Capítulo 50
2424palabras
2022-08-18 00:13
Llegamos a un muelle popular de la ciudad que estaba no muy lejano a mi zona, estacionó y yo bajé caminando hasta encontrar una banca de esas que habían en esas enormes plazas para que los transeúntes se relajaran viendo el bonito paisaje, fije mi vista al frente y respire profundo cerrando mis ojos por un momento, de cierta manera, claro que sentía cierto temor en mi corazón, sentí la presencia de Kiram y abrí mis ojos de inmediato sin verlo directamente, el se sento a mi lado con la vista al igual que yo en el relajante paisaje.
-Tus 5 minutos comienzan desde ya- Anuncie tranquilamente.
-Primero quería disculparme- Comenzó a hablar.
-¿Porque?- Pregunté, solo que esta vez sí lo vi a los ojos.
-Por haber sido un cobarde- Dijo con aparente pesar. -Cuando fuiste a mi casa y me confesaste lo que sentías por mí, yo no supe como reaccionar, se que no debí dejarte ir así, sin yo decir nada, es solo que… me bloquee por completo- Explicó. -También me disculpo por como te trate el último día que estuvimos en el hotel, no lo merecías, y básicamente por todo lo malo que pude hacerte pasar-
Mediante hablaba, no sé si era que una parte de mi quería ver eso o simplemente era real, veía arrepentimiento en su rostro y lo sentía en sus palabras, ¿pero qué podía hacer con eso? ya lo hecho, hecho estaba.
-¿A dónde quieres llegar con todas esas disculpas?- Pregunté con sequedad.
Se quedó pensativo por unos segundos como buscando las palabras, mientras que yo vi mi reloj en señal de presión, recordando que el tiempo corría.
-Quiero que me des una oportunidad- Soltó con seriedad.
Yo que estaba viendo al frente gire para verlo de nuevo y explote en una carcajada llena de sentimientos de decepción.
-¿Me estás jodiendo?- Dije anonadada. -¿Oportunidad de que, de seguir cogiendo?- Replique algo alterada por su descaro.
Supongo que iba a responder, pero no lo dejé.
-Además, ya te dije claro que tengo novio- Le recordé refiriéndome a Mass.
-Bella se que ese chico no es tu novio- Dijo con seguridad. -Y si así fuera, cómo es que puedes olvidar a alguien de quien aceptaste estar enamorada tan rápido?- Enarco una ceja.
Si que era un idiota, como se atrevía a preguntar eso y con tanta seguridad.
-¿Tan rápido dices?- Pregunté sin poder creerlo. -Tres meses Kiram, tres largos meses pasaron- Recordé. - ¿Y qué querías, que me la pasara llorando todo ese tiempo mientras esperaba a que sucediera el milagro de que vinieras a buscarme para decirme que en realidad si me correspondías? - Propuse con sarcasmo. -Puff- Bufe. -Por Dios, siempre supe que jamás me podrías ver con otros ojos, aún así me atreví a permitirme enamorarme de ti, y peor aún, a decirte de esos sentimientos, luego de eso comprendí que era simplemente imposible, así que no te atrevas a decir otra cosa como esa- Rodee mis ojos.
Me observaba con profundidad mientras hablaba, tenía mucho enojo acumulado y como tal me expresaba, el por su parte parecía no haber terminado de explicarse o lo que sea que estuviera intentando hacer, pero aún así, no decía nada, confirmándome que seguía siendo el mismo idiota cobarde que solo se amaba así mismo.
-¿Entonces dices que ya no sientes nada por mi?- Preguntó acercándose un poco más a mí.
Me alejé de golpe y me levanté de la banca.
-Se acabaron los 5 minutos- Comencé a alejarme.
Me tomó de la muñeca y jalándome me apego a él, ¿Qué derecho tenía ese idiota de continuar haciendo eso?
-Respondeme, ¿ya no estás enamorada de mi?- Preguntó con algo de vehemencia en su tono y mirada.
Cada vez me sentía más asombrada porque no podía creer en la situación que nuevamente me encontraba, el tenía esa manía de tomarme por la fuerza y pegarme a él haciendo las cosas más difíciles e incómodas para ambos. Lo miraba y movía mi boca sin lograr articular palabra, pero por dentro la decepción y rabia se hacían cada vez más presentes, ¿Por qué tenía que ponerme en esta situación luego de tanto tiempo, porque era tan egoísta? Después de aquella vez, ¿no entendía que tenía el poder de hacerme daño? aunque lo hubiera querido negar, porque me avergonzaba conmigo misma de seguir sintiéndome así, en realidad había acabado de descubrir que era como me seguía sintiendo, muy a mi pesar.
-Se que aún me quieres Bella, ¿si no, porque tu cuerpo aún tiembla cuando se junta con el mío?, o ¿porque tu respiración se hace más rápida, tus piernas flaquean, tus ojos me ven como siempre me han visto, y no con desprecio como quieres hacerme creer?-
Podía oler su dulce aliento por la cercanía que había entre nuestros rostros, este imbécil estaba jugando sucio, y mi cuerpo otra vez traicionándome, pensé que ya había superado esta etapa, pero no, tenía razón con todo lo que me había acabado de decir pero ,aún así, no caería nuevamente ante sus encantos.
