Capítulo 54
1957palabras
2022-08-09 19:19
PDV Narrador.
Todos estaban alegres de ver a Ajax, sobre todo Luka quien esperaba con ansias noticias sobre el favor que le había pedido, y no reparo de buenas a primeras sobre las acompañantes de su amigo, Ajax abrazó de primero a Christine, quien le sonrió a Pilar y luego se giró a ver a la guapa amiga que estaba sentada de frente.
Mientras George se presentaba a la pelirroja, y Luka vino directo a abrazar a Ajax, cuando se separó de él, miró a la chica a su lado y se giró a detallar a la otra, tuvo que pestañar varias veces para asegurarse que estaba viendo bien.
– ¿Isabel? – pronunció casi como un mantra al ver a su escurridiza fiera.
La susodicha solo se le quedó mirando y forzó una sonrisa, pero no fue capaz de mostrar los dientes, pensando en que esto solo le pasaba a ella y al pato lucas, aahg se reclamó mentalmente hasta el pato llevaba su nombre.
Christine al escuchar el nombre se fijó nuevamente en la chica, parecía española y se preguntó si seria la Isa que llevaba atontado a su mejor amigo.
– Ah, ¿se conocen? – dijo un sonreído Ajax.
Isabel solo asintió, Luka fue quien respondió mientras tomaba asiento, no sin antes por la mera costumbre y por ser un caballero le sacó la silla a su esposa para que se sentara a su lado.
– Isabel es la abogada que está llevando el registro de la empresa en Madrid.
– Que pequeño es el mundo –exclamó el griego – bueno Isabel como ya conoces a Luka y a su esposa, este es mi amigo George.
Ajax habló de forma casual, para nadie era un secreto que sus amigos estaban casados, aun cuando fuera un matrimonio acordado como un favor ellos eran una pareja pública y además Christine había estado con él en Madrid por lo que asumió que la conocía.
Isabel parpadeó rápido, ella sospechaba que la bella rubia era la misma que ella había visto en la foto del teléfono del abusador que la había besado mas veces de lo necesario, ella sabia que el estaba casado, pero conocer a la esposa no dejó de ser un impacto para ella, quien disimuló muy bien con su mejor cara de meh de los emoticones.
Ella estaba soltando la mano de George, y se dirigió como educada que era hacia la rubia sonreída.
– La verdad no he tenido el placer de conocer a la señora Quant – no pudo evitar mirar a los hermosos ojos azul eléctrico que estaban sobre ella mientras decía la última frase.
George tomó asiento al lado de Isabel, mientras que las damas se daban las mano.
– Por favor, evitemos el formalismo solo llámame Christine o Chris como gustes.
“Y de paso es simpática” comentó la CI en la mente de Isabel, con una cara de descontento.
Una vez terminadas todas las presentaciones se dispusieron a mirar el menú e Isabel recibió un mensaje.
Pilar.
Si te quieres ir lo entiendo, solo cenemos primero luego me invento una excusa.
Isabel.
No te preocupes por mí, comamos.
Pilar sabía que su amiga no iba a salir corriendo, ella era la fuerte. Pero no la iba a de jar pasar su ultima noche de forma incomoda luego de que la acompaño en toda su etapa de recuperación física y mental.
El mesero regresó a tomar la orden y una entusiasta Christine pidió.
– Quiero una sopa de mariscos de entrada, una ensalada de camarones y la pasta de langostinos en salsa de ostras. Por favor lo traes lo más rápido posible.
Ajax y Luka la miraron asombrado, donde iba a meter toda esa comida, si ella normalmente solo pedía una ensalada y algún plato principal.
– Desde cuando comes tanto – le bromeó Ajax, ella le sacó la lengua y le respondió
– Alégrate de que no vas a pagar.
Todos los demás pidieron y George de forma espontánea preguntó a Isabel.
– ¿Entonces vives de Madrid?
– Si, solo estoy acá de visita.
– ¿Algún esposo o novio te espera?
Isabel sonrió de forma genuina, por primera vez desde que habían llegado al restaurant.
Un fuerte carraspeo se escuchó antes de que ella sin siquiera voltear a ver de donde procedía le respondió sonriente.
– No, ni siquiera una mascota me espera. – lo que hizo que George sonriera ampliamente.
Llegada la comida, Christine se abalanzó sobre la sopa que hizo que salivara de solo verla, había una ligera conversación en la mesa y nadie escuchó que al tercer o cuarta cucharada dio una arcada, ella apretó los labios, la controló y se excuso para ir al baño. Ajax la miró pues estaba a su diagonal y antes de que se parara le preguntó.
– ¿Estas bien Chris? te ves pálida.
– Ujum – solo respondió queriendo ir rápido al tocador.
– ¿Quieres que te acompañe? – le preguntó su esposo al ver que Ajax le había hecho una señal que todos vieron.
– Noo – casi grito la chica que ya había dado unos rápidos pasos hacia su destino.
Las españolas se miraron y sabían lo que tenían que hacer, ella parecía enferma, y no la dejarían sola, debían ayudarla, así que ambas se pusieron de pie y Pilar informó.
– La acompañaremos, la verdad no si mira muy bien.
– Gracias bella – les respondió el doctor dándole un pequeño apretón de mano de agradecimiento.
El par de chicas se apresuraron a seguir a Christine, que apenas llego al primer cubículo abierto no le dio tiempo de cerrarlo cuan expulso lo que llevaba en su estómago. Pilar se puso la mano en la boca para no ser la segunda que dejara todo en el lavabo e Isabel solo miró hacia otro lado, pero se le acercó a Christine que por suerte tenia el cabello corto, así que solo le colocó la mano en el hombro mientras que la otra estaba arrodillada dando arcadas.
