Capítulo 65
1376palabras
2022-08-31 15:44
PDV Narrador.
Mario se retiró y dejo a las damas solas en lo que fuera que estaban hablando, no sin antes decirle a Christine que él la llevaría al hotel, que le avisara cuando estuviera lista.
–Parece que le caes muy bien a Mario – comentó Isabel a su visita, ella aún tenía una leve sonrisa en sus labios, desde que lo había conocido se había portado como un verdadero caballero con ella, pero él aun no sabía que estaba casada, así que esa noche en la cena sería el momento de decirle la verdad.
–Si ha sido muy bueno desde que nos conocimos – respondió ella.
–Aprovechando que estamos hablando de verdades, me parece que te gusta Mario, ¿es así?
Christine la miró y sostuvo la respiración, ¿acaso era tan evidente? Se preguntó.
–Creo que sí, pero aún no nos conocemos del todo, ¿Se me nota mucho?
Isabel sonrió, de verdad que esta era la situación más surrealista que había pasado en su vida.
–No lo sé, quizá soy más perceptiva. Solo puedo decirte que Mario es un buen candidato, se divorció hace poco, es un entregado a su trabajo y proyectos, muy profesional y buen amigo.
–Gracias – le sonrió Christine – pero creo que aún no sabe que yo si estoy casada. En fin, no quiero quitarte más tu tiempo Isabel, si no tienes alguna otra pregunta, solo quise decirte la verdad sobre Luka.
–Eso fue mu cortes de tu parte Christine, se nota que lo quieres mucho. Supongo que debo darte las gracias por la confianza que depositaste en mi al contarme parte de tu historia. Por cierto, esta noche llega mi amiga Pilar, si gustas podemos almorzar mañana juntas, sino te ocupas claro – le dijo en forma pícara.
–Dame tu número y te dejaré saber, me encantaría, la verdad no tengo muchas amigas.
–Seguro.
Las mujeres compartieron su número de teléfono, se despidieron con un abrazo e Isabel la acompaño a la oficina de Mario.
Isabel retornó a su oficina y literal se lanzó sobre el sofá, se tapó la cara, ya no sabía que hacer, de verdad le gustaba mucho Luka, pero era un gran paquete con el que venía, en su vida Isabel quien tuvo todo bajo control y en un plan, se imaginó tener que pasar por una situación así, enamorada de un hombre casado, y ahora en espera de un hijo.
Quizá se estaba complicando más de la cuenta, ella ya le había pedido a él que la dejara tranquila y Luka había cumplido, a tal punto que parecía que no vendría a Madrid ni por la inauguración de su bar. Ahora iba a intentar algo con Paolo, pero no estaba segura, iban a llevar las cosas con calma.
Mas tarde fue al aeropuerto a buscar a Pilar y luego fueron a casa de los padres de Isabel a cenar, en el camino se contaron sus penas, una esperando que el griego la buscará y la otra que no sabía qué hacer con la información que le habían dado ese día.
En otro lado de la ciudad estaban Mario y Christine cenando amenamente, hablaron de sus oficios, de los que les gustaba, para la sorpresa de ambos sus trajes para la fiesta combinaban, él iría de batman y ella de gatubela.
Cuando él le pidió que escogiera el vino para tomar y ella le informó que no estaba tomando, Mario se extrañó, la vez pasada ella había tomado vino, cerveza y tinto de verano muy amenamente, por lo que le preguntó en un tono con algo de preocupación.
–¿A qué se debe que no tomes, acaso tienes algún malestar?
Christine respiró profundo, había llegado el momento en que debía hablar con la verdad. Él aun no le había dicho que ella le gustaba así que no lo podía asumir.
–Bueno, hay algo de mí que no sabes, estoy casada Mario y además estoy esperando un bebé.
La cara de Mario fue un poema, él esperaba preguntarle por su estado civil, era probable que estuviera casada, pero esperando un bebé, eso definitivamente acababa con sus planes de pretenderla aún tenía el vaso a mitad de camino cuando quedó paralizado, ella lo observó y sintió que en cualquier momento se iba espantado.