Lo empuje con fuerza logrando apartarme de él.
-No puedes simplemente venir luego de haberme rechazado, solo para decirme que te de una oportunidad de no se que mierda, y más aún teniendo un matrimonio a la puerta- Grite. -¿Que tipo de hombre eres?- Terminé indignada.
-¿Matrimonio?- Preguntó al fruncir el ceño.
-¿Qué, ahora mentiras? Lo sabe el mundo entero- Le restregue.
Puso cara de ya entender a qué me refería.
-Bella, ¿te refieres a esa noticia falsa?- Puso ambas manos en su cintura y rió como si de un chiste tratara.
-¿Falsa? A mí no me parecía que lo era- Me crucé de brazos. -De hecho me parecía bastante lógico-
-Eso tiene una explicación- Dijo.
-Ah sí, supongo que sí- Dije sarcástica.
-Fuimos a cenar Samantha, Liam y yo…-
-Tu mentira comenzó mal, porque estoy muy segura de que nadie vio a Liam por ningún lado- Enarqué una ceja incrédula.
-Eso es porque recibió una llamada y se tuvo que ir, el hecho es que cuando nos íbamos a ir, un fotógrafo nos capturó justo cuando la tome de la mano para ayudarla a levantarse, fue de allí que salió toda esa historia, falsa evidentemente- Explico. – Pero ya me encargué de hacer que la desmintieran, supongo que esa parte no la viste- Enarcó su ceja.
Me mostré dudosa a su explicación, no se que tan verdadera era, pero lo que sí sabía era que Kiram nunca había mostrado interés antes por la rubia, por lo que sólo quizás, pudiera ser que lo que estaba diciendo fuera cierto.
-Por favor creeme- Volvió a decir mirándame fijamente. -Puedo demostrarlo si asi podrás creerme-
-Está bien, supongamos que es verdad, ¿porque estaba ella ahí?- Busque indagar.
Pero fue hasta que vi esa expresión en su cara, que me di cuenta que no sé por qué mierda pregunte eso, como si lo que el hiciera o no tendría por qué importarme.
-Eso también tiene explicación- Dijo con evidencia.
-Ya no importa, no me interesa el porque, puedes tener citas o coger con quien te dé la gana y no es mi problema- Dije sin dejarlo responder al tiempo que seguí caminando para alejarme.
-Bella, para- Me tomó del brazo otra vez. -Quiero explicarte- Dijo insistente.
Le di una mirada que decía que pensaba ahorcarlo si continuaba haciendo eso de jalarme.
-Ese día cómo te mencione, iba a comer con Liam, Samantha nos escuchó hablar e insistió en acompañarnos, ya sabes lo molesta que puede llegar a ser- Y era cierto ese punto. -Como Liam se tuvo que ir, nos dejó a solas, todo fueron coincidencias- Término.
-Esta bien, quedó aclarado todo, no hay más nada de qué hablar, ahora déjame- Intente irme nuevamente.
-Solo.. deja de huir niña- Dijo interponiéndose en mi camino.
-Kiram ¿Qué es lo que quieres realmente?- Pregunte ya cansada.
-Ya lo dije, quiero otra oportunidad- Repitió.
Ese hombre estaba loco, no pensaba ni aunque fuera el último hombre sobre la faz de la tierra, volver a tener una relación con él para solo ser su muñeca con la que coger seguro, y en realidad ningún tipo de relación que nos incluyera juntos.
-Ya te lo deje claro una vez, lo que tu ofreces no es lo que yo necesito, así que por favor solo déjame en paz, y busca a otra que quiera lo poco que tienes para dar- Sentencie.
Él me tomó por el rostro con sus enormes manos, no se porque estaba haciendo eso tan íntimo, pero no lo aparte ya estaba cansada de siempre apartarlo para que lo siguiente fuera que él me tomara a la fuerza.
“Dios mio despareceme y reaparéceme en otra parte lejos de este idiota” Pensé con fastidio.
-Isabella nunca te voy a dejar ir, entiéndelo- Susurro de forma audible en mi cara.
Acercó más su rostro al mío y me dio un profundo beso en los labios, dulce y apasionado; estuve a nada de sucumbir, pero no, volví en sí y le mordí el labio inferior en protesta por su atrevido acto.
-Auch- Se quejó tocándose el labio a lo que sonreí con malicia.
-Te dije que me dejaras en paz- Dije amenazadora.
-Y yo dije que no lo iba a hacer- Volvió a agarrar mi rostro.
Ya estaba cansada de este juego, él no se daba cuenta, pero solo estaba logrando lastimarme más, puse mis manos arriba de las suyas que permanecían rodeando mis mejillas, y con los ojos ya cristalizados, hable.