Mientras tanto en la mesa, George salió a atender una llamada, por lo que Luka aprovechó de preguntar.
– Tienes alguna información de lo que te pedí.
– Puedes por lo menos disimular y no comerte con la mirada a Isabel, tienes a tu esposa sentada a tu lado – le reclamó medio en broma medio en serio a Luka.
– Tu sabes como es nuestra relación así que habla, antes de que vuelvan las chicas. –le apremió el último, no queriendo dar más detalles.
– Bueno, los informes son confidenciales, no te los voy a compartir como tal, pero si te digo, hay que tener cuidado de Adela, yo tu busco la forma de apartarla rápido de Chris.
– ¿A qué te refieres?
– Agárrate de la silla porque esto es heavy – le advirtió el amigo antes de seguir.
– Adela estaba yendo a terapia como parte de una sentencia judicial, ella tenía dos denuncias por acoso sexual a chicas que eran heterosexuales.
– Que carajo – solo pudo expresar el oyente quien estaba atónito, no se esperaba que Adela fuera una santa, pero esto definitivamente sobrepasaba sus expectativas.
– Y ¿por qué no fue a la cárcel si tenía dos acusaciones?
– Por qué una evaluación médica demostró que sufría de un trastorno por abuso sexual de una tía desde que era pequeña.
– Doble mierda – Luka se agarró la cabeza con ambas manos intentando calmarse, pues había muchas personas cerca.
Afortunadamente ninguno de los otros comensales había vuelto, pero ante semejante información ninguno se preguntó porque tardaban tanto.
– Adela pasó por un evento traumático y por eso fue por su cuenta a terapia, pero de pronto dejo de ir, ella solo estaba tratando un miedo excesivo a los hombres.
Como era su amiga y la esposa de Luka, Ajax prefirió reservarse el evento causante de miedo de Adela.
– Si, se el por que – le respondió Luka, respirando profundo y negando con la cabeza.
– Si me preguntas algo me dice que Adela se aprovechó de la situación de Chris y la convirtió en su nuevo objetivo, y para su buena suerte ella si la aceptó.
Luka se sinceró y rápidamente le contó lo que sabía de la historia de ambas, Él también tenía una sospecha similar.
– Yo no soy medico Ajax, pero algo me dice que Chris solo esta confundida o por dejar de ir a terapia no la pudieron ayudar a superar ese miedo y la otra loca la convenció de que le gustaban las mujeres o mejor dicho ella, porque Chris no ha tenido nunca pareja mas y me he dado cuenta de lo posesiva que es con ella, ahora que me dices eso lo ato con lo que me contó Chris y tiene sentido que Adela la haya convencido de que no necesitaba mas terapia porque encontró en ella su amiga y luego quien la “amara”.
Dijo lo ultimo haciendo comillas con las manos, los amigos dejaron de hablar cuando se dieron cuenta de que venía George.
No muy lejos de la mesa en el tocador de damas.
Adela se lavó la cara, se enjuagó la boca y se giro a dar las gracias a las chicas que amablemente la acompañaron en esa bochornosa situación, apenas las acababa de conocer, pero sintió que eran buenas personas.
– Siento haberles dado ese espectáculo – les dijo sonrojada por la pena y por el esfuerzo de haber vomitado.
– No te preocupes – le respondió Isabel dándole mas servilletas.
– Como te pudo haber caido tan mal y tan rápido la sopa. – le cuestionó Pilar.
– No tengo la menor idea, no creo si quiera que m haya caído al estómago, pero la verdad no quiero ver ese tipo de sopa mas nunca en mi vida, me da asco solo recordar el olor.
Las otras chicas se vieron entre sí y parecí que estaban pensando lo mismo.
– ¿Sera que estas embarazada? – se atrevió a preguntar Pilar.
Christine abrió los ojos como plato, luego se quedó mirando hacia la izquierda como perdida, quizá buscando información para poder responder. Volvió a poner cara de circunstancias y tomo su teléfono abriendo una aplicación.
– Ay no, no puede ser – se le veía aterrada.
Volvió a colocar el teléfono en el mesón de los lavamanos y se llevo las manos en la cabeza.
– Tengo un retraso de quince días – apenas susurró.
– Felicidades parece que estas embarazada – volvió hablar Pilar porque sus compañeras estaban como perdidas en un mundo distinto cada una.
– No – volvió a decir Christine quien caminó hacia un sillón dentro de la gran sala del elegante baño.
– Luka se va a morir, esto es mi culpa – la rubia hablaba más para sí misma, pero en voz alta y las amigas se veían sin saber que decir.
Isabel sentía como si le hubiesen dado un golpe en el estómago, pero al final ella sabía que eran un matrimonio y la chica no se podía culpar así, que intento darle ánimos y ayudarla a pesar de que ella se sentía terrible.
– Oye, no puede ser tu culpa, ustedes están casados, es de lo más natural que hayas quedado embarazada.
Christine hizo un mohín y solo pudo decir – es complicado.
El zumbido del teléfono llamó la atención e Isabel quiso hacerle el favor a la chica que aun estaba pálida de pasarle el teléfono. Aun estaba encendido cuando sin querer leyó el mensaje.
Adela
Te extraño tanto baby ya quiero verte.
Giro el teléfono rápidamente y se lo entregó a su dueña. Apenas lo miró volvió a pensar en voz alta.
– Lo que me faltaba.