Capítulo 51
1633palabras
2022-08-18 00:14
POV KIRAM
Verla así, con sus hermosos ojos amenazando con llorar, me partió el corazón, no me había dado cuenta hasta ese momento del daño que le seguía causado. Tenía que remediar todo ese desastre que había causado, era consciente de que no sería fácil, eso lo había acabado de confirmar, y a decir verdad, no me tomó por sorpresa la actitud de la chica, me la tenía bien merecida, pero tampoco tenía intenciones de renunciar a Isabella, ella era la única mujer en mis 33 años de vida que había logrado captar mi interés al punto de volverme loco por ella, y no la pensaba perder por mis estupideces.
"Si es que no la perdiste ya" Reprocho mi subconsciente.

El primer paso había sido confesar lo que sentía por ella, seguido de eso, debía demostrarlo, estaba seguro de que seguía sintiendo cosas por mí, lo vi en su cuerpo al reaccionar al mío, en sus ojos o en sus palabras que sin darse cuenta preguntaban con interés, aún así debía ser lo suficientemente inteligente para que mis acciones no le hicieran daño, si no mas bien terminaría por odiarme, el reto sería hacerle entender el amor que sentía por ella, de la forma más ingeniosa y auténtica posible, solo esperaba que eso pudiera salir como lo estaba analizando en mí cabeza. Por otra parte, hacer eso sin que ella sintiera que la estaba acosando, sería algo realmente complicado, después de todo ella y yo no frecuentamos lugares en común, pero sería yo quien entrara en su mundo.
Después de darle vuelta al asunto, no estaba seguro si las opciones que estaban viniendo a mi mente fueran las más inteligentes, pero sí que creía que podrían funcionar.
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POV BELLA

Al fin llegue a casa, Intente entrar tan rápido y sin ser vista como una estrella fugaz, no quería que nadie viera mi cara, que en este momento se encontraba muy llorosa debido a la situación, que estaba de más decir que no había hecho un vuelco mi vida de nuevo.
-Hola Peleona- Saludo mi amigo.
-Hola- Dije fugaz sin verlo y entré a mi habitación cerrando la puerta.
- ¿Estas bien? - Escuche afuera de mí puerta.

