Capítulo 82
2084palabras
2022-09-28 11:41
PDV Narrador.
Luka al darse cuenta de que el padre de Isabel había entendido, se giró hacia el y le dijo.
– No es lo que usted cree.
En ese momento la bocanada de aire que intentó tomar Isabel alertó a todos y con su voz de autoridad de médico Ajax exigió.
– Les agradezco que abandonen la habitación de mi paciente que acaba de despertar.
Aida fue consciente de que la forma que entraron no fue la adecuada y al pasar por la cama de la chica le dijo.
– Lo siento mucho, no debimos... – no terminó la frase porque fue sutilmente empujada por su hija quién estaba no solo apenada por la intromisión de sus padres, sino por Luka y por Mario.
– señorita, espero se mejore pronto – pronunció Armin, él estaba molesto con su hija y yerno, pero debía aceptar como caballero que no habían sido las formas.
María quien no era fan del idioma alemán y lo desconocía, no había entendido las palabras que se intercambiaron, pero si par de cosas la pareja que entró molesta eran familiares de la novia de Mario y lo que dijeron había molestado a su esposo o quizá solo fue la forma abrupta como entraron.
Se veía que eran personas adineradas, quizá de esas que estaban acostumbrados hacer lo que quisieran, su esposo de seguro se encargaría de ponerlos en su lugar, pero ella quería quedarse con su hija.
Isabel ahora lucía preocupada y su respiración se aceleró, sabía que su padre había entendido y esa era una muy mala manera de enterarse de las cosas que ella había decidido callar y lo peor, ella estaba postrada en una cama y no podía defenderse o en este caso defender a Luka y su relación.
Ajax se acercó a revisarla y miró la cara de preocupación de la joven.
– Tranquila, él sabrá resolverlo, todo estará bien, tú mantén la calma para que te mejores pronto, ¿de acuerdo?
Isabel asintió, esperaba que todo se aclarara y sus padres no odiarán a Luka, María pidió quedarse con su hija a lo que Ajax accedió, pues de querer solo hubiese querido sacar a los Albertch de la habitación, pero sabía que con lo dicho había cosas que debían aclararse, sin embargo, no sería en la habitación de Isabel. Menos cuando ella se alteró tanto.
A excepción de Ajax y Pilar, todos los demás estaban involucrados en una conversación pendiente y tensa, así que decidió ofrecer una de las salas de reuniones desocupadas para que no perturbar en el pasillo de su clínica. Todos los involucrados caminaron al segundo piso, uno más tenso que el otro.
Una vez frente a la puerta que estaba identificada como ¨sala de reuniones¨ Armin se dirigió a los dos hombres que venían con ellos.
– Nos disculpan caballeros, pero esto es un asunto familiar.
– Yo lo único que necesito saber es por que usted llamó a Luka su yerno – le continuó hablando Mateo en alemán.
– Por que es el esposo de mi hija Christine.
Mateo miró a Luka con decepción y negando con la cabeza, ya no quería escuchar nada más, no sabía si había engañado a su hija. Pero algo no le cuadraba la mujer que se suponía era la esposa de Luka había sido presentada como la novia de Mario y ella había estado muy tranquila y cerca de Isabel. Así que como buen abogado viendo los hechos no se apresuró en sacar conclusiones, mas su lado paterno quería golpear a Luka ahí mismo.
– ¿Me puedes explicar lo que está pasando aquí? ¿Cómo que eres el esposo de esta señorita?
Antes de que respondiera Christine se armó de valor, era ella quien debía decirles a sus padres.
– Ex esposo, Luka y yo nos divorciamos – dijo mirando a su padre.
Los Albertch sintieron como si les hubieran arrojado una cubeta de agua fría.
– ¿Qué estas diciendo? Eso no puede ser, tú estas embarazada – casi gritó Aida con cara de espanto.
