Capítulo 80
1669palabras
2022-09-26 13:08
PDV Narrador.
Una vez más Ajax le dio respiración boca a boba y bombeó su corazón. Ya estaba cansado, pero no la quería dejar, se acerco a ella y le dijo.
– Regresa Isabel vamos, no me hagas esto, hazlo por Luka que esta allá fuera sufriendo, hazlo por él bonita – sin querer una lagrima salió de sus ojos mientras el apretaba la mano.

Uno de los médicos le toco el hombro.
– Creo que ya se nos fue director, es hora de dejarla ir.
Ajax no se dio cuenta cuando había pegado la frente del pecho de la chica cuando escucho como una inhalación profunda llegó de la boca de Isabel, como si estuviera absorbiendo nuevamente su alma.
– Oh por Dios – exclamó una de las enfermeras al ver el monitor de las palpitaciones el cual ya iba apagar, dejar de sonar y empezar a mostrar un leve movimiento que no era la línea recta de hacía unos segundos.
Ajax se levantó, esto debía ser un milagro. Algunas enfermeras empezaron a dar gracias a Dios, los médicos asombrados tenían una leve sonrisa en sus caras
– El oxígeno, pónganle oxigeno – pidió Ajax eufórico. Le tomó la mano a Isabel y se la beso. – Gracias – le dio la gracias por no sumarse al par de personas que había perdido en un quirófano en toda su carrera.

Le agradeció porque mas que eso, el no sabría como darle la cara a ese par de personas que quería mucho y que ellos adoraban a Isabel. Sin embargo, aún no quería dar la noticia debía esperar que por lo menos estuviera una hora estable, al pasar el tiempo, pidió al cambio de guardia que la trasladaran a una habitación de observación de la Unidad de Cuidados Intensivos.
Le pidieron que se fuera, que habían sido muchas horas, que descansara, pero Ajax no quería salir de ahí hasta estar seguro que podía dar una buena noticia, había ganado una batalla, pero no la guerra aún.
Se hicieron las seis de la mañana y el cuerpo cansado y triste de Pilar cedió, se durmió y cuando Luka la miró dando cabezazos, tomo su cabeza y la poso en su hombro para que descansara. La pelirroja le había demostrado cuanto amaba a su fierecilla y era una hermana para ella, aunque no llevaran la misma sangre.
Pilar le había dicho antes de dormir que solo quedaba orar por Isabel. Desde la muerte de sus padres, Luka no había tenido un acercamiento con Dios porque le pareció injusto que sus padres que eran unas buenas personas fallecieran tan jóvenes dejándolo a él completamente solo, sin embargo, por la mujer que ahora mas que nunca sabia que amaba, él estaba dispuesto a volver a conversar con Dios y rogarle por su vida.

