Capítulo 54
1578palabras
2022-08-30 05:12
Al día siguiente....
Hoy había estado todo el día ayudando a mamá a poner un poco en orden la casa, posterior a eso, fuimos de compras al supermercado por algunas cosas que hacían falta en la alacena, también aproveche y pase por una tienda de regalos para comprar un presente a Zack por su cumpleaños.
Ya era tarde, Mass había estado por fuera, no me dijo para dónde o qué haría, pero me dijo que al regresar me contaría. Recibí un mensaje de Kiram en el cual me preguntaba, cómo estaba y qué planes tenía para hoy, esta vez, yo había decidido ignorarlo por lo que no respondí, a lo que él tampoco mostró demasiada insistencia.
-Hola- Saludo Mass mientras entraba a la casa.
-Hola mi niño- Saludo mamá dándole un beso.
El cariño que demostraba por el recién llegado, era casi como el que se le daba a alguien al que tenías tiempo sin ver.
-Hola grandote- También saludo a mi hermana quien corrió como si no hubiera un mañana a guindarse en su brazo, él siempre solía mecerla en esa misma posición.
-Pequeña, estás un poco más pesada que ayer- Bromeó Mass al mecerla.
-No es cierto- Rió mi hermanita.
-Casi parece que mi familia te quiere más a ti que a mí- Intervine celosa.
-No es eso, es solo que el grandote es más cool- Acepto Camila con una sonrisa.
Abrí mi boca ofendida por las palabras de la traicionera de mi hermana, a lo que todos soltaron una carcajada.
-Tengo que contarles algo- Dijo Mass acercándose más.
-Suéltalo- Dije con afán.
-Termine todas las pruebas, y oficialmente comienzo a trabajar el lunes- Sonrió felizmente mi amigo.
-Felicidades- Felicito mi madre.
-Felicidades amigo- Lo golpeé en el brazo.
-¿Eso era necesario?- Frunció el entrecejo como siempre en una queja.
-Pero hay más...- Volvió a decir.
-Aja? - Hice un gesto de “continua entonces”.
-La empresa me proporcionó un apartamento para comenzar, hoy fui a verlo, y la verdad no está nada mal, al contrario, es muy decente- Aceptó gustoso.
-¿QUE? - Solté con tristeza.
-Hijo, pero si aquí no molestas, esta es tu casa, sabes que puedes quedarte con nosotras todo el tiempo que quieras- Intervino mi madre también con la misma tristeza.
-¿Grandote te vas?- Preguntó Cami bajito.
-Así es, si es por mí, me quedaría aquí por siempre, saben que amo estar con ustedes y ser el hombre de la casa, pero ya es hora de que les de todo su espacio- Río de lado.
-Bueno, ¿y cuando te mudarías? - Pregunté.
-Creo que lo mejor es que me pase mañana mismo, igual no tengo nada que mudar, solo mi ropa-
-Okey, igual yo te ayudaré- Me ofrecí.
-Perfecto- Acepto feliz de mi ofrecimiento.
A todas nos encantaba tener a Mass en casa ya que era el único hombre, se sentía como tener un hermano mayor, compartir el techo con él, era super buena onda, nos ayudaba en todo, y además pasaba tiempo con todas como si cada una fuese su mejor amiga al mismo tiempo, era muy divertido, y ya no tenerlo sería triste, pero él era un hombre adulto, y por más que podíamos pasar toda la noche dándole mil razones por las cuales debía quedarse con nosotras, la realidad era que, como hombre necesitaba tener privacidad.
....
Ya se había hecho la hora de arreglarme para ir al cumpleaños de Zack, por lo que decía la invitación, sería formal la celebración, así que fui a buscar un vestido adecuado para la situación. Tenía algunos vestidos que en alguna ocasión posiblemente había usado, siempre había sido el tipo de chica que tenía de todo un poco en su armario.
Me bañe, seque mi cabello largo y lacio para luego hacer algunas ondas en las puntas, había optado por un vestido negro y corto, era muy sencillo, juvenil y bonito según mis gustos, me puse tacones negros para no dejar de verme clásica, prefería irme por lo seguro y el negro nunca fallaba ene se aspecto.
Ya estaba lista, Anna me había avisado hace apenas unos segundos que estaba afuera esperándome, habíamos acordado irnos juntas.
-Por fin, vamos- Dijo mi amiga al verme salir. -Luces hermosa- Halago.
-Y tú no te quedas atrás- Acepte devolviendo el halago.
Y era cierto, se veía radiante con ese vestido color azul, mi amiga era muy hermosa y todo lo lucía de manera perfecta en su cuerpo.
