabel Martin, ¿me harías el honor de casarte conmigo y ser la señora de esta casa?
Isabel se tapó los ojos, parecía que estaba soñando, se acercó a su amado y le besó, ella no tenia que pensar nada, era una sola respuesta inequívoca.
– Por supuesto que sí.
Apenas pronunció la respuesta una puerta doble se abrió frente a ellos y salieron los Martins con una María llorando, Ajax, Pilar, Christine con su barriga pronunciada, Mario, y hasta los Albertch, todos lanzándole pétalos de rosas.
– Felicidadeees – gritaron todos felices e Isabel quien creía que no podía ser más sorprendida, se abrazó a su madre entre risas y lágrimas.