PDV Narrador.
Los días fueron pasando y Pilar ya caminaba muy bien gracias a sus fisioterapias, por lo que se acercaba el día en que Isabel se devolvería a su Madrid natal, entre las dos se encargaron de vender el apartamento de Pilar y se mudaron a un airbnb mientras conseguían el más adecuado para Pilar.
Todos los días recibía llamadas del doctor, uno que otro día la iba a visitar en lo cual Isabel se iba a dar un paseo o a comprar cualquier cosa para dejarles su espacio. Pilar se estaba dejando enamorar, pero quería tomarlo con calma, por su parte Ajax la miraba como la mujer que quería para su vida.

Sin embargo, ella tenía pasar la prueba de fuego, a ella le debía de gustar su mundo porque por mas enamorado que estuviera de una mujer no lo iba a dejar, ser dominante causaba en él algo mas que poder, le gustaba controlar los encuentros, era como ser el director de una película en lo que los demás hacían lo que él quería, pero sobre todo quería orquestar que su mujer sintiera todo el placer que el o mediante él ella pudiera lograr.
Ese fin de semana se iba a dar una buena fiesta en D´Noir, por lo que pensó que iba a ser el momento perfecto, Por suerte Isabel se iba el viernes y la fiesta sería el sábado así que la llevaría ahí, si ella lo disfrutaba no iba a dudar en hacerla su mujer y por qué no hasta llevarla al altar, aunque no se veía haciéndolo, para él con que fueran a un juzgado y tener un certificado era más que suficiente.
Ajax con cada visita iba tanteando el camino, sobre todo cuando Isabel muy inteligentemente los dejaba solos, tomaba cualquiera de las novelas y buscaba las escenas donde se compartían a las parejas y se las leía a Pilar en voz alta, ella se sonrojaba lo dejaba un rato, pero sutilmente le cambiaba el tema, así que debía jugársela completa.
Para despedir a Isabel Pilar le sugirió ir a bailar, además de que ya podía hacerlo, así que, él las invitó al bar de su amiga, era nuevo, estaba de moda y podían tener el acceso VIP fácil con solo llamar a Christine o Luka, total era lo mismo.
–¿Están listas? – preguntó Ajax, cuando vio al par de chicas bajar, ambas eran despampanantes, era una lastima que Luka estuviera con ese compromiso, de seguro le gustaría Isabel pensó el griego.
–Tu que crees – le respondió Pilar coqueta con un mini vestido dorado que brillaba, el cabello suelto y unas sandalias de tiras del mismo color del vestido.

Por su parte, Isabel opto por un enterizo de color negro que la tapaba completamente, pero le quedaba ajustado como un guante de látex a su escultural cuerpo.
Si, definitivamente las puedo tener a ambas en una habitación pensó Ajax, pero en seguida descartó la idea, no las veía tan abierta para hacerlo juntas. Ambas mujeres venían sonreídas y el como buen semental reaccionó.
–Me parece que están perfectas – dijo el doctor ofreciéndole los dos brazos para que cada chica se colgara de él.
–¿A dónde iremos? – de pronto Isabel sintió curiosidad.

–A bailar – le contestó el hombre sonreído – vamos al bar de mis mejores amigos, esta muy de moda de seguro les gustará – complementó seguro.
–Primero iremos a cenar, quiero presentarles a unos amigos.
–Ok vayamos.
Las chicas se fueron en el auto de Ajax, esa noche dejo su convertible de dos puestos para poder llevar a las dos chicas así que optó por su Mercedes Benz e160 gris oscuro. Y se fueron D´Noir, al acercarse al complejo. Isabel pregunto desde la parte trasera.
–¿Acaso este no es el bar donde te conocimos? – preguntó lo mas educada que pudo, pero por dentro quería gritar noooo no quiero volver ahí.
–Cierto, ¿no es este el sex bar?
–Si y no. Les dije que las traería a comer, pero no les dije que – se rio ante su ocurrencia y la mirada asombrada de ambas mujeres.
–Es una broma, vamos al restaurante de la derecha, que nada tiene que ver con el bar.
–Ahh – dijeron al unísono, pero Isabel simplemente volvió a respirar.
Ella no quería ni recordar lo que había hecho ahí ni mucho menos con quien, se estaba empezando a sentir muy bien desde la última vez que había visto al que se convirtió en su robador de besos.
Ajax estacionó frente a la puerta y le dio las llaves al valet parking quien lo saludo por su nombre.
–Vaya, parece que vienes mucho aquí – exclamó Pilar al ver la familiaridad, pero sobre todo el respeto que le presentaron no solo el chico de las llaves, sino la recepcionista y el mesero que los guio a su mesa.
–Pues si vengo mucho es de mis amigos.
–Tienes muy buenos amigos –bromeó Isabel.
–Tengo los indicados – respondió él.
Se sentaron en la mesa, les trajeron los menús y una botella de champagne y se disponían a brindar cuando Ajax quien estaba sentado de frente a la entrada vio venir a tres de sus amigos, Pilar quien estaba sentada al lado de él en una mesa cuadrada para ocho personas. Observó con los ojos achicados pues uno de ellos le parecía muy familiar.
Isabel capto la expresión de su amiga, pero por educación no se volteó, debía esperar que pasaran las personas para saber quienes eran esos a quien Pilar les prestaba tanta atención. Segundos después se escucho una voz grave que hizo que Isabel pestañara, debía estar alucinando pensó debido al lugar donde se encontraba.
–Con que brindando sin mí.
–Hermano llegando tarde como siempre.
Ajax se levantó para recibir a los amigos, por el rabillo del ojo Isabel cuando los sintió miró hacia su derecha y observo a un guapo rubio no muy alto quien abrazo a Ajax, seguido de esto una chica super elegante rubia y por último su pesadilla, ahí estaba él.
Ella no se inmutó, Pilar mantuvo la sonrisa, pero se le había congelado al darse cuenta que era el guapo de ojos azul eléctrico quien llevaba de cabeza a su amiga.
Y empezaron las presentaciones.