Capítulo 78
1194palabras
2022-09-26 12:46
PDV Narrador.
El grito hizo que Luka volteara hacia la fuente, como aun tenia cargada a Isabel, la giró frente a él y el disparo impactó en las costillas de la chica quien también había volteado y vio a una rubia con un arma y ojos de odio.
El otro disparo iba para Luka, pero el chofer al reaccionar al grito abrió la puerta del coche e impactó a Adela haciendo que cayera se desbalanceara hacia atrás, por lo que la bala fue a dar al techo del estacionamiento.

En el lobby un asustado Mario cubrió con su cuerpo a Christine y la llevó al piso, el otro hombre que se encontraba con ellos salió corriendo hacia el estacionamiento y se encontró a su compañero sobre una mujer luchando por quitarle un arma, al moverse lo suficiente disparó sobre la chica impactando en su espalda.
Los ojos abiertos y llorosos de Isabel se encontraron con los de un espantado Luka quien sintió la sangre correr por su brazo, Isabel abría la boca buscando oxigeno y él solo pudo gritar con desesperación y rabia.
– Noooo – con una mano le pasaba la peinaba y la acariciaba.
– No te duermas hermosa, quédate conmigo por favor – sus lagrimas cubrieron los ojos azul eléctrico que tanto amaba Isabel, quien se debatía por atender el llamado de su amado o dejarse llevar por el dolor.
– Acostémosla en el piso señor, no la mueva más, la bala ha alcanzado las costillas. – pidió el guardaespaldas que había disparado.
Cuando volvió en sí, Luka obedeció y con toda la calma que sus temblores le permitían la acostó y preguntó.

– ¿La mataste?
– No señor.
El vigilante se acercó informado que había llamado a la policía y a una ambulancia, la pareja que estuvo a salvo al escuchar todo en calma decidieron salir para encontrarse a una casi inconsciente Isabel en el piso y a un Luka bañado en la sangre de ella.
Christine empezó a llorar y se arrodilló frente a ellos.

– ¿Quién fue? ¿Quién hizo esto?
Luka se levantó y le pidió a Christine que se quedara ahí y salió para validar lo que él había creído ver. Cuando llegó al cuerpo tirado de Adela, le volteo la cara y le quitó la gorra, estaba luchando por mantenerse despierta, lo miró y una sonrisa macabra llena de sangre que estaba botando por la boca le dijo.
– Me quitaste a la mujer que amo, y te quité a la tuya, ojalá se muera.
– Eres una miserable, ella es inocente, ¿Por qué no me disparaste a mí?
– Si lo hice, pero primero tenias que sufrir por ella, – tosió sangre – lastima que no te alcanzó la otra.
Luka tenia tanta rabia que podía patearla aun así moribunda, era un ser despreciable, no una mujer a la que debiera respetar y no tocar, sin embargo, uno de los hombres lo tomó por los hombros y lo alejó. Estaba llegando la policía y la ambulancia.
Luka tomó el teléfono y llamó a Ajax, solo a él le podría confiar la operación de Isabel, no porque fuera su amigo, sino porque era el mejor médico cirujano.
– Hermano estamos entrando – le respondió sonriente desconociendo el infierno que estaba sucediendo en el sótano de aquel edificio.
– Vente directo al sótano – apenas pudo articular.
Ajax lo conocía esa voz estaba atormentada, algo había pasado y deseó que no tuviera que ver con las sirenas que él había escuchado cerca. Tomó a Pilar de la mano y corrió hacia el elevador marcando el botón B.
– Que esta pasando cariño – preguntó desconcertada ante la respuesta física que tuvo su pareja.
– No lo sé, pero, Luka está en el estacionamiento privado y por su voz nada bueno está pasando.
Salieron corriendo hacia la salida para ver el motivo de la llamada, lo primero que observó Pilar fue a Christine llorando en una silla sin parar con Mario al lado y un paramédico al frente dándole un vaso con un líquido.
Mas adelante, miró una camilla con una bolsa negra que estaba siendo cerrada, señal de que había un occiso, ya pálida ante la escena miró a Ajax hablando con un policía un medico y con Luka bañado en sangre.
Abrió los ojos de par en par, no se había percatado que Ajax la había dejado ahí parada y había corrido hacia afuera. Pero lo que de pronto no la dejó respirar fue la pregunta ¿Dónde está Isabel? Empezó a sudar frío caminando y buscando por las partes que podía hasta que un policía la detuvo, señorita, esta es una escena de un crimen no puede pasar por favor retírese.
– No, no, no me puedo ir donde esta Isabel, ¿Dónde está mi hermana? – gritó.
– Isabeeeel – gritó con la fuerza que le quedaba mientras era sostenida por la agente policial – suélteme, suélteme.
Ajax escuchó a su pelirroja y recordó que estaba ahí, caminó hacia ella pidiéndole a la oficial que la dejara pasar sin embargo no lo hizo.
Luka la miró y sintió que no era el único que sufría por su amada, pero no pudo moverse, debía montarse en la ambulancia.
– Calma amor, nena esta viva, Isa esta en la ambulancia, debo ir con ella ahí.
Mario se acercó a ellos, agarró del hombro a Ajax diciéndole.
– Yo me encargaré de ella, anda, nos vemos en el hospital. – el griego asentó.
– Gracias.
– Nena, ve con Mario, necesito ir en la ambulancia ahora mismo. – no tuvo tiempo de consolarla ni siquiera de darle un beso, ante todo era medico y ya sabia el estado critico de su amiga, la estaba estabilizando un poco con oxigeno para poderla mover, así que corrió hacía la ambulancia cuando una enfermera se acercó llamándolo – doctor.
Todo se volvió un desastre, lo que se suponía iba a ser un viaje para relajarse y disfrutar dejando el estrés de lo causado por Adela, se convirtió en un muerto, un herido de gravedad y amigos llorando o dándose consuelo en el pasillo de un hospital.
Había pasado cinco largas horas de esa larga noche, Mario se llevó a Christine a descansar casi a contra de su voluntad, tuvo que llamar a una doctora para que le explicara que debía irse, la escena vivida esa noche había sido por demás cargada de estrés y con eso se genera la adrenalina la cual es capaz de atravesar la placenta y afectar el feto.
Solo así la convencieron que se fuera, pues no paraba de llorar culpándose de lo sucedido, Mario no lo entendía, no veía la relación entre eso que para él fue un intento de asalto con que su hermosa rubia se culpara, aun con las horas nadie se había atrevido a preguntar, ni él ni Pilar quien tampoco dejaba de llorar.
Solo quedaba Luka sentado con la cara entre las manos y Pilar a su lado, ésta se paró y busco par de cafés cuando se sintió con algo de fuerzas, esperaban con todo su corazón que Ajax apareciera con noticias.