–Sin embargo, también debes saber que mi matrimonio es abierto y probablemente termine pronto.
Mario no terminaba de salir del shock cuando le cayó esta otra información encima, pensó que los alemanes eran muy liberales en ese aspecto en comparación con sus compatriotas o eso creía él.
–Puedes decir algo por favor? Siento que saldrás corriendo en cualquier momento – le pidió ella casi haciendo un puchero.
Él se aclaró la garganta para que las palabras fluyeran.
–Bueno me esperaba que una mujer tan bella y talentosa como tú estuviera casada, aunque a decir verdad deseaba que no fuera así, porque me gustas.
–De hecho, por un momento pensé que podías ser la nueva esposa de Luka, pero cuando le pregunté, él me respondió que eras su socia.
Ella se sonrió, parecía que al ocultarle la verdad a Mario lo quería Luka era incitarle a que la cortejara.
–¿Le comentaste a Luka que te gusto? – quiso saber ella, aunque le parecía obvia la respuesta.
–Para serte sincero, si lo hice, es que me llamaste la atención desde el primer momento en que te vi.
Ella sintió que se le arrugó el corazón al escucharlo, estas sensaciones no las había sentido nunca con Adela, sería esto el amor, se preguntó Christine.
–Eso valida la respuesta que te dio Mario, es cierto que principalmente soy su socia, pero también soy su esposa, hace poco nos casamos y si te dijo eso es porque seguro quiere que me cortejes.
–En serio eres la esposa de Luka, ay mi Dios, que papelón estoy haciendo, el es mi socio y amigo, no muy cercanos, pero igual.
Al ver la cara de preocupación de Mario la mujer sentada a su lado sintió que quería reir ante su ingenuidad después de lo que le acababa de decir, pero también le pareció tierno.
–Mario, no te preocupes, nuestro matrimonio como te dije es abierto, te aseguro que si le digo en este momento a Luka que estoy cenando contigo se alegrara más que tú y yo juntos. Tanto él como yo podemos estar con quien queramos hasta que consigamos el amor verdadero.
–¿Y él bebe que esperan?
Ella no quería darle tanta información por el momento, así que solo le respondió.
–Luka será siempre su padre, así yo me case con otro.
–Tu realmente me gustas Christine, yo no estoy buscando solo una relación fugaz.
–Entonces conozcámonos, tú también me pareces un hombre muy interesante y guapo. – le dijo ella colocando su mano sobre la de él para tranquilizarlo.
Y así fue, pasaron el resto de la velada relajados conociéndose.
En el piso de Isabel.
Estaban las amigas como siempre con una botella de vino y unas tapas acompañándolas, Pilar le pregunto a su mejor amiga.
–¿Qué pasa si ojos bellos, te dice que te quiere y quiere estar contigo, ahora que sabes la verdad?
–No lo sé – respondió tomando la copa a fondo – no creo que me diga nada, además su estado sigue siendo casado. No me veo estando en una relación donde será la tercera.
–Como lo veo yo no serás la tercera, cuantas veces no te ha gustado y la misma Christine dijo que solo están momentáneamente.
–Muy buena dando consejos tú, a ver qué hay de ti, ¿vas a dejar escapar al guapo doctor?
–Eso es más complicado – respondió la pelirroja mirando a otro lado.
–¿Mas complicado? Ahora si es verdad que se te volaron los tapones, ambos están solteros solo tienen gustos diferentes que si hablan pueden llegar a un acuerdo.
–Tienes razón, la verdad no me importaría ser su sumisa, mientras juguemos solo los dos, el tema es que no me quiero exponer a que otros nos vean.
–Entonces por que no se los has dicho.
–¿Y si no lo acepta, si no es suficiente para él?
–No seas cobarde, arriésgate, si no es, cierras el ciclo y continuas. además, te vienes para acá.
–¿Viste que es fácil resolverle la vida al otro?