-Por favor, no sigas lastimandome, no es justo- Intente decir sin que se quebrara mi voz.
Se que pudo ver la sinceridad en mis ojos con que lo dije, porque instantáneamente bajo la guardia.
-Nunca ha sido esa mi intención, digo, sé que antes lo hice… pero ahora es distinto- Sonó algo perturbado al hablar.
-Si no es esa tu intención, ¿entonces por qué regresaste? Y no vuelvas a repetir que es para que te dé otra oportunidad-
-Pero es cierto- Contestó con seriedad. -Todo este tiempo que estuve lejos de ti, me sirvió para solo una cosa-
- ¿Qué cosa? - Pregunté curiosa.
-Para darme cuenta de mis sentimientos por ti- Confesó.
Sus palabras comenzaron a asustarme, no tenía idea de a qué se refería con eso de los sentimientos por mí, pero sentía que si continuaba iba a hacerme mierda otra vez.
-Lo que sea… No te atrevas a decir más y solo déjame- Dije dándome la vuelta.
-Debes oírlo- Grito a mis espaldas lo que me hizo parar sin necesidad de que esta vez él me tomará.
Baje mi cabeza y mire el piso con temor, las lágrimas amenazaban con salir, ¿Por qué me pasaba esto a mí, es que no era suficiente lo que ya había padecido como para que ahora viniera a volver mierda mi corazón una vez más? No podía sólo ser una chica normal a la que le rompieran el corazón lo superara y ya estaba.
-Debes oír…- Se acerco y susurro por mi nuca, puesto que aún seguía de espaldas a él. -Que descubrí... Qué yo te amo Isabella- Terminó por soltar.
Me gire y lo mire a los ojos, como buscando la verdad en ellos. Lo miraba una y otra vez sin poder creer lo que había acabado de declarar, ¿que el me amaba, porque me decía eso, es que era un método para volver a acostarse conmigo? Sería que solo buscaba confundirme, porque si así era, lo había logrado con éxito.
-Como te atreves a mentirme así- Dije perturbada.
Y no podía tratarse de otra cosa que no fuera una mentira, no claro que no podía.
-No es una mentira- Acepto. -No fue fácil para mí admitirlo en voz alta, digo, desde que estuvimos de viaje y comenzamos a llevarnos bien, siempre sentí que contigo todo eras más especial de lo normal, me hacías sentír bien incluso más delo que me hacías enojar, y así supongo que comenzó todo, llegó un punto donde todo el tiempo deseaba estar contigo… Aún recuerdo esa noche cuando por primera vez te hice mía… fue simplemente perfecto, jamás había sentido con alguien más lo que contigo, supe que eras adictiva en ese instante- Sonrió pesadamente. -Pero aunque algo casual era la idea en inicio, nunca fue solo sexo para mí Bella, sé que eso fue lo que te hice creer, incluso yo mismo me lo hice creer- Confeso.
Tenia todos los sentimientos revueltos dentro, mi cabeza estaba apuntó de estallar por tanta información, quería reprocharle miles de cosas, empezando el porqué de su cobardía, quizás si fuese actuado con más valentía desde antes dejando atrás el idiota frio que quería carecer de sentimientos por las personas, me hubiese ahorrado unas cuantas lágrimas y sobre todo un corazón roto, aunque a pesar de estar experimentado querer matarlo, también sentía una felicidad en mi corazón por su inesperada confesión, una felicidad que me hacía enojar; pero eso, no borraba la decepción que aún seguía sintiendo por el, no era fácil para mi, me había hecho sentir miserable, durante tres meses incluso desde antes me hizo pasar por inseguridades, zozobras, llegue a pensar que era una cobarde por no atreverme a confesar cuando el sí que era uno, llore como una tonta débil por mi corazón que hizo trizas con tan solo su silencio, fueron muchas las cosas que me hizo cuestionarme; y ahora, no seria así tan fácil como buscarme y confesarme sus supuestos sentimientos ahora que estaba claro.
-Se que debes hacerte muchas preguntas, y tengo mucho tiempo para responderlas, solo dame la oportunidad, soló eso te pido- Volvió a tomar con ambas manos mi rostro.
-No Kiram, te equivocas, no hay nada que desee que me aclares, para mi… ya no hay tiempo para esto- Dije quitando sus manos de mi cara. -Siento que hayas tenido tu revelación tan tarde, yo ya no quiero tener nada que ver contigo- Dije sin más.
Salí de allí, las lágrimas amenazaban con salir, de nuevo me estaba sintiendo que el pecho me dolía con fuerza.
-¿Bella?- Me llamó mientras oía sus pasos tras de mí.
Pare, gire e hicimos contacto visual.
-YA NO- Levanté mi mano en forma de Stop. -No me sigas- Ordene y lo sentencia con la mirada.
El se paró en seco, esta vez me hizo caso y no me siguió, yo volví a darme vuelta y a seguir caminando con tanta rapidez para alejarme de él, que hubo un momento donde comencé a correr, después de todo, eso hacia antes de todo esto.