Antes de que se armara el desastre, Luka se aproximó a Mateo, para decirle casi al oído aprovechando que los Albertch tenían la atención puesta en Christine.
– Don Mateo, como escuchó estoy divorciado, y jamás he engañado a su hija porque la amo, por favor le pido que me permita hablar con los Albertch para aclarar ciertos puntos que ellos desconocen, luego le responderé las preguntas que tenga.
Mateo asentó y se retiró de la sala, lo mas importante ahora era la recuperación de su hija y que por fortuna Luka si era divorciado, de lo contrario el no iba a permitir que se le acercara más a su hija.
– Entonces, empieza a hablar, ¿cómo es que somos los últimos de enterarnos de todo? –Pidió Armin echo una furia.
– Don Armin, por favor cálmese, Christine no puede alterarse y suficiente drama tuvimos anoche, no le hace bien a ella ni al bebe, responderemos sus preguntas. – le habló con autoridad Luka quien no se amedrentaba de su humor.
Se acercó a Christine para que se sentara.
– No nos amamos, esa es la razón, yo quiero a Luka como un hermano y ustedes saben el por que estoy embarazada. Aunque estoy feliz por mi bebe, fue muy bajo de su parte manipularnos así.
– ¿De que estas hablando? – Armin tenía la mandíbula apretada para no gritar, mientras su esposa abrió los ojos a mas no poder.
– Lo siento, tu papá no sabía nada.
– ¿Qué no sabía? por Dios, cuantos secretos en esta familia – se levantó ofuscado.
– Cálmate querido, te puede dar algo. – le levanto detrás de su esposo para acariciarle los hombros luego se giro hacía Luka y su hija – yo solo quería que nos dieras un nieto y formaras tu familia, no me culpes por querer que mi única hija tuviera una vida normal.
Luka le colocó su mano sobre la de Christine para calmarla, y le hizo una seña de no, que no se fuera por ahí, ya ella había descubierto sobre la manipulación de Adela quien de paso ya estaba muerta y ahora estaba enamorada de Mario. La rubia le entendio la seña y dijo.
– Me enamoré de otro hombre y Luka de otra mujer, ambos criaremos en conjunto a nuestro hijo, pero no es necesario que continuemos casados, así que nos divorciamos de mutuo acuerdo.
– ¿Por qué no nos consultaste?
– Eso no era necesario don Armin – respondió seguro Luka – Christine y yo somo adultos y estamos en la capacidad de tomar nuestras propias decisiones. De hecho, aun vivimos juntos para cuidar de ella, y tenemos unas personas muy buenas a nuestro lado que nos entienden y que aceptan que así será hasta que alguno de los dos se case.
Armin no sabia que decir, eran decisiones muy maduras de parte de ambos, aunque no las apoyara, por otro lado, Aida se sintió satisfecha al escuchar que su hija se había enamorado de un hombre, ellos querían mucho a Luka, sin embargo, el fin ultimo era que su hija formara una familia funcional según su estándar.
– Ambos seguimos al frente de industrias Albertch tal y como lo hemos venido haciendo desde hace casi seis meses, usted mismo ha revisado los números los cuales son favorecedores para todos los socios. Yo amo a esta mujer, pero como si fuera mi hermana y de paso descubrió que le gustan los rubios. – dijo a tono de broma para bajar la tensión.
– Acaso es el hombre que nos siguió hasta acá – pregunto Aida recordando al guapo hombre que había estado cerca de su hija, pero en silencio.
– Si, se llama Mario es el socio de Luka en el restaurant de Madrid y tiene un bufete de abogados.
– Y la que esta acostada en una cama respirando con una maquina gracias a la loca de Adela es mi mujer.
Sus ex suegros se miraron a la cara, abrieron y cerraron la boca, no había nada mas que decir, aunque no fue como lo planearon, tenían lo que querían y su hija parecía estar bien.
– Así que si me disculpan debo de ir a su habitación y hablar con sus padres que ahora creen que los he engañado.