Luego de despedirnos, por fin salimos en el taxi que nos había ido a buscar a casa, le dimos la dirección que estaba en la invitación al conductor… Hubo un punto donde el camino no lo conocíamos ya, nunca habíamos ido por esa zona, se nos hizo un poco lejos el trayecto, tardamos unos 20 minutos en llegar, cuando el auto estuvo frente a un enorme portón negro, supimos que ya habíamos llegado a nuestro destino. Nos adentramos y allí nos recibió alguien que preguntó nuestros nombres para luego buscarnos en una lista, una vez verificó que estábamos invitadas, nos hizo pasar.
La casa era enorme y muy bonita, pero demasiado grande para mis gustos. Nos adentramos en la enorme mansión, y una persona que debía ser algún trabajador, nos hizo pasar al jardín, al parecer allí se estaba llevando a cabo la celebración.
Era tan hermoso el jardín, espacioso, con luces por todas partes, había una enorme mesa larga bien organizada, en la cual no había nadie aún, quizás sería para llevar a cabo una cena luego.
Las personas estaban distribuidas por todo el lugar, hablaban y bebían, también era evidente que era algo más privado pues no lograban llenar el enorme lugar.
-BELLA- Escuche a mis espaldas la voz de una chica gritar mi nombre, esa voz me era conocida, así que sin más espera volteé.
-SARA- Mencione de vuelta impresionada.
Ya no recordaba que estas personas ahora eran familia, no había caído en cuenta que existía la posibilidad de que ellos podrían estar aquí hoy, hasta justo ahora que la vi.
-¿Como estás?- Se vino encima de mí para abrazarme con genuino cariño.
-Muy bien, ¿y tu? -
Verla de nuevo, se sentía como ver a alguien a quien aprecias mucho y que tenías años sin ver, aunque realmente solo habían pasado poco más de tres meses, se sentía como más tiempo.
-Bien Bella, te extrañé, nunca pensé verte aquí, mi madre está por allá- Señaló con su dedo en una dirección. -Le agradará mucho verte- Afirmó con entusiasmo.
No sé porqué, pero por dentro sentía un sentimiento tan extraño, creo que era por todo lo que había vivido antes con estas personas que se había sentido tan real, tan familiar, se suponía que esa era mi cuñada y que aquella mujer mi suegra, aunque todo fue falso, el cariño que se había creado no lo era, y verlas me hacía sentir rara porque inmediatamente me hacían pensar en él con nostalgia, no era como si ya no existiera ningún sentimiento por él, haciendo eso que ese reencuentro fuese más fuerte de experimentar y extraño a su vez.
-Qué bueno que estés tan bien, también las extrañe- Acepte. -Y claro, espero poder saludar a Amanda pronto- Dije gustosa. -Sara, ella es Anna mi mejor amiga- Le presente a mi amiga que por un segundo olvidé que estaba a mi lado debido a la conmoción del momento.
La verdad desde que me percate de que los Adams estaban aquí, mis nervios habían dicho “presente”, aunque no estaba segura de sí estaban todos los Adams, solo esperaba que no, aunque por como conocía como era con su tiempo, creería que quizás no consideraría tan importante al hermano menor de los Williams como para presentarse.
-Hola Anna mucho gusto, es un enorme placer conocerte, mi nombre es Sara- Se presentó agradable como era normal en ella.
-Hola Sara, para mí también es un gran placer poder conocerte al fin, ¿eres la hermana de Kiram cierto? - Preguntó mi amiga.
Y claro que tenía que nombrarlo delante de ella, a veces me provocaba ahorcar lentamente a mi amiga para que no pudiera seguir siendo tan boca floja, luego con solo recordar lo mucho que la quería se me pasaban mis ansias por cometer tal asesinato.
-Si, Kiram es mi hermano- Confirmó menos entusiasta lanzando su vista por unos segundos hacia mí.
Y ya imaginaba porque el tono implementado en su voz, yo debía ser algo así como “una chica más que él había abandonado” o al menos delante de ellas debió ser así, desconocía por completo cual había sido la excusa exacta que les dio Kiram por nuestra supuesta ruptura, pero fuera cual fuera, por como ellas lo conocían, debían pensar que fue él quien me dejó, y de cierta forma así había sido.
-Bella siento lo que pasó entre mi hermano y tú, pero para serte honesta, debo aceptar que no perdemos las esperanzas de que aún estén a tiempo, sabes que mi madre y yo te queremos de corazón- Confesó sincera mostrándose realmente apenada de que hubiéramos terminado.
-Tranquila Sara, ahora todo está bien- Dije con una media sonrisa. -La verdad lo de volver no lo creo posible, ya es un caso cerrado- Acepte intentando sonar convencida de mis palabras.
-Yo no lo creo así- Lo escuche hablar tras de mí, al instante, toda la piel se me erizó, mi corazón comenzó a latir con rapidez y el nerviosismo inminente me invadió por completo.
“¿Porque está él aquí?”