Capítulo 55
1610palabras
2022-08-12 10:43
PDV Narrador.
– Necesito hacer una llamada, las alcanzaré en la mesa. Por favor solo digan que tengo malestar de estomago, lo otro es solo una sospecha y puede no ser cierta.
– Ok – respondió Pilar.
– Nos vemos. – dijo Isabel después de asentar con la cabeza en señal de respuesta a la solicitud de la rubia.
Las amigas salieron de la sala de baño y pronto escucharon el seguro de la puerta, parecía que Christine no quería ser interrumpida. Isabel agarró a Pilar por una mano para detenerla y con la mano libre se puso el dedo índice en la boca para pedirle que hiciera silencio.
Algo le había parecido extraño de ese mensaje que claramente era de una mujer, y quería quedarse escuchando por si era a la remitente del mensaje a quien iba a llamar.
Por lo que se pegó a la puerta del tocador. Pilar se alejó un poco en silencio solo para validar que nadie estuviera viniendo y regresó a imitar a su amiga.
Pronto se escuchó.
– Hola babe, si estoy bien… si también yo… que también te extraño Adela... Claro que no… he estado muy ocupada en la empresa y abriendo otros negocios… no se si eso pueda ser posible por ahora amor… estoy en ello, ten paciencia… debo irme… te llamo luego. cuídate… ok… ay por favor nena… te amo.
Al escuchar eso, las chicas no esperaron mas y se retiraron lo más rápido que pudieron en puntillas.
– ¿Que carajos, fue eso? – preguntó Pilar.
– Me quise quedar porque cuando le pasé el teléfono, había un mensaje de una tal Adela diciendo que la extrañaba y quise validar, no parecen solo amigas.
– Por su puesto que no, pero ¿cómo es que está casada con el galán ese y tiene a una mujer de pareja?
–Y está embarazada – agregó Isabel.
Ambas se vieron con caras de no comprender el embrollo que parecía ser esa relación. Llegaron a la mesa y enseguida Luka preguntó por su esposa.
– ¿Y Christine, como está?
– Está bien, parece que tiene malestar de estómago. – respondió Pilar.
– Oh, eso le pasara rápido entonces – acotó Ajax.
Sigamos comiendo entonces.
– No gracias – respondió Isabel.
– Yo también paso, se me quitó el apetito – la secundó Pilar.
Luego de haber visto a Christine dejando todo en la poceta lo menos que querían era ver comida.
Los hombres se vieron entre ellos, pero no preguntaron más.
–Bebamos entonces – sugirió George.
– Si, bebamos – respondió Isabel esperando que con el alcohol se le pasara la confusión que tenía.
– Que tal si vamos al bar de al lado – sugirió Luka a lo que Isabel rápidamente respondió.
– No gracias, ya tenemos un plan con Ajax, iremos a un bar de un amigo de él. – dijo altiva y por solo unos breves segundo lo miró mal.
Luka miró a Ajax para que le dijera donde, pero este le respondió a Isabel.
– De hecho, es de Lukas y Christine, pero es un bar para bailar en otro sitio.
Pilar abrió los ojos e Isabel puso su mejor cara de póker, al parecer no se iba a librar de la parejita en toda la noche. Christine se acercó a la mesa, aun se veía pálida.
– ¿Cómo te sientes Chris?
– Mucho mejor, gracias Ajax, pero creo que me iré a casa.
– Vas a querer comer algo primero? – quiso saber Luka.
La cara de asco de Christine no pasó desapercibida.
– No gracias.
– Te llevo a casa.
– No es necesario, si quieres puedes irte con los demás, me siento bien. – le dijo sinceramente, ella no quería arruinarle los planes de divertiste, y menos ahora que Isa estaba ahí como por arte de magia.
Aunque con todo lo que pasó en el baño estaba pensando que sin querer le arruinó la noche con la chica, ojalá sea de mente abierta y no le importe se quiso convencer Christine. mientras tanto Luka se debatía entre aceptar la propuesta de su esposa e irse, porque de no ir, de seguro George le caería a Isabel como mosca a la miel.
Pero primero que todo su esposa era su mejor amiga y aunque ella dijera que estaba bien no se veía para nada bien. Dio un respiro y ganó su parte sensata, luego vería que hacer con la abogada que parecía quería matarlo con la mirada.
– Vamos – se puso de pie, le dio un beso a Pilar – un placer Pilar, cuida mucho a este hombre – refiriéndose a Ajax dándole unas palmadas en el hombro a su amigo, aprovecho el impulso para también darle un beso de despedida a Isabel, pero en vista de que esta no se movió para acompasarlo se lo dio adrede muy cerca de los labios. – nos vemos George, pórtate bien. – le advirtió sutilmente.