Ajax finalmente salió al pasillo donde sabía debían estar Pilar y Luka, a ella la encontró durmiendo en el hombro de su amigo y a él mirando el cielo a través del ventanal con las manos entrelazadas, ¿estaba orando? Se preguntó, él no conocía esa faceta de Luka, pero bien el momento lo ameritaba.
Se acercó y cuando Luka sintió pasos acercándose abrió los ojos para encontrarse con su buen amigo, quien lucía cansado.
Se hablaron con los ojos, Luka le preguntó sin moverse por su mujer y el médico le respondió con un gesto afirmativo y una sonrisa cansada, las lágrimas salieron sin control de los ojos azules del alemán quien se tapó la cara y su amigo le agarró el hombro, eran lágrimas de alegría.
Eso no fue lo que se imaginó Pilar cuando despertó, vio al gigante a su lado llorando y luego a su amado con la mano en su hombro, ella se levantó como un resorte, desesperada pensando lo peor.
– No, no no dime que está viva, dímelo Ajax, dime que no la dejaste morir – gritó la chica y su griego la abrazó con fuerza.
– Está viva amor, está viva, calma.
Pilar volvió a respirar y miró la cara de Luka, quien le hizo un gesto afirmativo.
– Oh por Dios gracias – también empezó a llorar.
– Vamos, necesitamos descansar y cambiarnos.
– La puedo ver – preguntó Luka.
– Aun no hermano, esta en una sala de observación, mejor ve a descansar y cambiarte.
– No, esperaré aquí – respondió tajante.
– Vamos Luka, eso no ayudara en nada, no querrás que ella te vea en esa facha cuando despierte.
El alemán se miró y en efecto, tenia una manga de la camisa rota y la venda que le habían colocado cuando le curaron la herida que le había hecho la bala, aunque solo era un rasguño. El resto de la camisa estaba manchada de sangre, si él no quería que su fierecilla lo viera así y le recordara la terrible noche.
– Ve a la habitación 501, en el quinto piso, esa se la asignare a Isabel, hay una cama extra y date un baño. – Luka asintió.
– Gracias Ajax, te debo una grande.
– No me debes nada, es mi trabajo, aunque lo pensaré – le dijo para aliviar la tensión.
Pilar atrajo a Luka y se abrazaron los tres, antes de despedirse.
Ajax se llevó a Pilar a su oficina, la cual tenia una habitación y baño adjunto pues ese era su segundo hogar. Entraron a la habitación y el medicó no aguantó mas pegó a la pelirroja de la pared y la besó como si su vida dependiera de ello.
– Te necesito – le dijo en medio del beso.
Ella lo sabía, cada vez que él tenia una operación complicada él llegaba a casa y hacían el amor salvajemente, era como su forma de liberar el estrés ocasionado. De hecho, eran las veces en que era mas dominante, pero ese día no, ese día muchas emociones estuvieron presentes, así que él solo quería hundirse en ella y pensar que siempre la quería tener a su lado.
Mientras Luka le pidió al chofer que le buscara un bolso con ropa y le trajera la maleta a Isabel, luego llamó a su nana, quien ya por el portero sabia de la noticia, pero no se había atrevido a llamar a su niño.
A las diez de la mañana los Martin aterrizaron en el aeropuerto de Frankfurt y fueron recogidos por el chofer de Luka para ser llevados directamente al hospital central. Ajax había dejado la instrucción de que apenas se identificaran le avisaran a él, para a su vez bajar a recibirlos con Pilar.
Así sucedió, pero él estaba revisando a Isabel quien seguía sin despertar y Pilar veía saliendo del restaurant del hospital con comida para Luka quien no se había querido mover de la habitación de Isabel, aunque ella aun no estuviera ahí.
– Mamá, papá – les llamó y tanto María como Mateo se acercaron a ella.
– ¿Donde esta mi niña? – preguntaron al unisonó.
– Aun no despierta, pero esta fuera de peligro – le informó a la pareja que había cuidado de ella desde muy joven.
– ¿Tu como estas? Estabas con Isa cuando pasó todo – preguntaban mientras esperaban el ascensor.
– No papá, Ajax y yo llegamos unos minutos después que había pasado el ataque, fue terrible ha sido lo peor desde pues de la muerte de mis padres. – confesó la pelirroja con lágrimas en los ojos.
María solo la abrazó, agradeciendo que ella estuviera bien y acompañando a su hija. Ajax llamó a Pilar para informarle que os padres de Isabel habían llegado.
– Si cielo, ya estoy con ellos… ok, oh gracias a Dios… está bien nos vemos más tarde.
Los padres de Isabel aguardaban por la noticia que había hecho sonreir a Pilar.
– En una hora la van a subir a su habitación, sigue sin despertar, pero todos sus valores ya están bien.
Los Martin´s soltaron un suspiro de alivio, mientras pasaban a la habitación 501, donde se encontraron con un Luka ojeroso, con la cara como la que ellos debían tener y con una banda en el brazo. Sentado frente a una mesa con una laptop abierta, estaba trabajando desde la habitación, por nada del mundo se movería de ahí hasta ver a su amor despertar.
– Oh cariño – Maria casi corrió a abrazarlo, era mas que evidente su sufrimiento.
– Maria lo siento, lo siento tanto, no la cuidé – dijo en tono de arrepentimiento tratando de o llorar mas delante de sus futuros suegros.
Mateo se le acercó y Luka solo soltó un brazo de María que estaba llorando en su pecho y se lo extendió al padre de Isabel.
– No tenemos nada que disculparte Luka, no puedes ser responsable por la gente mala que anda suelta. Pero me encargaré que se pudra en la cárcel – le dijo con tono severo.
– No hace falta, esta muerta, mis guarda espaldas la mataron – les informó.
–¿La mataron? – preguntó María – ¿acaso fue una mujer?
Luka asentó con la cabeza y Pilar intervino.
– Ajax me acaba de decir que en una hora van a traer a Isabel, creo es el momento para que nos cuentes que pasó.
Luka les invitó a sentarse y les describió todos los hechos, solo emitiendo que Adela había sido amante de Christine en vez de eso dicho que era una venganza por haber sido despedida de la corporación Albertch y él era quien había dado la orden. Por su puesto que Mateo le preguntó si había tenido algo con ella o la había dejado pero el respondió con la verdad.
– De ninguna manera, Adela era gay, le disparó primero a Isabel porque sabia que eso me iba a herir primero, me lo confesó antes de morir y la siguiente bala no me alcanzó porque actuaron mis hombres y la derribaron, aunque ya había sido tarde, la muy desgraciada había herido a Isa – dijo con un nudo en la garganta.