-SI- Grité en respuesta.
Me lance boca arriba en mi cama, mientras veía en mi mente como pasaban todas las escenas de la conversación con Kiram, una par de lágrimas se deslizaron por mis ojos al instante, nuevamente ese sentimiento de dolor en el corazón había regresado con más fuerza, y otra vez, me sentía la mujer más débil del mundo, no paraba de pensar que si tan solo no hubiera aparecido todo hubiera seguido su curso normal, quizás y hasta lo hubiera logrado olvidar con un poco de más tiempo, pero no, tenía que regresar y confundirlo todo nuevamente, ¿Qué necesidad tenía? “Idiota Kiram”.
-¿El me ama?- Musité entre pensamientos pasando los dedos por mis labios, los cuales hace poco él había besado.
Si me hubiese hecho esa confesión de vuelta el día que yo se la hice, las cosas hubiesen sido diferentes, o quizás un día después, hasta tres, ¿pero venir tres meses después luego de cómo me había sentido? simplemente no sería tan fácil, y no solo porque yo me quisiera hacer de rogar, sino porque de verdad me sentía fatal e incrédula de todo.
No creía que siguiera insistiendo, después de todo él era "Kiram Adams" el gran magnate multimillonario poderoso y orgulloso, y yo una chica simple y ordinaria, que no es que me menos preciara, pero era honesta porque mi mundo y el de él eran muy distintos, aún asi, lo había rechazado “En tu cara idiota” y después de eso ¿porque volvería a buscarme?
-Debo dejar de pensar en esto si no quiero volverme más loca- Me dije.
Me levanté de la cama y fui a ducharme, lo bueno para mi es que no tenía que trabajar hoy, antes si tenía turno los domingos, pero luego de que regrese al restaurante por segunda vez le pedí a Jimmy tener los fines de semanas libres por mis estudios, ya que necesitaba más tiempo para concentrarme estudiando y así no seguir trasnochándome tanto, extrañamente él cedió, por supuesto sería menos paga debido a que no estaba haciendo esas horas, pero no importaba, tampoco se perdía demasiado y en cambio me mantenía más saludable.
Salí de la ducha y me vestí, me puse algo sencillo, ya que pensaba quedarme en casa todo el día, no tenía ánimos de salir ni de hacer nada, mi cuerpo se sentía desganado.
Aun así, no me podía dar el lujo de no estudiar, por lo que decidí sumergirme en algunos libros de la historia del arte, eso sí me gustaba mucho, esta vez, ese sería mi escape de toda esa revolución de pensamientos que amenazan con estallar en una guerra en mi mente.
Al rato de estar allí escuche que tocaron a mi puerta.
- ¿Bella puedo? - Era Mass de nuevo.
-Si, pasa-
-Peleona ¿cómo estás? - Pregunto sentándose en una esquina de mi cama.
-Bien- Dije forzando una sonrisa.
-Cuando llegaste no parecía así- Cuestiono. - ¿Si entiendes que no te conozco desde hace poco? - Enarco una ceja.
-Lo sé, de hecho, si paso algo- Acepté resignada. -Aunque no tengo muchas ganas de hablarlo- Hice una mueca.
-No quiero presionar, ¿pero el nombre de ese desgano es el de ese hombre, Kiram? – Preguntó como si lo hubiese leído de antemano en mi frente.
-Como... ¿Como sabes eso? - Masculle atónita.
-Bella es muy claro, es primera vez que te veo así, y se ve que aun te afecta ese tipo, digo, jamás te hubieses esforzado tanto para tratar de alejarlo si no fuese así, hasta me besaste para eso- Arrugó su nariz y ladeo la cabeza con desagrado por el recuerdo.
Por mi parte, no pude evitar reír por su gesto.
-Oye ¿tan mala besadora soy? - Fingí sentirme ofendida.
-No se trata de eso niña boba, ya te expliqué lo del incesto- Hizo una mueca.
-Okey, y ya te prometí no volver a hacerlo- Solté una carcajada.
-No te desvíes del tema- Enarco una ceja descubriendo mi táctica de evasión.
“Mierda me descubrió, me conoce tanto” Pensé entrecerrando mis ojos.
-¿Estas muy enamorada de ese hombre?- Preguntó.
-¿Es tan obvio?- Fruncí el entrecejo y bajé un poco la mirada sintiéndome avergonzada porque mi amigo para quien era la chica más ruda, estaba conociendo esta faceta de mí.
-Así es- Confirmó.
-Esta mañana me siguió y hablamos, me confesó estar enamorado de mí, hasta se atrevió a decirme esa palabra… ya sabes- No quería pronunciarla.
Por alguna razón me daba miedo repetirla ante alguien más, era como si eso me hiciera aceptarla, y aún tenía muchas dudas respecto a eso.
-¿Que palabra?- Preguntó como si ya no hubiese entendido el muy pesado.
-Esa- Le dije como si fuera obvio cual. -Que me ama- Susurre.
Abrió sus ojos de par en par dejándome saber que en realidad no estaba fingiendo no saber.
-¡Mierda! entonces fue una conversación intensa- Resoplo.
-Si, pero yo lo rechace- Dije orgullosa.
- ¿Y te arrepientes de eso? -
-Si y no- Dije confusa. -La verdad estaba muy enojada, bueno aún sigo enojada, ya te conté cómo me sentí tras su rechazo, y venir ahora y solo con palabras hacer como si nada paso, no lo creo justo, además, lo más probable es que sean solo palabras vacías - Asegure.
-Dices que, si te demuestra con hechos esas palabras, ¿Cederás? - Preguntó, él sí que sabía cómo escudriñar mi cerebro con cosas que ni había pensado antes.
No se me había pasado por la cabeza, hasta ahora solo había quedado en la etapa de pensamientos donde solo lo odiaba por venir tiempo después a querer arreglar lo imposible. ¿Aceptarlo si me demostraba con hechos ese supuesto amor? no estaba segura.
-Él no es de ese tipo de hombres que va tras una mujer con intenciones de conquistarla Mass, no creo que haga mucho más que su esfuerzo de hoy, después de todo supongo que lastime su orgullo-
-Bueno, de estos temas solo entiendo que, sí es cierto que te quiere, seguirá buscándote sin importar el tipo de hombre que hasta el mismo cree que sea, después de todo, se supone que el amor hace que hagamos cosas estúpidas ¿no? - Dijo sonriente.
-Hablas como si te hubieses enamorado ya- Bromee.
-Aún no, y con lo miserable que te volviste amiga mía, prefiero que siga sin ser así- Molestó.
-¿Miserable yo? Eres un tonto- Le pegue en el brazo.
-Auch- Se quejó y ambos reímos de nuestro juego.
-Haz lo que sientas en tu corazón ¿sí? - Sugirió con más seriedad.
Antes ya había hecho lo que me decía mi corazón, y mira donde me encontraba, tras ese pensamiento, solo asentí a sus palabras.
-Bueno, ¿qué te parece si vemos películas? - Dijo más entusiasta.
-Debería seguir estudiando- Señalé mis libros.
-¿Hablas en serio? que aburrida te has vuelto- Rodeo sus ojos.
-Bueno está bien, pero solo una, y yo elijo- Hice una sonrisa de oreja a oreja.
Así pasamos el resto de la tarde viendo películas, no terminó por ser solo una, hicimos una maratón a la que mi hermana y mi madre luego se unieron también.
Me sentía un poco mejor luego de haber hablado con Mass sobre Kiram. Ahora tenía esa bendita incógnita que no salía de mi cabeza, ¿si Kiram insistía, si por milagro eso sucedía, sería que podría pensar en darnos una oportunidad? Para mí ya él se había vuelto tan inalcanzable en mi cabeza que solo imaginarlo me creaba un imposible de inmediato. ¿Y si solo no insistía? Debía suponer que sería como antes, solo que habría dado mil pasos atrás.