Una vez en el vehículo, Christine enfrentó a su amigo.
– Por que te viniste si es obvio que te gusta la abogada, creo que George se te adelantará.
– Igual no lograría mucho, ella no sale con hombres casados y ahora que te conoció creo que menos.
– ¿Que me conoció? – que quieres decir.
– Isabel es María, Christine.
Christine se quedó pensando un poco, ¿María? Pronto cayó en cuenta de quien era.
– María a la que le regalaste la camisa que salió huyendo de ti? – la rubia casi le gritó.
– Si, esa misma – le respondió con fastidio. Por primera vez en su vida Luka se sentía frustrado con una mujer, realmente le gustaba la madrileña, pero estaba atado de manos.
– Dios, ¿y no era maestra?
– Me mintió Chris, ¿contenta? Me dijo que era maestra, que vivía en Barcelona y resulto ser de Madrid y abogada.
– Pero que coincidencia tan grande, creo que están destinados a estar juntos.
– ¿Te parece? Porque parecía que me quería matar en la mesa, además de que mientras estemos casados. Hablando de eso, ¿has pensado decirles a tus padres sobre Adela?
Luka preguntó sin pensar primero, ahora que sabía lo de Adela, no quería que se e acercara mas a su amiga, pero entonces ¿cómo se iba a divorciar?
– ¿Ya me quieres dejar? ¿Tan mala esposa soy? – le bromeó la rubia haciéndose la molesta.
–De verdad te gusta la chica ¿cierto?
– No me quieras cambiar el tema – se quejó él.
– Es el mismo tema, te quieres divorciar por ella.
– Claro que no, desde que me pediste el favor fue algo temporal, ¿o acaso ahora que me probaste te quieres quedar casada conmigo para toda la vida?
La chica se ruborizo, pero en la oscuridad del auto el conductor no lo notó, de pronto se acordó que era muy posible que fueran a ser padres, ¿cómo lo tomaría Luka? Descartó el pensamiento, debía primero confirmarlo con una prueba. Al notarla tan callada Luka aprovecho de pedirle algo solo para ver como reaccionaba.
– Entonces deberías dejar a Adela.
– Por que dices eso – preguntó la chica seriamente.
– De verdad quieres saberlo.
– Si – respondió ella sin vacilar.
Esa era la señal de Luka, era todo o nada, le diría lo que pensaba, sin decir lo que investigó, por lo menos no por ahora.
–¿Acaso te ha gustado otra chica a aparte de ella?
Christine se quedó pensando
– No, porque no me ha hecho falta.
– No se trata de hacer o no falta Chris, eso es natural, a mi me parece que lo que tu sientes por esa chica no es amor, además, de que disfrutaste lo que tuvimos y creo que te gusta Mario.
La chica abrió la boca asombrada de lo que estaba escuchando de su amigo.
– No te das cuenta que preferiste casarte conmigo que decirles a tus papas, y que no has tenido ni una sola idea de como hacerlo, si fuera amor no te importaría nada mas y lucharas por lo que tienen. No la amas Chris ella solo se aprovecho de tu mal momento con los hombres para manipularte.
Las lágrimas empezaron a correr por el rubio rostro de la chica sin siquiera darse cuenta. Ciertamente desde que estaba con Luka se sentía segura y no quería ver a Adela, ya no quería responderle las llamadas, en realidad hasta cuando le dijo te amo en la llamada, lo hizo solo para que no se molestara y no escucharla pelear.
Luka hizo una breve pausa y al no le responderle con lo boca afilada que era, le hizo saber que lo estaba pensando, que algo en ella le daba un poco la razón a él. Y tuvo una idea era loca, pero podía ayudar.
– Acompañarme mañana a D´Noir, quizá te ayude ver algo. Además, deberías regresar a tus terapias que me dijiste no continuaste y pedirle un tiempo a Adela, ahora que soy parte de la directiva de la corporación Albertch te buscare otra asistente, la despediré yo mismo al regresar para que no tengas que ver con eso.
– Me estas dando muchas órdenes. – le reclamó la chica, hacía mucho que no veía a su amigo en esa actitud dominante.
– Uno soy legalmente tu esposo, dos me debes un favor bien grande y tres si yo voy a dejar ir a la chica que me gusta por estar casado contigo tu dejarás a Adela y no porque yo te lo pida, sino porque no la amas y vas a encontrar tu misma que es lo que realmente quieres para tu vida.