– Solo estuvimos afuera dos meses – cavilaba en voz alta Aida, mientras Luka los dejaba solos, Armin le subió las dos cejas; consciente de que él había ocasionado la confusión, pero no iba a pedir disculpas, total él no sabía nada.
Una semana después.
Isabel estaba siendo dada de alta, debía seguir con las terapias respiratorias y o podía viajar por el tema de la altura y el oxigeno en los aviones, así que sus padres decidieron quedarse el tiempo necesario hasta que s hija pudiera regresar.
Luka les ofreció que se quedaran en su apartamento, lo cual aceptaron por unos días mientras alquilaban una casa mediante AIRBN.
– Me encantaría que te quedaras conmigo, pero entenderé tu decisión, igual te llevaras a la enfermera para que siga cuidando de ti. – le pedía a Isabel casi con un puchero, a no quería separarse de ella.
– Me quedaré contigo – ella tampoco quería dejarlo, hasta en el hospital le pedía a Luka que se acostara con ella en la camilla, se había acostumbrado a dormir con él y aun cuando no habían podido hacer nada por su condición ella amaba dormir en sus brazos.
Pasaban los días e Isabel a pesar de todo se sentía plena y feliz, estaba siendo constantemente consentida por el hombre que amaba, pasaba tiempo de calidad con sus padres que hacía mucho tiempo que no lo hacía, ellos todos los días la visitaban y la acompañaban a las terapias, cuando Luka tenia compromisos que debia atender personalmente.
Además, también veía a Pilar casi a diario y su papá se había convertido en el asesor del nuevo bufete que estaba montando con Mario.
Ya había pasado quince días desde que estaba fuera del hospital y Luka no la quería tocar por miedo a que se fatigara, Isabel estaba desesperada quería que su amor la poseyera como solo él sabía hacerlo, así que esa noche se dijo que era o era. Ya se sentía bien y estaba empezando a caminar distancias más largas.
Pilar la acompañó al salón de belleza a depilarse y cambiar un poco el look por varios reflejos claros, la dejó a las seis de la tarde en el apartamento y ella encendió velas y le pidió a la nana quien la cuidaba casi como su mamá, que hiciera unas ostras y mejillones, le envió un mensaje a Luka.
Isabel
¿Qué quieres primero guapo, postre o cena?
Luka quien no se imaginaba lo que estaba pasando por la cabeza de su fierecilla, le respondió.
Luka
Lo que tú quieres primero reina, ya voy cerca.
Isabel estaba en toalla, así que se puso su atuendo, una camisa manga larga blanca de Luka, sus labios los pintó de rojo y se coloco unos tacones de aguja que combinaban con sus labios. Eso era todo, la camisa solo la abotonó dos botones que apenas cubrían su pecho.
Colocó el banco del tocador frente a la puerta cerca de la cama, apenas escuchó los pasos de Luka sobre el parqué su corazón se iba a salir solo la escena la tenia excitada. Tomó el látigo con una mano y se sentó con las puertas cruzadas, esperando a que se abriera la puerta.
La cual mostro a un Luka quitándose la corbata y abriendo los ojos de par en par al ver a su mujer que parecía la mujer letal, dio zancadas y se colocó frente a ella, oliendo el perfume que lo embriaga, pero no mas que verla semi desnuda solo con su camisa puesta y un látigo el cual movía como una cola de gato.
–Que estas haciendo fierecilla, estas aun de…
Isabel no lo dejó terminar, se puso el dedo índice en su boca – shhh, silencio – le dio con un latigazo en la pierna – dijiste que lo que yo quisiera y quiero postre primero.
La respiración de Luka se aceleró y su miembro viril se hincho y estremeció, Dios no iba a poder decirle que no, el estaba desesperado por enterrarse en ella, pero ante todo debia ser responsable por eso no la había tocado y la había apartado cuando ella era quien lo seducía.